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Zelenski en la ONU: “Rusia empuja al mundo a la guerra final”

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El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, habla durante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, habla durante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York. / Justin Lane / EFE

Idoya Noain

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Rusia está empujando al mundo a la guerra final”. La severa advertencia la ha lanzado desde el podio de la Asamblea General de Naciones Unidas Volodímir Zelenski, el presidente de Ucrania, que tras participar el año pasado por videoconferencia esta vez ha viajado en persona al cónclave en Nueva York, donde la invasión de su país es uno de los elementos centrales de la agenda.

Vestido con polo de manga larga de color verde militar, Zelenski ha sido recibido y despedido con aplausos en su intervención, una de las pocas que ha seguido los parámetros sugeridos y se ha limitado a 15 minutos. Ha sido tiempo suficiente para denunciar ante los presentes la agresión de Rusia y, también, para emplearla como advertencia de los riesgos que representa para todo el mundo dejar sin respuesta las acciones de Moscú, algo que también había hecho unas horas antes en su intervención el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el único de los líderes de los cinco países con derecho a veto en el Consejo de Seguridad que ha asistido en persona al debate, donde no están ni Vladimir Putin, ni Xi Jinping, ni Emmanuel Macron ni Rishi Sunak.

Alimentos, energia y niños como armas de guerra

Zelenski ha denunciado los peligros nucleares que representa Rusia, y ha declarado que "los terroristas no tienen derecho a tener armas nucleares", pero ha asegurado que la amenaza que representa va más allá. Y en concreto ha hablado del uso por parte de Moscú como armas de alimentos, energía o de los niños. “Hay muchas convenciones que restringen las armas, pero no hay restricciones reales a esa instrumentalización como armas”, ha denunciado, asegurando que Putin la usa no solo contra Ucrania sino contra todos los países.

Concretamente, ha acusado a Rusia de emplear como armas los precios de los alimentos e "intentar usar la escasez alimentaria en el mercado global a cambio de reconocimiento de parte de o todos los territorios capturados”. Y ha hablado también de “genocidio”, asegurando que “nunca antes los secuestros masivos y las deportaciones se habían hecho parte de una política de gobierno, hasta ahora”

“No se puede confiar en el mal”, ha denunciado en otro momento, sugiriendo “preguntar a Prigozhin (el presuntamente asesinado líder de Wagner) si se puede confiar en las promesas de Vladimir Putin”. 

También ha hecho una llamada a la unidad. “Más unidad puede prevenir guerras”, ha dicho Zelenski, que este miércoles va a participar en una reunión del Consejo de Seguridad dedicada al conflicto y el jueves se reunirá con Biden en la Casa Blanca.

Respaldo de Biden

En el líder demócrata Zelenski tiene uno de sus mayores aliados, y así ha vuelto a quedar claro en la ONU, donde el presidente estadounidense ha urgido también este martes a los líderes mundiales a apoyar a Ucrania conforme el país sigue defendiéndose de "una guerra ilegal de conquista lanzada sin provocación por Rusia".

"Rusia cree que el mundo se cansará y le permitirá brutalizar a Ucrania sin consecuencias", ha advertido Biden, que como Zelenski ha enmarcado la invasión rusa en términos que extienden los peligros para el resto de naciones. "Si abandonamos los principios centrales de la Carta de Naciones Unidas para rendirnos a un agresor ¿puede cualquier miembro estado sentir la confianza de que está protegido? Si permitimos que Ucrania sea partida en pedazos ¿está asegurada la independencia de cualquier nación?", ha planteado. "Respetuosamente sugiero que la respuesta es no. Debemos alzarnos ante esta clara agresión hoy para evitar a otros posibles agresores mañana".

El presidente estadounidense, que en su propio país ve abrirse fracturas sobre el apoyo a Kiev, especialmente pero no solo por reticencias a mantener las ayudas por parte de algunos republicanos, ha asegurado que Washington y "socios y aliados alrededor del mundo" se mantendrán al lado de Ucrania "conforme defienden su soberanía e integridad territorial, y su libertad". "No es solo una inversión en el futuro de Ucrania", ha dicho, "sino de todos los países que buscan un mundo gobernado por reglas que se aplican por igual a cada nación y el respeto de los derechos de cada nación, no importa lo grande o pequeña que sea".

Más adelante, y además de denunciar como "irresponsable" a Rusia por salirse de acuerdos de control de armas y "hacer al mundo menos seguro", Biden ha defendido que "ciertos principios del sistema internacional son sacrosantos: soberanía, integridad territorial, derechos humanos. Son los puntos nucleares de la Cara de la ONU", ha dicho, "los pilares de las relaciones pacíficas entre naciones, sin los que no se puede lograr ninguno de nuestros objetivos. Eso no ha cambiado y no debe cambiar".

Reformas pendientes

Consciente de las demandas de los países emergentes y en desarrollo de no ser considerados meros peones que buscan sumar a su flanco occidente y oriente, y de sus reivindicaciones crecientes de tener más participación y representación en el gobierno global, Biden también ha reivindicado reformas en la arquitectura de ese sistema de gobierno global.

Como ya hiciera el año pasado, ha abogado por ampliar el Consejo de Seguridad de la ONU con miembros tanto permanentes como no permanentes, pero sin dar detalles. Y se ha limitado a decir que se necesitan "más voces en la mesa, más perspectivas". "Debemos ser capaces de romper el bloqueo que a menudo ralentiza el progreso y bloquea consenso en el Consejo", ha dicho también.

Ha hablado, asimismo, de impulsos de reformas en el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial de Comercio y ha destacado la entrada de la Unión Africana en el G20.

Tras asegurar que las instituciones que se construyeron al final de la Segunda Guerra Mundial han puesto cimientos duraderos al progreso, Biden ha reconocido que "para responder a los nuevos retos nuestras instituciones y enfoques deben ser actualizados para seguir el ritmo. Tenemos que unir más liderazgo de regiones que no siempre han sido plenamente incluidas. Tenemos que lidiar con retos que son más complejos y están más conectados", ha dicho. "Necesitamos desesperadamente resultados del siglo XXI".

China y el cambio climático

Biden ha abordado también la relación con China, insistiendo en la idea de que Washington busca "gestionar de forma responsable la competición para que no devenga en conflicto" y que persigue "reducir los riesgos, no un desacople". Y ha reiterado también la disposición para trabajar junto a Pekín en asuntos en los que los avances dependen de esfuerzos comunes, entre los que ha destacado la crisis climática que se acelera, un terreno en el que ha abogado por acabar con la dependencia de los combustibles fósiles.

El presidente, que ha pedido a la ONU que autorice una misión para Haití, ha abordado también otras cuestiones en su discurso. Ha lanzado condenas a Corea del Norte e Irán y ha hablado del "enorme potencial y enorme peligro de la inteligencia artificial". Ha hablado de inmigración, la letal epidemia de adicción creada por el fentanilo o el terrorismo. Y ha vuelto a poner el foco en la defensa de la democracia.

"No nos retiraremos de los valores que nos hacen fuertes, defenderemos la democracia como la mejor herramienta para responder a los retos que enfrentamos", ha dicho Biden, que ha instado a usar como guía los derechos humanos universales y ha subrayado específicamente la necesidad de defender los de mujeres y niñas, grupos indígenas, minorías étnicas raciales y religiosas, gente con discapacidades y de la comunidad LGBTQ.

El mandatario ha querido también presentar una "visión positiva de futuro compartido" y cerrar con un mensaje optimista. "Inclinemos el arco de la historia para el bien del mundo", ha dicho, "tenemos capacidad de hacerlo".