Israel finaliza la operación en Yenín, dejando tras de sí 12 muertos y destrucción

Israel da por terminada la mayor operación militar desde la Segunda Intifada. A su paso, ha dejado 12 muertos palestinos en el campo de refugiados de Yenín. Entre ellos, se cuentan tres menores. Más de 3.000 personas han sido desplazadas. El campamento de Yenín, al norte de la Cisjordania ocupada, ya no volverá a ser el mismo después de haber sufrido el castigo colectivo en forma de 44 horas de bombardeos aéreos y tiroteos. Alrededor de 120 palestinos han sido detenidos. Un soldado israelí ha muerto durante los dos días de ofensiva, y desde la Franja de Gaza, se han lanzado cinco cohetes hacia Israel. 

Aquellos que no tuvieron otra opción que quedarse confiando en la seguridad de sus precarios hogares por fin han emergido de ellos, y el paisaje con el que se han topado ha sido desolador. Coches destrozados, calles levantadas, negocios bombardeados, edificios en ruinas y un silencio en las casas vecinas de aquellos miles de palestinos que han optado por huir. No es la primera vez que las más de 24.000 personas que viven en el campo de refugiados de Yenín se ven forzadas a enfrentarse a la destrucción. Hace 21 años, durante la invasión del 2002, el campamento también sufrió la violencia y el desgarro al ser castigado por levantarse durante la Segunda Intifada. 

Desde la Franja de Gaza, las milicias palestinas han lanzado cohetes en solidaridad con sus compatriotas resistentes de Yenín. Los cinco proyectiles han sido interceptados por el sistema antimisiles israelí y la avión israelí ha respondido con bombardeos a dos instalaciones militares del movimiento islamista Hamás, que gobierna el enclave. La Franja ya sufrió el pasado mayo una escalada bélica de cinco días que enfrentó a Israel y a la Yihad Islámica –sin implicación directa de Hamás– en la que murieron 34 gazatíes en el enclave y dos personas en Israel, una de ellas palestina. El ataque sobre Gaza ha tenido lugar horas después de que tropas israelíes comenzaran el martes por la noche la retirada del campo de refugiados de Yenín. 

"Victoria" palestina

Según el Ejército israelí, han infligido graves daños a los grupos militantes durante la operación, que ha incluido una serie de ataques aéreos inéditos en los últimos 20 años y cientos de tropas terrestres. Han informado de la confiscación de miles de armas, materiales para fabricar bombas y alijos de dinero, hallados en escondidos de militantes como en áreas civiles, de acuerdo a las fuentes militares. Pero no está claro si habría algún efecto duradero tras año y medio de intensos combates en Cisjordania. “Nuestra lucha contra el terrorismo no ha terminado”, ha dicho el portavoz del Ejército israeli, Daniel Hagari. “Nuestra situación es mejor ahora que el campamento ha perdido capacidad”, ha añadido. 

Por su parte, los grupos militantes palestinos de Yenín han celebrado lo que ellos consideran una “victoria” mientras iban llegando algunos de los miles de residentes que abandonaron el campo cuando estaba siendo asediado por las bombas. “Les hemos enseñado una lección imperdonable”, ha dicho Ahmed Rashid, de 23 años, a The Jerusalem Post en referencia a los soldados israelíes. “Se vieron obligados a retirarse menos de dos días después de la invasión porque no lograron la mayoría de sus objetivos; gracias a Dios, la mayoría de los combatientes no han resultado heridos”, ha añadido. Los residentes del campo han aplaudido la resistencia ejemplar de la Brigada Yenín, que aglutina a las milicias de todas las facciones. 

Contra la Autoridad Palestina

Tras la retirada israelí, decenas de palestinos han atacado con piedras y artefactos explosivos la sede local de las fuerzas de seguridad palestinas en Yenín, acusadas de “esconderse” durante la operación israelí y de no “defender” a los palestinos de la "agresión". El lunes por la noche las autoridades palestinas decidieron detener todos los contactos y reuniones con Israel y mantener la suspensión de la coordinación de seguridad entre las fuerzas de seguridad palestinas e israelíes. A su vez, también optaron por limitar su relación con Estados Unidos por el supuesto fracaso de Washington para ejercer presión sobre Israel. 

La Cisjordania ocupada vive su mayor pico de violencia desde la Segunda Intifada (2000-05). Este 2023 ya han muerto 156 palestinos por fuego israelí, milicianos y civiles, incluidos 27 menores. En paralelo, el área ha visto la proliferación de nuevos grupos armados palestinos, que realizan cada vez más ataques y han dejado 26 muertos del lado israelí, la mayoría colonos, cinco de ellos menores, y un soldado.