Guerra de Ucrania

Rusia tiene preparada la sucesión de Lukashenko en caso de que éste falte, asegura la oposición bielorrusa

El presidente bielorruso Aleksander Lukashenko, ingresado en un hospital de Minsk

VISITA DE LUKASHENKO

VISITA DE LUKASHENKO / SERVICIO DE PRENSA DE LA PRESIDENCIA DE BIELORUSIA

Marc Marginedas

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Tras siete días de significativas ausencias en eventos de trascendencia, las autoridades de Bielorrusia han difundido las primeras imágenes del presidente, Aleksándr Lukashenko, desde que se desataron los rumores sobre su estado de salud. Aunque la líder de la oposición bielorrusa, Sviatlana Tsikhanoúskaya, ha pedido a sus seguidores estar atentos "para cualquier (posible) escenario" de cambio de poder en Minsk, tanto miembros de la oposición en el exilio como testimonios del interior del país ven muy difícil que una eventual ausencia del longevo mandatario bielorruso pueda propiciar alguna modificación relevante en el país, ni tampoco amenazar la alianza de la exrepública soviética con la Rusia de Vladímir Putin en la guerra de Ucrania.

Las fotografías difundidas este lunes por un canal de Telegram vinculado a la Administración de Lukashenko son instantáneas tomadas durante una visita a un puesto de control del Ejército, que más que disipar las especulaciones, lo que hicieron es avivarlas: el mandatario llevaba un aparatoso vendaje en un brazo, al igual que apareció durante las celebraciones del Día de la Victoria en Moscú, y tenía la voz ronca y entrecortada. "Así como lo entiendo, la situación no es crítica, pero sí preocupante", proclamó con dificultad durante una reunión con generales. Paralelamente al torrente de especulaciones sobre el estado de salud del mandatario, Tsikhanoúskaya, esposa del bloguero anticorrupción hoy encarcelado Serguéi Tsikhanouski y candidata de consenso entre las diferentes facciones opositoras en los comicios presidenciales de 2020, ha difundido en su cuenta de Twitter un llamamiento a sus partidarios: "Hay muchos rumores acerca de la salud de Lukashenko; para nosotros, ello solo significa una cosa: debemos estar preparados ante cualquier escenario, para introducir a Bielorrusia en la senda de la democracia y para impedir que Rusia interfiera".

Otras voces opositoras, en cambio, no son tan optimistas respecto a la posibilidad de que se produzca modificación alguna en el estatus quo del país, único aliado europeo del Kremlin en la guerra de Ucrania. "El relevo ya está preparado en Minsk; de hecho, Lukashenko ya había afirmado hace poco que quería abandonar el poder en dos años", explica a EL PERIÓDICO a través del teléfono Dmitri Bolkunets, politólogo y cofundador del Fórum de Fuerzas Democráticas, una plataforma opositora fundada en Berlín el pasado año.

La sucesora

La persona sobre la que con toda seguridad recaería la sucesión será Natalia Kochanova, en la actualidad presidenta del Consejo de la República, la Cámara alta del Parlamento bielorruso, de acuerdo con las enmiendas a la Constitución del país aprobadas en enero de 2022, es decir, poco antes del inicio de las hostilidades en Ucrania, en un referéndum llevado a cabo en una atmósfera de represión y denunciado como ilegítimo y fraudulento tanto por la oposición como por la UE y EEUU.

"Kochanova ha viajado reiteradamente a Moscú y ha recibido un trato incluso más deferencial que el propio primer ministro, Roman Golovchenko", destaca el analista, dando a entender que Moscú desde hace tiempo ya maniobra para mantener su influencia intacta en Minsk en el caso de que por alguna razón Lukashenko no pueda seguir ejerciendo el cargo. Bolkunets, próximo a Valeri Tsekpalo, otra de las figuras más relevantes de la oposición, candidato a las presidenciales de 2020 aunque vetado finalmente por las autoridades electorales, pide a la UE que, dado el caso, no crea en ningún gesto mínimamente aperturista que pueda realizar Kochanova, y mantenga intacto el régimen de sanciones.

La oposición en España tampoco espera nada especial de un eventual relevo del poder en Minsk. "Hay que ir con mucho cuidado, ya no somos ingenuos, como en 2020", explica a este diario Alena Turava, al frente de la asociación Razam Bielorrusos de Catalunya. Turava cree que, por el momento, el Ejército y las fuerzas de seguridad son leales al régimen, aunque admite que no existe en el estamento militar de su país ningún apetito de participar activamente en la guerra de Ucrania. Sus fuentes en el interior del país afirman que, en caso de marcha de Lukashenko, será colocado al frente del país "algún secuaz de Moscú, o algún miembro de la vertical del poder de Lukashenko, o algún miembro de las fuerzas de seguridad".

Un rápido sondeo realizado entre bielorrusos que permanecen en el interior del país corrobora las opiniones de Bolkunets y Turava. Sviatlana, una mujer que oculta su identidad real, asegura a través de un mensaje de WhatsApp que "nadie se alborota (en Bielorrusia) acerca de este tema, ni nadie espera un cambio positivo en el poder del país, si no hay nadie (para reemplazarlo) Rusia inmediatamente reaccionará", escribe, considerando como muy real la posibilidad de una anexión pura y dura. Valentina, por su parte, admite que será para ella un día de celebración. "Todos mis amigos tienen champán en la nevera, aunque hace ya mucho tiempo que está ahí", reconoce.

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