Violencia en Colombia

Petro se anota una victoria política al pactar con el ELN un cese al fuego

La "paz total" de Petro en Colombia choca con numerosos obstáculos

El presidente de Colombia Gustavo Petro (i), acompañado del presidente de Cuba Miguel Díaz Canel (d), habla durante el cierre de la tercera ronda de conversaciones de paz hoy en La Habana (Cuba).

El presidente de Colombia Gustavo Petro (i), acompañado del presidente de Cuba Miguel Díaz Canel (d), habla durante el cierre de la tercera ronda de conversaciones de paz hoy en La Habana (Cuba). / EFE/Ernesto Mastrascusa

Abel Gilbert

Abel Gilbert

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En una de sus semanas políticas más difíciles, durante la cual los fantasmas de una conspiración en ciernes fueron agitados desde el Gobierno, el presidente colombiano Gustavo Petro pudo anotarse una victoria política. No se sabe hasta cuándo, pero su anunció supone un punto de inflexión la anhelada "paz total". El propio Petro ha viajado a La Habana para firmar un cese al fuego de seis meses con el ELN, la guerrilla de corte guevarista. Se trata de un paso significativo que debe llevar a una tregua entre el Estado y la insurgencia que opera desde mediados de los años sesenta al calor de la revolución cubana.

"Esta firma de estos acuerdos parciales, que los llevan a ustedes a un cese el fuego, a un punto que nunca habían experimentado en los diálogos, a un cese al fuego que sigue con una promesa: el 25 de mayo de 2025 cesa definitivamente la guerra de décadas entre el ELN y el Estado de Colombia", dijo el mandatario.

Antonio García, el comandante del ELN también estuvo presente en la isla. "’Llegué por una solicitud generosa también del presidente Gustavo Petro y vine a vincularme a la firma del acuerdo. Busco respaldar este proceso con mi posición crítica para las discusiones. Toda voz crítica que sea constructiva hay que saberla escuchar", pidió.

En virtud de lo pactado, entre este sábado y el 10 de julio deben cumplirse distintas etapas que van desde el "alistamiento" y la "activación de canales de comunicación" entre las partes, y a partir de esta última dará comienzo el plazo de seis meses de cese del fuego.

"Ustedes al firmar estos acuerdos progresivos se están colocando en circunstancias muy diferentes a los que firmaron acuerdos anteriores", dijo Petro, recordando los frustrados intentos anteriores de negociación de un acuerdo de paz con distintos Gobiernos del centro y la derecha colombiana. "En cierta forma aquí se acaba una fase: la insurgencia armada de la que hicimos parte todos. La América Latina se transforma ya de otra manera, junto con la humanidad", añadió, con una alusión a su propio pasado como integrante de la guerrilla urbana M-19.  Ese grupo abandonó las armas a fines de los años ochenta y se sumó al proceso que desembocó en la elaboración de una nueva Carta Magna. Para Petro, ese ha sido un acontecimiento relevante. "Yo soy presidente hoy gracias a esa Constitución".

Los pasos que siguen

Las negociaciones entre el primer Gobierno de izquierdas y la guerrilla han pasado antes por México y Caracas. Venezuela juega un papel no menor en este proceso por dos razones: el ELN opera en 22 de los 32 departamentos de ese país, pero especialmente en zonas lindantes con Venezuela.  Además, el madurismo tiene estrechos contactos con su liderazgo. No en vano, las tratativas proseguirán en la capital venezolana en agosto. A la par, Petro ha decidido contribuir a las soluciones posibles del conflicto interno venezolano. De hecho, a fines de abril se había realizado en Bogotá una conferencia internacional con la presencia de Estados Unidos que concluyó con el respaldo al levantamiento de las sanciones a cambio de elecciones libres.

La ONU ha saluda el paso que se anunció en La Habana. La presencia de Petro y García en Cuba confirma, según la Secretaría General, "la voluntad política de las partes". Más allá del entusiasmo que ha despertado este avance, el camino de la "paz total", al menos en lo que respecta al ELN, está revestido de complejidades, al punto de que la insurgencia se reserva la posibilidad de proseguir con su política de secuestros y extorsiones mientras no se cierren todos los aspectos del acuerdo. "Las operaciones de finanzas del ELN se comenzaron a discutir aquí, pero esa discusión no terminó. Se va a seguir discutiendo, no entraron en estos protocolos", explicó al respecto el jefe negociador de la insurgencia, Pablo Beltrán.