La UE sanciona a siete políticos y empresarios prorrusos por desestabilizar Moldavia

Los Estados miembro de la Unión Europea (UE) han aprobado sanciones contra siete individuos moldavos, a cinco de los cuales les atribuye maniobras para desestabilizar Moldavia y al resto les responsabiliza de apoyar la guerra de agresión rusa contra Ucrania.

Estas medidas, que llegan a un día de la cumbre de la Comunidad Política Europea en Chisinau, son una importante señal del apoyo europeo frente a la agresión de Rusia, que tiene especial repercusión en Moldavia.

"Moldavia es uno de los países más afectados por las consecuencias de la invasión ilegal de Ucrania por Rusia. Hay intentos serios, crecientes y continuados de desestabilizar el país", ha asegurado el Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, a través de un comunicado.

De esta forma, el bloque europeo estrena el régimen de sanciones adoptado el pasado mes de abril para combatir a actores desestabilizadores de la democracia moldava. En particular, la UE da el paso de imponer restricciones al político y oligarca Ilan Shor, considerado el dirigente prorruso más relevante en Moldavia y cuya formación política SOR ha organizado protestas que han acabado con desórdenes públicos.

La UE atribuye a Shor, implicado en actividades de financiación ilegal de partidos políticos, incitación a la violencia contra la oposición política y señala que su formación paga y adiestra a personas para provocar desórdenes y disturbios durante protestas en Moldavia. El magnate se encuentra en Israel tras ser condenado a 15 años de prisión por un caso de fraude bancario en Moldavia.

Desestabilización antidemocrática

Los Veintisiete incluyen en su 'lista negra' a otros miembros del partido, incluida la líder adjunta, Marina Tauber, y a empresarios de nacionalidad rusa y moldava acusados de casos de corrupción y de maniobras de menoscabo de la democracia moldava para aumentar la influencia rusa.

Igualmente, dos políticos y empresarios moldavos han sido incluidos en el régimen de sanciones relativo a la invasión rusa de Ucrania por sus acciones en apoyo a la ocupación de territorios ucranianos.

Este marco de sanciones busca frenar las injerencias externas en Moldavia, después de que el Gobierno de Maia Sandu haya denunciado movimientos agitadores rusos dentro del país y en marzo detuviera a miembros de un presunto grupo de "desestabilizadores" a sueldo de Moscú.