Conflicto en Europa

El Papa no se rinde y confía a un cardenal italiano una misión de paz para aplacar la guerra en Ucrania

La decisión de Francisco se produce a pesar de que Zelenski dijera tras reunirse con él que su país no necesita "mediadores"

Francisco elige a Matteo Zuppi, vinculado a la diplomacia paralela del Vaticano

Irene Savio

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El Papa no da marcha atrás y mantiene sus esfuerzos para aplacar la invasión rusa de Ucrania. La oficina de prensa del Vaticano ha confirmado este sábado que Francisco ha decidido confiar al cardenal italiano Matteo Zuppi, vinculado a la principal organización que suele ejercer la diplomacia paralela de la Santa Sede, “una misión que contribuya a aliviar las tensiones del conflicto” en Ucrania.

Eso significa que Francisco ha decidido seguir hacia adelante en sus gestiones para lograr que Ucrania y Rusia pacten una tregua. Y, para ello, Francisco ha elegido a uno de sus diplomáticos más veteranos. De hecho, Zuppi no solo es el hoy jefe de los obispos italianos. Su currículum también incluye la participación en exitosas mediaciones de paz en países africanos como Mozambique, como miembro de la Comunidad de Sant’Egidio, organización católica involucrada durante décadas en la resolución de conflictos. Y, en 2017, también participó en un acto de entrega de las armas de ETA en la ciudad francesa de Bayona.

Aún así, la decisión de Francisco, sobre la que durante toda la semana hubo rumores, llega en un momento difícil. Se produce en momentos en los que los países occidentales han reafirmado su apoyo militar a Ucrania, China está intentando una mediación de éxito dudoso, y tampoco Rusia da señales de estar abierta a un diálogo real con el país que invadió hace casi un año y medio

Sin noticias del emisario a Moscú

En cuanto a Kiev, el propio presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó, en su reciente viaje a Roma durante el cual se reunió con Francisco, que Kiev no necesita de “mediadores” para poner fin a la guerra. Lo que tal vez explique también las muy medidas palabras del escueto comunicado ofrecido por el Vaticano. Según este texto, de hecho, el Papa todavía no ha establecido los tiempos y las modalidades de la misión de Zuppi. “Están siendo estudiadas”, se ha comunicado. 

En la misma línea, tampoco se ha informado del emisario que el Papa debería enviar a Moscú para mediar con el Kremlin. En los pasados días, la prensa italiana ha especulado con que podría ser el arzobispo Claudio Gugerotti, sucesor del cardenal argentino Leonardo Sandri al frente del Dicasterio para las Iglesias Orientales. Gugerotti es un gran conocedor de Rusia y alrededores, dado que fue nuncio (embajador vaticano) en Armenia, Ucrania, Georgia y Bielorrusia.

Diplomacia continuada

Desde el año pasado, el Papa ha estado involucrado en diversas mediaciones entre Ucrania y Moscú sobre cuestiones humanitarias, en particular para el intercambio de soldados capturados por ambos bandos. Y, más recientemente, tanto Zelenski como el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, le han pedido ayuda para lograr la devolución de los niños ucranianos trasladados a Rusia

Pero esto ya no parece ser suficiente para Francisco. Por el contrario, el Papa incluso ha retomado últimamente el diálogo con los ortodoxos rusos, después de que el año pasado Cirilo I y Francisco mantuvieran un fortísimo cruce de opiniones. La razón, comentaba esta semana una fuente vaticana a esta periodista, es que “la guerra de Ucrania ocupa ya el 50% de lo que el Papa hace y piensa”.