Diplomacia vaticana

El papel mediador del Papa en la guerra de Ucrania

Francisco asegura haber contribuido con sus gestiones al intercambio de prisioneros en el conflicto rusoucraniano

El Papa Francisco en una recepción el pasado mes de octubre.

El Papa Francisco en una recepción el pasado mes de octubre. / EFE

Irene Savio

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El Papa ha mediado ante Rusia para obtener la liberación de prisioneros capturados por las tropas de Vladímir Putin en Ucrania. Así lo ha revelado el propio Francisco, en una entrevista a la revista jesuita America Magazine, cercana a sectores del catolicismo progresista en Estados Unidos. "Con el presidente (Volodímir) Zelenski hablé por teléfono tres veces", ha contado Francisco. "Y mi trabajo en general es recibir listas de presos, sean presos civiles o presos militares y hacerlas llegar al Gobierno ruso", ha relatado el pontífice argentino. "La respuesta ha sido siempre muy positiva", ha añadido al subrayar que también ha trabajado junto a "delegados de Ucrania, del Gobierno".

Estas gestiones llegan después de un diálogo entre el Vaticano y Rusia que se activó ya el 25 de febrero, tan solo un día después de que el presidente ruso pusiera en marcha su invasión de Ucrania, ha añadido el Papa. Tanto es así que el pontífice también ha evaluado la posibilidad de viajar a la región para contribuir a un posible diálogo entre los dos países, según ha dicho.

"El segundo día de la guerra fui a la embajada rusa, un gesto inusual porque un Papa nunca va a una embajada. Y ahí le dije al embajador que le dijera a Putin que yo estaba dispuesto a viajar, a condición que me dejara una ventanita chiquita para negociar", ha explicado. "Me contestó el canciller (Serguéi) Lavrov, con mucha altura, una linda carta, donde comprendía que por el momento no era necesario", ha revelado. "Ahora tomé la decisión: si viajo, voy a Moscú y a Kiev, a las dos, no a un solo lugar".

300 prisioneros

Francisco ha confirmado de esta manera una mediación que, en parte, ya había sido adelantada por el jesuita Antonio Spadaro, uno de sus más cercanos colaboradores. De hecho, ya en septiembre, Spadaro difundió el contenido de una conversación sobre este asunto entre el Papa y un grupo de jesuitas al final de su viaje a Kazajistán.

En esa reunión, dijo Spadaro, el Papa relató el episodio de una conversación con el embajador ruso ante la Santa Sede al que Francisco llamó después de que un grupo de ucranianos le entregara una lista con 300 prisioneros. En este grupo de ucranianos, "estaba el vicerrector de la Universidad Católica de Ucrania, acompañado por el consejero del presidente para asuntos religiosos, un evangélico", afirmó Francisco, según el relato hecho por Spadaro. 

"Hablamos, discutimos. También vino un jefe militar encargado del intercambio de prisioneros, de nuevo con el asesor religioso del presidente Zelenski", añadió el Papa.

La petición de Francia

Aunque no está clara la influencia real del Vaticano sobre Rusia, no es la primera vez que tanto unos como otros expresan su voluntad para que el Papa juegue un rol de mediador en una eventual negociación para poner fin a la guerra en Ucrania. 

En octubre, el propio presidente francés, Emmanuel Macron, pidió al Papa llamar a Putin y al patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Kiril, así como al presidente estadounidense, Joe Biden, para impulsar un proceso de paz en Ucrania. Un país que, sin embargo, no se ha pronunciado al respecto.  

"Estamos dispuestos a debatir todo esto (la situación en Ucrania) con los estadounidenses, los franceses y con el pontífice", respondió el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov. "Si esto realmente va en la dirección de la búsqueda de posibles soluciones, se puede valorar positivamente", recalcó.

El antecedente de 1962

De ocurrir, no sería la primera vez en que el Vaticano juega un papel crucial en una negociación que involucra a Rusia y Estados Unidos. El antecedente es de 1962, cuando el mundo estuvo al borde de un conflicto de grandes dimensiones por la llamada crisis de los misiles de Cuba, y el Papa Juan XXIII ayudó a desbloquear el diálogo entre la Unión Soviética y Estados Unidos.

No obstante, el camino en la actualidad parece cuesta arriba. Prueba son las palabras del propio embajador ruso ante el Vaticano, Aleksander Avdeev, quien este martes criticó precisamente la última entrevista de Francisco, en la que el Papa también denunció la "crueldad" de las tropas rusas. 

"Cuando hablo de Ucrania, hablo de un pueblo mártir, de un pueblo martirizado. Si hay un pueblo martirizado, hay alguien que lo martiriza", dijo Francisco en su conversación con America Magazine. "He expresado mi indignación por estas insinuaciones y he subrayado que nada puede alterar la cohesión y la unidad del pueblo ruso", ha dicho Avdeev en declaraciones recogidas por la prensa italiana.

A pesar del importante papel en las negociaciones, las declaraciones del Papa no han gustado a las minorías étnicas rusas. "Los más crueles (en el frente) son probablemente los que son rusos pero no son de tradición rusa, como es el caso de los chechenos, los buriatos, entre otros", fue la frase que ha despertado el descontento entre las minorías rusas. La directora de Investigación de la organización Free Buryatia Foundation ha denunciado en redes sociales que está "profundamente decepcionada" con lo que considera una "acusación sin fundamento y marcadamente racista", informa Àlex Bustos.