Tendencia social

La juventud rusa, de espaldas a la realidad

Rusia tiene preparada la sucesión de Lukashenko, según la oposición bielorrusa

Dos mujeres caminan con sus hijos por una calle de Moscú, el pasado 12 de mayo.

Dos mujeres caminan con sus hijos por una calle de Moscú, el pasado 12 de mayo. / YURI KOCHETKOV / EFE

Àlex Bustos

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El Día de la Victoria, en el que se esperaban multitudes para recibir a los blindados rusos, muchos prefirieron pasar el día en la casa de campo . En el Día de la Ciudad de Moscú, en plena contraofensiva ucraniana en el mes de septiembre, los moscovitas bailaban con jolgorio ajenos a lo que estaba pasando en el frente. La desconexión de muchos rusos de la actualidad era algo real antes del inicio de la llamada "operación militar especial", pero a partir de esta ha ido in crescendo paulatinamente. Esta tendencia está más presente entre la gente joven y en especial en las grandes ciudades.

Aunque ha habido intentos de protestas en diferentes ocasiones, especialmente al inicio del conflicto y cuando se anunció la movilización parcial, actualmente no hay actividad en ese campo. Explica Mijáil –que prefiere no dar su nombre real– que es habitual que "los rusos prefieran ser más pasivos". Es periodista y su medio ha recibido multas en diferentes ocasiones por la ley de los 'fakes' aprobada en 2022. Lamenta lo que él considera "la creencia de no poder cambiar nada" de la sociedad rusa, algo que apunta que se traduce en muchas ocasiones en preferir "desconectar".

Esta tendencia la ha reflejado con datos el centro de estudios independiente Levada, que apunta que solo el 51% de los rusos sigue muy activamente o activamente el desarrollo de la operación en Ucrania. El conflicto es aún más ignorado entre los más jóvenes, hasta los 24 años cerca del 75% lo sigue poco o nada. Cuando se pregunta por el apoyo al Ejército, el 42% no lo apoya.

Vera –que solicita también no usar su nombre real– asegura que le deprime "ver siempre noticias negativas", por ello prefiere evitar leer "cualquier tipo de medio". "Total, tampoco podemos cambiar nada", añade. Se entera de la actualidad a través de canales de Telegram, la forma más habitual de informarse para los rusos más jóvenes, aunque admite que tiene otras prioridades más cotidianas como las tareas del hogar o el propio trabajo. Lyudmila –nombre ficticio– admite que desde que empezó el conflicto lee menos noticias. "La muerte de Gorbachov (el 30 de agosto de 2022) pasó totalmente desapercibida para mí, me enteré unas semanas más tarde", revela. Es más crítica con el Gobierno, y afirma que ha tenido crisis de ansiedad en el último año, por la situación. "Fui incluso a alguna protesta, pero fue inútil", apunta.

La televisión y los más mayores

A partir de los 55 es cuando la tendencia se invierte. Esta franja de edad, que creció en la Unión Soviética, es la que más televisión consume y la que más confía en ella, según datos del mismo Levada (el 64% la considera el medio más fiable). El 84% la tiene como la principal fuente de información. Aleksey suele seguir la actualidad por este canal. "Allí sigo el desarrollo de la operación militar especial con detalle". "Rusia, una vez más, está luchando contra el fascismo al que Europa está armando alegremente", señala.

Justamente en los canales estatales es donde se vierten algunas de las opiniones incendiarias de algunos colaboradores, que incluso antes de la ofensiva hablaban de repartirse Ucrania con Polonia, de usar la isla de Gotland para invadir Suecia o en la actualidad piden bombardear ciudades europeas o "desnazificar" otros países fronterizos con Rusia como Kazajistán o los bálticos, una dinámica vista también antes del inicio del conflicto rusoucraniano.

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