Nuevo curso político en Francia

El fantasma de la división planea de nuevo sobre la izquierda francesa

Macron se reúne con jefes de la oposición en busca de un nuevo impulso a su mandato

EDITORIAL | Francia, un país gripado

Macron meets with opposition parties leader in Saint Denis

Macron meets with opposition parties leader in Saint Denis / EFE/EPA/CHRISTOPHE PETIT TESSON

Enric Bonet

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La diputada ecologista Sandrine Rousseau fue silbada por el público el 26 de agosto durante un coloquio en la universidad de verano de la Francia Insumisa en Valence, cerca de Lyon (centro-este). A unos 750 kilómetros más al norte, una suerte parecida había tenido el día antes la diputada insumisa Clémentine Autain en el encuentro veraniego de los verdes en Le Havre. Aparentemente anecdóticos, estos incidentes reflejan las tensiones actuales entre los distintos partidos de la izquierda francesa que componen la coalición unitaria NUPES.

El Partido Socialista (PS), la Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, los verdes y los comunistas afrontan el nuevo curso político marcados por sus estrategias divergentes de cara a las elecciones europeas del año que viene. Después de que la gauche se quedara en abril de 2022 fuera de la segunda vuelta de las presidenciales por segunda vez consecutiva, estas cuatro formaciones acabaron con décadas de divisiones y se presentaron conjuntamente en las legislativas de junio del año pasado. 

Gracias a esa alianza, la NUPES obtuvo 151 diputados (de un total de 577) y se convirtió en la principal fuerza de oposición en la Asamblea Nacional. Pero apenas dos años después, esta coalición podría romperse y que cada partido se presente por separado en junio de 2024. ¿Será una ruptura solo temporal? ¿O el regreso a la senda de la fragmentación, que en los últimos años ha sido mortal para la izquierda gala? El tiempo dirá.

¿Una división solo temporal?

Europa Ecología Los Verdes (EELV) ya ha dicho que tendrá su propia lista y escogió a su candidata. Lo mismo hizo el Partido Comunista. Los socialistas dudan, aunque todo apunta a que seguirán el mismo camino. “No creo que haya una lista unitaria de cara a las europeas. (…) Una alianza solo entre el PS y LFI me parece imposible”, explica a EL PERIÓDICO el socialista Gaston Laval, responsable del partido de la rosa en el distrito X de París. “Tenemos una diferencia de fondo: nuestra visión sobre Europa. Los socialistas y los verdes somos federalistas, mientras que los comunistas y los insumisos no lo son”, añade para justificar esta fragmentación. 

Durante el último año, los diputados de la NUPES votaron lo mismo en la mayoría de los escrutinios en la Asamblea Nacional. Lo que reflejó las convergencias ideológicas entre estos cuatro partidos a nivel de política interna. Pero, en cambio, las diferencias persisten en política internacional, sobre todo respecto a la UE o la guerra de Ucrania. “Es cierto que hace cinco años sus posiciones sobre Europa eran muy distintas, pero LFI dejó de lado sus postulados más eurocríticos y ahora resultan más parecidas”, defiende el politólogo Stefano Palombarini, cercano al partido de Mélenchon. 

“Mientras la izquierda estaba unida hace un año, ahora está muy dividida”, lamenta este profesor en la Universidad París 8. Palombarini teme que esta división repercuta en los otros comicios más allá de las europeas, pero también que lastre el peso de la izquierda en un contexto aparentemente propicio. Aunque la rentrée viene marcada por la inflación y las altas temperaturas de la segunda quincena de agosto, la actualidad de los partidos progresistas en las últimas semanas estuvo dominada por una polémica sobre el rapero Médine —acusado de antisemitismo por la ultraderecha— al que invitaron en las universidades de verano de los verdes e insumisos. Y, más recientemente, por la voluntad del Gobierno de prohibir en escuelas e institutos las túnicas de la abaya.

El posible retorno de Ségolène Royal

Además de las programáticas, la fragmentación en las europeas también se debe a diferencias estratégicas. Los comicios de 2024 “también pueden servir para reequilibrar el peso de cada partido dentro de la NUPES”, reconoce Laval. Este militante socialista considera que esta división solo será temporal y los partidos de izquierdas volverán a unirse de cara a las próximas municipales de 2026 y las presidenciales y legislativas de 2027. 

Fruto del resultado en las últimas presidenciales —Mélenchon (22%) quedó claramente por delante de los otros candidatos de izquierdas que no llegaron al 5%—, la izquierda insumisa ha llevado la voz cantante de esta coalición en el último año. A los otros tres partidos les gustaría aprovechar las europeas para ganar peso en el seno de la gauche. Esos comicios son los únicos en Francia que no se rigen por un sistema electoral a doble vuelta y el voto útil está menos presente. Si supera el umbral del 5% de los sufragios, cada partido obtiene representación.

Según los últimos sondeos, si se presentan por separado, los partidos de izquierdas obtendrían un mayor número de diputados. Pero, si se presentan unidos, le disputarían la primera plaza a la Reagrupación Nacional de la ultraderechista Marine Le Pen y al partido del presidente Emmanuel Macron. Lo que supondría un mensaje de cierto optimismo para el votante progresista de cara a las presidenciales de 2027. “Si nos presentamos por separado, perderemos. Tenemos que estar unidos si queremos llegar a la segunda vuelta”, defendió Mélenchon el 24 de agosto en un acto con Yolanda Díaz en la universidad de verano de LFI, los más partidarios de la unidad de las izquierdas para las europeas.

En ese mismo evento, Ségolène Royal, de 69 años, —la candidata del PS en las presidenciales de 2007 y ministra de Medioambiente de François Hollande— se postuló para encabezar una lista unitaria. Una propuesta que no seduce a los otros partidos de izquierdas, pero sí que la respaldó Mélenchon. Las próximas europeas no solo pueden verse marcadas por el retorno de la división en la gauche, sino también por otro regreso inesperado: el de la mediática, pero también controvertida, Ségolène Royal.

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