LOS RETOS, POLÉMICAS Y PROBLEMAS del REy CARLOS III

Por Laura Puig

Carlos Felipe Arturo Jorge -el nombre completo de Carlos III de Inglaterra-, será coronado el próximo 6 de mayo después de toda una vida preparándose para ello. El pasado 8 de septiembre fue proclamado rey tras la muerte de su madre, Isabel II. Con 73 años, se convirtió en la persona de más edad en acceder al trono británico y ostenta el récord de príncipe de Gales con más años de servicio de la historia. La ceremonia de coronación tiene lugar ocho meses más tarde debido al periodo de duelo requerido. Carlos, cuya popularidad está lejos de la que siempre tuvo su madre, ha iniciado su reinado en un momento de gran convulsión política y económica en el país y acarreando una pesada mochila de escándalos tanto propios como de otros miembros de la familia de la que ahora es cabeza.

De los problemas que arrastra el país hasta los escándalos familiares, este es un repaso de los retos, polémicas y problemas a los que se enfrenta el monarca británico

Un país en combustión

El Reino Unido se encuentra actualmente inmerso en una espiral de tensión económica y política que ha tenido un profundo eco en las calles del país desde el pasado verano. Trabajadores de la sanidad, la educación y los transportes, principalmente, se han ido turnando en una oleada de huelgas en reclamación de mejoras salariales frente a una inflación que el pasado mes de marzo se situó en el 10,1% (frente al 3,3% de España y el 6,9% de la eurozona). El IPC de los alimentos y las bebidas no alcohólicas escaló hasta el 19,2%.

Downing Street está viviendo igualmente tiempos convulsos, con cuatro primeros ministros en los últimos cuatro años. Tras los infructuosos esfuerzos de Theresa May por gestionar el Brexit, llegaron los escándalos de Boris Johnson y el fugaz mandato de Liz Truss (45 días). Desde el pasado 25 de octubre, está a los mandos del Gobierno Rishi Sunak, de origen indio y multimillonario -junto a su esposa, Murty, poseen una fortuna valorada en 839 millones de euros-. Sunak prometió mostrar "integridad, profesionalidad y responsabilidad" cuando asumió el cargo. En seis meses, ya han dimitido tres ministros por casos de supuesto acoso laboral o por no declarar problemas con Hacienda.

Detrás de muchos de los males del Reino Unido se encuentra el Brexit, la salida de la Unión Europea, pero no es la única causa, según coinciden la mayoría de analistas. La crisis de credibilidad en la clase política que desencadenó Tony Blair en 2003 cuando llevó al Reino Unido a la guerra de Irak basándose en mentiras y las medidas de austeridad aplicadas por los sucesivos gobiernos a raíz de la crisis financiera de 2008 esquilmando recursos a servicios públicos como la sanidad y la educación, también han contribuido a alimentar el actual clima de malestar. La invasión rusa de Ucrania y la crisis energética han sido la puntilla.

Las tensiones territoriales

Carlos III también se ha encontrado con un Reino Unido y una Commonwealth -la mancomunidad de naciones creada tras el derrumbe del imperio británico y que engloba a 56 países soberanos independientes- con tensiones latentes cuyas consecuencias son difíciles de prever.

Reino Unido

Escocia, Gales e Irlanda del Norte registran pulsiones independentistas, aunque con diferentes niveles de intensidad. No obstante, en ninguno de los tres casos se observa en este momento un movimiento mayoritario hacia esta opción.

En Escocia, el apoyo a una secesión ha experimentado en los últimos meses un retroceso (39% frente a un 47% en contra, según el último sondeo de YouGov para Sky News) coincidiendo con la retirada de Nicola Sturgeon y la aparición de diversos escándalos en el Partido Nacionalista de Escocia (SNP). El 18 de abril fue detenido su tesorero, Colin Beattie, por irregularidades en la gestión de unos 755.000 euros recaudados para la campaña de un segundo referéndum que de momento está aparcado. Por el mismo caso es investigado el marido de Sturgeon, Peter Murrell.

En Gales está creciendo el sentimiento independentista como respuesta al descontento con la gestión del Gobierno: es el territorio con los salarios más bajos del Reino Unido y casi una de cada cuatro personas vive en situación de pobreza. En estas circunstancias, el 29% de los galeses se declara a favor de la independencia, apunta el último sondeo de Redfield and Wilton Strategies.

En Irlanda del Norte, por contra, la cuestión es si permanecer en el Reino Unido o unirse a la República de Irlanda y en las últimas encuestas la balanza se inclina por lo primero (50% frente a un 27%, con un 23% de indecisos, según la proyección de Arins Project para 'The Irish Times'), a pesar de que los republicanos del Sinn Féin ganaron las elecciones de hace un año. La oposición de los unionistas del DUP al Protocolo de Irlanda y a la reciente enmienda aprobada por Sunak mantiene bloqueada la formación del Gobierno autónomo.

