'Operación Orbe Dorado': Así es el plan para la coronación de Carlos III que lleva años en marcha

A pocas horas de la coronación de Carlos III de Inglaterra, la 'Operación Orbe Dorado' vive su punto álgido. Han pasado casi 70 años desde la última entronización de un monarca celebrada en la Abadía de Westminster. La última fue la de la reina Isabel II en el 2 de junio de 1953, de ahí que la proclamación de este sábado sea una cita histórica, que además cuenta con mil años de historia. Debido a la avanzada edad de Isabel, que murió a los 96 años, la ceremonia ha sido planeada durante años bajo el nombre clave de 'Operación Orbe Dorado'.

La organización de la coronación corresponde al conde de Nortfolk, título nobiliario que regenta en la actualidad Edward William Fitzalan-Howard. Al menos una vez al año se han celebrado reuniones de un consejo privado con un puñado de colaboradores del rey (personal de Clarence House), representantes del Gobierno y la Iglesia de Inglaterra. Además, desde que murió Isabel II se han dado detalles del evento, que será más modesto que el de 1953: costará más de 100 millones de euros e implica un despliegue de seguridad de 30.000 policías, de los cuales 11.500 estarán movilizados este sábado.

La operación de seguridad dispondrá de agentes en el recorrido de la procesión, así como de personal para gestionar las aglomeraciones y las afectaciones al tráfico, para proteger a las personalidades participantes y llevar a cabo registros con equipos especializados. También intervendrán miembros de la unidad canina, la de armas de fuego y habrá apoyo marítimo y policía Especial preparada para responder a cualquier incidente o delito

La Abadía de Westminster congregará a 2.200 invitados —hay muchos nombres ilustres que han dicho "no"— frente a los 8.000 que se concentraron para ver el entronización de Isabel II. Se ha reducido drásticamente el número de nobles y diputados invitados para hacer un hueco considerable a médicos, enfermeros, voluntarios de organizaciones caritativas y trabajadores sociales, explican fuentes de la organización.

Sin embargo, 70 años después acudirán representantes de de más de 203 países, entre los que se encuentran los reyes de España. En este sentido, la reina Letizia cautivó Londres con un diseño de Victoria Beckham en la recepción de ayer en el Palacio de Buckingham previa a la coronación, en la que este sábado no estará la princesa Leonor por un motivo de peso.

La ceremonia religiosa, que será oficiada por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, como marca la tradición. Aunque se conservará toda la pompa monárquica, la celebración reflejará el espíritu actual y la visión de futuro de Carlos III. Por eso, entre otras cosas, la coronación será más corta que la de la reina predecesor y durará unas dos horas