Masacre civil: 17 civiles, entre ellos un niño, mueren en un ataque a un mercado en el este de Ucrania

En Ucrania, ni comprar en el mercado puede considerarse seguro. Al menos 17 personas, entre ellas un niño, han muerto este miércoles en las calles de Konstantinovka, una localidad situada al este del país, tras haberse precipitado un misil de origen desconocido. El ataque ha pillado desprevenidos a los transeúntes, que han visto como en un abrir y cerrar de ojos un estruendo ensordecedor engullía las paradas que comerciaban al aire libre, dejando un rastro de llamas, polvo y caos.

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"Un mercado normal. Tiendas. Una farmacia. Gente que no hizo nada malo", ha denunciado el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en un mensaje publicado en distintas plataformas digitales en el que ha acusado a "terroristas rusos" de estar detrás de la operación. A las 17 personas asesinadas por la artillería, se le suman al menos 31 heridos. "Lamentablemente, los números podrían aumentar", ha añadido el dirigente.

El ataque, que se produjo en torno a las 14:00 hora local, sería uno de los más mortíferos registrados en los últimos meses, marcados por el lanzamiento de la contraofensiva ucraniana, que avanza lentamente sobre el mapa. En las imágenes captadas por una cámara de videovigilancia y compartidas por Zelenski se observa como la tranquilidad de una calle comercial se ve perturbada por un silbido 'in crescendo' de proyectil que termina en una fuerte explosión.

A las 18:00 hora local, las autoridades han declarado que las labores de búsqueda y rescate habían concluido. El incendio causado por la explosión rusa también ha sido "contenida", según el primer ministro ucraniano Denys Chmygal.

Cerca del frente de guerra

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Konstantinovka es una pequeña localidad industrial situada en la región de Donetsk cerca del frente oriental de guerra. El núcleo urbano, donde se ha producido el ataque, se encuentra a tan solo 26 kilómetros de distancia de Bajmut. Tras 10 meses de combates, la ciudad fue capturada en mayo por las tropas rusas. Sin embargo, su control está lejos de ser asegurado, pues el ejército de Kiev ha acentuado los ataques por distintos flancos, logrando liberar casi 50 kilómetros cuadrados de territorio, según confirmó en Telegram la viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Maliar.

Como Konstantinovka, las localidades que se encuentran cerca de esa zona de combate también se han visto afectadas periódicamente por los bombardeos rusos. Ucrania lanzó en junio una compleja contraofensiva que busca reconquistar los territorios ocupados por Rusia en el este y el sur del país.

Víctimas civiles

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El Kremlin insiste que solo dispara contra objetivos militares, pero la realidad es mucho menos idílica. Las víctimas de este último bombardeo "inhumano" y "perverso" –palabras de Zelenski– son civiles que deambulaban por las tiendas y los edificios cercanos al mercado Kostantinovka. "Dirigir intencionadamente un ataque contra civiles o bienes de carácter civil es un crimen de guerra", ha denunciado en un comunicado Denise Brown, coordinadora humanitaria de la ONU.

Desde el 24 de febrero de 2022, cuando el presidente ruso Vladímir Putin puso en marcha la invasión terrestre de su país vecino, unos 9.177 civiles han fallecido y otros 15.993 han resultado heridos, según los cálculos de la ONU. Sin embargo, las cifras reales podrían ser mucho peores. El fiscal ucraniano Yuriy Belousov, encargado de investigar crímenes de guerra, incluso las ha elevado a 100.000 víctimas. "El mal ruso debe ser derrotado lo más rápido posible", ha insistido Zelenski.

Más ayuda de EEUU

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El bombardeo contra Kostantinovka ha coincidido con la visita sorpresa a Kiev del secretario de Estado estadounidense Antony J. Blinken. Su viaje se debe a un nuevo paquete de ayuda que Washington proporcionará a su aliado y que superará los 1.000 millones de dólares de valor. El paquete incluye principalmente asistencia humanitaria y financiera, pero Blinken ha insistido en que EEUU seguirá mandando armamento para impulsar el avance sobre el terreno de las tropas ucranianas.

El ataque se ha producido pocas horas después que el parlamento de Ucrania certificase el nombramiento de Rustem Umerov como nuevo ministro de Defensa. El líder tártaro de Crimea pasa a ocupar el cargo hasta ahora ostentado por Oleskii Reznikov, apartado en medio de las sospechas de corrupción que afectan a su departamento. Umerov llega para liderar la contraofensiva. "Haré todo lo posible e imposible para la victoria de Ucrania", ha apuntado en un mensaje publicado en Facebook. "Esta llegará cuando liberemos cada centímetro de nuestro el país y a cada uno de nuestros ciudadanos".