Asamblea General en Nueva York

Ucrania y las naciones emergentes, protagonistas en la semana grande de la ONU

La asistencia de Zelenski pondrá los focos en la guerra en una cita donde el sur global vuelve a reclamar su espacio en el tablero global

Pedro Sánchez acude como presidente en funciones

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. / Europa Press/Contacto/Pool /Ukrainian Presidentia

Idoya Noain

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Desde que Rusia inició hace año y medio la guerra en Ucrania el conflicto, y sus consecuencias, han contribuido a subrayar las fisuras geopolíticas entre oriente y occidente pero también entre norte y sur. Esta semana, ese conflicto y esas brechas van a tomar un papel protagonista en Nueva York, donde la sede de Naciones Unidas vuelve a convertirse por unos días en epicentro de la política mundial.

Una vez más, el organismo se verá sometido a los interrogantes sobre su capacidad para funcionar como garante de la paz y la seguridad en esta era de convulsiones y con sus estructuras anquilosadas. Pero también deberá hacer esfuerzos para confirmar su legitimidad y credibilidad como un foro capaz de responder a retos globales como la emergencia climática y a las reclamaciones de naciones emergentes y en desarrollo de un papel más determinante en el tablero global.

Zelenski, en Nueva York y Washington

Buena parte de los focos se van a volver hacia Volodímir Zelenski, el presidente ucranio. Tras intervenir el año pasado por vídeo en el debate de la Asamblea General. este martes se dirigirá al plenario en persona, en la misma jornada que como es tradición abrirán, tras la intervención del secretario general, António Guterres, Brasil y Estados Unidos.

El miércoles Zelenski participará también en una reunión del Consejo de Seguridad sobre la guerra, en la que está prevista la participación del ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov. No se espera que ninguno de los dos esté presente conforme interviene el otro.

Aunque Zelenski coincidirá en Nueva York con el presidente estadounidense Joe Biden (el único mandatario de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad que va a hablar en la reunión de 193 naciones, a la que no acuden ni Vladimir Putin, ni Xi Jinping, ni Rishi Sunak ni Enmanuel Macron) una reunión entre ambos tendrá lugar el jueves en la Casa Blanca, según avanzaron funcionarios estadounidenses. Y ese encuentro llega entre informaciones de que el demócrata está cerca de aprobar finalmente el envío de sistemas de misiles tácticos de largo alcance (ATACMS por sus siglas en inglés) al que hasta ahora se había resistido.

El peso del sur global

En la agenda de esta Asamblea General en la ONU, no obstante, además de la guerra de Ucrania tiene un papel dominante el llamado sur global. Es una pieza que tratan de encajar en su campo tanto Estados Unidos y Europa por una parte como Rusia y China por la otra, especialmente ante el conflicto en Ucrania pero no solo. Y en ese contexto, por ejemplo, se enmarca la esperada apuesta de Biden en su discurso, como ya hizo el año pasado, por una reforma del Consejo de Seguridad, que como decía hace unos días la embajadora estadounidense Linda Thomas Greenfield “como existe hoy no representa el mundo de hoy”.

El peso de los países emergentes, que como se ha recordado recientemente en la última reunión del G20 o en la ampliación del grupo de los BRICS reclaman reforzar su voz y participación en la toma de decisiones internacionales, se evidencia en una de las cumbres que se celebran durante esta semana, que se dedicará a la reforma de las instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial para hacerlas más igualitarias y atentas a las necesidades de países en desarrollo. Y sus reclamaciones son vitales en otras de las reuniones de alto nivel organizadas, sobre emergencia climática, preparación ante pandemias o cobertura sanitaria universal.

La ONU va a tomar también el pulso el lunes y el martes a los objetivos de desarrollo sostenible, la agenda 2030 que se estableció en 2015 y llega a su ecuador tocada. Aunque algunas de las metas como el acceso a internet y electricidad o reducción de mortalidad infantil van sobre el calendario, en más de un tercio el progreso se ha estancado y en la mitad avanza a ritmo demasiado lento. Y zozobran las metas fijadas para erradicación de la pobreza extrema o los avances del bienestar social y la mejora medioambiental, y la de igualdad de género tardaría al ritmo actual en alcanzarse 300 años.

Presencia de Pedro Sánchez

En varias de esas reuniones participará Pedro Sánchez, el presidente español en funciones, que llega el domingo a Nueva York y tiene previsto intervenir en el debate el miércoles. Fuentes de Moncloa han defendido el viaje, asegurando que transmite una imagen de estabilidad política, seriedad y solvencia mientras transcurre el tiempo necesario en el sistema parlamentario para elegir presidente.

Sánchez participará en la cumbre sobre objetivos de desarrollo sostenible, en una reunión que ha organizado con Francia dedicada a la reforma de la arquitectura financiera internacional y en la climática, que solo incluye a países que han presentado objetivos ambiciosos y en la que firmará el Tratado de Preservación de la Biodiversidad en Alta Mar. También estará en la reunión del Consejo de Seguridad dedicada a la guerra de Ucrania, donde reiterará ante Zelenski su apoyo al país.

Tiene un par de bilaterales aseguradas en su agenda, con el presidente de Mauritania y el primer ministro de Irak. Lo que se ha descartado es mantener ningún tipo de reunión con representantes de Arabia Saudí pese a la reciente entrada de Saudí Telecom en Telefónica.