Numerosos heridos

Diez muertos en un ataque de Rusia contra Kriviy Rig, ciudad natal de Zelenski

Última hora de la guerra entre Rusia y Ucrania, en directo

Kiev anuncia la liberación de siete pueblos y 90 kilómetros cuadrados en su contraofensiva

Masivo bombardeo ruso en la ciudad ucraniana de Krivói Rog

Masivo bombardeo ruso en la ciudad ucraniana de Krivói Rog. En la foto, la zona residencial donde se ha producido el ataque con misiles rusos durante la noche. / ALINA SMUTKO / REUTERS / VÍDEO: EFE

Marc Marginedas

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En cada ocasión en que Ucrania impone un giro en el devenir de la guerra, arrecian los ataques deliberados rusos contra objetivos civiles. Esta apreciación, consensuada por un buen número de observadores militares desde el inicio de la guerra de Ucrania, tiene muchos números de haberse convertido en realidad en la madrugada del lunes al martes en la localidad minera de Kriviy Rig, cuna del actual presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Al menos 10 personas han perdido la vida como consecuencia de un bombardeo con misiles contra un edificio de apartamentos y un almacén. Y es que la esperada contraofensiva ucraniana parece ganar momentum con el paso de las horas, con nuevos avances y recuperaciones de poblaciones, aunque aún sea temprano para determinar si ha logrado superar el complejo sistema de defensas que han preparado las tropas rusas para rechazar incursiones de las fuerzas de Kiev en la Ucrania ocupada.

"Los asesinos rusos continúan su guerra contra los edificios residenciales, las ciudades y las gentes ordinarias", ha denunciado Zelenski en su cuenta de Telegram. Y ciertamente, en el escenario de los hechos, no se identificaba en las proximidades objetivo militar alguno que justificara un ataque en el que los supervivientes llegaron a contabilizar hasta dos explosiones. Una de ellas, sacudió violentamente el edificio donde residía Olha Chernoúsova, llegando a arrojarla literalmente fuera de la cama donde dormía y obligándola a refugiarse en el balcón. "Pensé que tendría que saltar a un árbol", ha confesado a Reuters. El enviado especial de la agencia pudo constatar graves daños en la calle donde se hallaba el objetivo, incluyendo la completa destrucción de cinco vehículos.

"Otro acto terrorista de los rusos en el sector residencial; por la noche; a traición; cruelmente", ha denunciado el gobernador local, Serhiy Lisak. El responsable ha aprovechado la ocasión para insistir a la ciudadanía que no ignore las alertas aéreas, al tiempo que ha indicado que hay tres víctimas hospitalizadas de un almacén que ha quedado destruido y donde es probable que haya personas bajo los escombros. También ha informado acerca de "cuatro heridos más en otra localización", donde también han ardido un edificio y un coche.

Este nuevo bombardeo se produce mientras el Ejército ucraniano está realizando los más importantes avances en territorio bajo control de su enemigo desde el pasado noviembre, fecha en que las tropas rusas se retiraron del margen occidental del río Dniéper en la región de Jersón, incluyendo a la capital provincial. Un periodista también de Reuters ha logrado llegar hasta la localidad de Neskuchne, hasta hace unos días bajo control de las fuerzas rusas, certificando que los avances anunciados por las autoridades en Kiev eran ciertos. El reportero ha informado que el lugar se hallaba desierto, que la bandera ucraniana ondeaba sobre los restos de un comercio y que únicamente podían vislumbrarse en sus calles embarradas cadáveres de soldados rusos y el trajín de los blindados ucranianos. "Hace tres días aquí estaban los rusos; les hemos expulsado de Neskuchne. ¡Gloria a Ucrania!", ha proclamado un miembro de las unidades de defensa territorial, el cuerpo de civiles adiestrados y entrenados para combatir por los cuerpos militares en los meses inmediatamente anteriores al inicio de las hostilidades.

Todo ello se produjo durante una jornada en la que el presidente ruso, Vladímir Putin, se ha mostrado especialmente locuaz acerca del desarrollo de las hostilidades y de los objetivos de la guerra, tipificada por el vocabulario del Kremlin como "operación militar especial". De acuerdo con sus palabras, los objetivos iniciales de la ofensiva, resumidos en expulsar de Kiev al "Gobierno nazi" presidido por Zelenski siguen vigentes, aunque Rusia se haya visto obligada a modificar las tácticas según el desarrollo de los acontecimientos. El líder del Kremlin ha admitido que sus fuerzas presentan debilidades, en particular en el ámbito de las "municiones de alta precisión", "drones" y "equipos de comunicación".