Elecciones en Grecia

El conservador Mitsotakis obtiene una clara victoria en la segunda vuelta electoral en Grecia

Kyriakos Mitsotakis, un líder con política en la sangre

Elecciones en Grecia: La izquierda pide subidas de sueldos tras años de sacrificios

Tres partidos de extrema derecha también han entrado en el Parlamento, según el recuento oficial

Kyriakos Mitsotakis habla luego de ganar las elecciones en Grecia

Kyriakos Mitsotakis habla luego de ganar las elecciones en Grecia / REUTERS/Stoyan Nenov

Irene Savio

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Victoria electoral de centroderecha en la segunda vuelta electoral en Grecia. El primer ministro del país hasta las elecciones de mayo pasado, Kyriakos Mitsotakis, líder de la formación neoliberal Nueva Democracia (ND), ha logrado revalidar su Gobierno por cuatro años más, según el conteo oficial. Con el 97% de los votos escrutados, ND ha obtenido el 40,5% de los apoyos en las urnas, frente al 17,8% de la izquierda de Syriza, el principal partido de la oposición, liderado por Alexis Tsipras. Este dato le otorga a los conservadores un total de 158 escaños en el Parlamento heleno, siete más de los que necesita para formar Gobierno en solitario. 

A esta segunda vuelta solo han ido a votar el 52,79 % de los griegos convocados, una de las cifras más bajas registradas en la democracia helénica.

Tras conocerse el resultado electoral, Mitsotakis salió para festejar su triunfo. “Grecia es azul por segunda vez", dijo, refiriéndose al color de su partido. “Hemos logrado poner fin al ciclo divisivo y tóxico que comenzó hace 10 años”, añadió. "ND es hoy el partido de centroderecha más fuerte de Europa", concluyó.

Eso sí, los griegos también han votado para que tres partidos de extrema derecha tengan presencia en su Parlamento. Se trata de la formación ultranacionalista Solución Griega (4,4%), de los fundamentalistas cristianos de Niki (3,7%) y de Espartanos (4,7%). Estos últimos son herederos de Amanecer Dorado y han sido apoyados por Ilias Kasidiaris, exportavoz del partido neonazi Amanecer Dorado, hoy ilegalizado. Mientras que los comunistas del KKE han alcanzado el 7,6% y los socialistas del PASOK, antaño una fuerza de gran peso en Grecia, alrededor del 11%.

Estabilidad, la clave

Se confirma así la hegemonía de Mitsotakis sobre sus rivales, pese a los escándalos y tragedias ocurridas en los últimos años. Ni el gigantesco escándalo de escuchas telefónicas a periodistas, políticos y militares, que le puso contra las cuerdas el año pasado; ni la tragedia ferroviaria de Tempe, que causó la muerte de unas 60 personas en febrero y provocó grandes huelgas; ni el apocalíptico naufragio de migrantes ocurrido días atrás, que dejó en entredicho la rígida política migratoria griega, le han impedido al conservador de sobrevivir y mantenerse en el poder. Al revés, el resultado supone incluso un ligero avance frente a lo obtenido (39,8%) por ND en las generales 2019.

Era lo que habían previsto los analistas y ha ocurrido. La retórica de Mitsotakis de que Grecia es hoy un país confiable y estable, alejado de la época oscura de la crisis de la deuda (cuando Atenas estuvo al borde de quebrar y salir del euro), han sido eje y clave de la victoria de ND y de su líder. Incluso “los votantes griegos más desencantados deseaban, sobre todo, estabilidad política y solo ND puede ofrecer eso”, ha sido la conclusión del historiador John Mazis, de la Universidad Hamline, en Minesota (Estados Unidos). 

El propio Mitsotakis entendió este sentir de la población y, durante la carrera electoral, defendió continuar con la modernización del país y se apoyó en un discurso nacionalista y antiinmigración. El mismo domingo, al acudir a su colegio electoral en Kifissia (Atenas), donde votó, lo repitió una vez más. "Estoy absolutamente seguro de que los ciudadanos cumplirán su deber con madurez, madurez para votar por su prosperidad personal, su propio bien, el bien de su familia, pero también por una Grecia estable", dijo allí el conservador.

El trauma de la crisis

La explicación tal vez se halle también en las cifras económicos del país. Los datos, de hecho, son esperanzadores en un país precisamente aún traumatizado por los draconianos recortes a salarios y pensiones, impuestos por la UE y el FMI a raíz de la crisis económica iniciada en 2009. Lejos de eso, en 2022 el PIB de Grecia creció un 5,9% y el año anterior, un 8,4%; eso es, más que la media de la Unión Europea. Además de ello, la tasa de paro del país ha bajado enormemente y según los últimos datos, afecta hoy solo al 11% de la población.

En estas circunstancias, la cita deja en el aire el futuro de Syriza, partido que estuvo a cargo del país (2015-2019) en algunos de los momentos más álgidos de aquella crisis, y que ahora ha sufrido un verdadero varapalo. En concreto, la formación ha obtenido poco más de la mitad de los votos de los comicios de 2019 (30,5%), y unos tres puntos porcentuales menos que los cosechados en la primera vuelta electoral de mayo (20%). Tanto así que, al finalizar el día, el propio Tsipras admitió la derrota y el momento difícil por el que atraviesa su partido, lo que en los próximos tiempos podría traducirse en cambios en la cúpula de la formación.