Caribe

Con la Commonwealth, el rey Carlos tiene el reto de sacudir el polvo a una organización que todavía arrastra el pecado original de la era colonial. De hecho, él sigue siendo el jefe del Estado de 14 de los países de esta organización. Aunque la lista se va haciendo más pequeña.

En noviembre de 2021, Barbados se convirtió en una república, y Antigua y Barbuda y Jamaica han anunciado sus intenciones de celebrar referéndums.

Otros países de la región que se podrían plantear en un futuro abandonar la corona son Santa Lucía o San Vicente y Granadinas. Este último Estado caribeño ya celebró una consulta en 2009, en la que triunfó la opción de seguir siendo una monarquía.

Australia

Australia también ha anunciado su voluntad de realizar un referéndum sobre esta cuestión en una fecha aún por determinar. En 1999 los australianos votaron a favor de seguir siendo súbditos de Isabel II (54,87% frente a 45,13%).

Canadá

Un reciente sondeo realizado en Canadá por el Angus Reid Institute indica que el 52% de los ciudadanos no quiere que su país siga siendo una monarquía constitucional y el 60% se opone a reconocer a Carlos como rey y todo lo que ello conlleva, como cantar el 'Dios salve al rey' o colocar su rostro en las monedas.

Durante los 70 años de su reinado, Isabel II mantuvo la neutralidad política que se espera de la cabeza del Estado del Reino Unido. Durante el referéndum de independencia de Escocia, se limitó a apuntar a un seguidor apostado a la salida de una misa cerca de Balmoral: "Espero que la gente piense muy cuidadosamente sobre el futuro". Algunos analistas ven difícil que Carlos mantenga la pulcritud de su madre en este terreno, pero el entorno del rey asegura que es muy consciente de cuál es su papel y se guardará de expresar sus opiniones.

Las sombras del pasado

La vida de Carlos ha estado salpicada de escándalos. El más conocido es el de su infidelidad a Diana con su actual pareja y reina consorte, Camila. Más allá de las páginas del corazón, el rey ha sido señalado en los medios por irregularidades en su fundación -el Fondo Benéfico del Príncipe de Gales (PWCF), que engloba varias organizaciones benéficas-, su patrimonio y sus injerencias en asuntos políticos.

El jeque Hamad bin Jassim bin Jaber al Thani.

El jeque Hamad bin Jassim bin Jaber al Thani.

La Policía Metropolitana de Londres abrió en febrero de 2022 una investigación sobre la donación de 1,7 millones de euros a la Fundación del Príncipe a cambio supuestamente de la concesión de la Orden del Imperio Británico -que facilitó la obtención de la ciudadanía- a un billonario saudí, Mahfuz Marei Mubarak bin Mahfuz. Como consecuencia del escándalo, fue cesado Michael Fawcett, hombre de confianza de Carlos. Cuatro meses más tarde salió a la luz que el entonces príncipe de Gales recibió entre 2011 y 2015 bolsas de dinero de manos del jeque y ex primer ministro de Catar Hamad bin Jassim bin Jaber al Thani. En total, tres millones de euros. Y el pasado julio, se desveló que la familia de Osama bin Laden donó 1,2 millones de euros en 2013, dos años después de la muerte del fundador de Al Qaeda en una operación del Ejército de EEUU.

Además de sus vínculos con el Golfo, también han aflorado donantes rusos. En septiembre de 2021, dimitió el presidente de la fundación, Douglas Connell, después de trascender que la entidad recibió 600.000 euros de un ciudadano ruso. La PWCF acabó devolviendo el dinero. Y en marzo de 2019, 'The Guardian' explicó que la fundación recibió 200.000 euros de una empresa offshore utilizada para sacar dinero de Rusia, donación que se destinó a la restauración de la mansión Dumfries House, en Escocia.

Según las informaciones publicadas, los pagos no se pueden considerar ilegales, pero supusieron una muesca más en la reputación del hoy rey

El patrimonio privado de Carlos III también es objeto de escrutinio. Según publicó a mediados de abril 'The Sunday Times', su riqueza personal asciende a 680 millones de euros, el doble de la estimada a su madre. El monarca habría amasado su fortuna gracias a movimientos empresariales y la gestión del ducado de Cornualles. Sin embargo, una reciente investigación de 'The Guardian', eleva la cantidad a 2.000 millones de euros. El patrimonio incluiría vehículos -Rolls-Royce, Bentley y Jaguar-, obras de arte, joyas, caballos pura sangre y propiedades, entre las que destacan dos fincas heredadas de su madre, Balmoral y Sandringham, además de inversiones en bolsa. Por la herencia, Carlos no ha tenido que pagar impuesto de sucesiones.

Otra de las polémicas que salpicaron al rey británico en su etapa como heredero fueron las cartas manuscritas que mandó a miembros del Gobierno sobre diferentes cuestiones, desde requerimientos para mejorar los recursos de las tropas destinadas a Irak a peticiones en favor de la medicina alternativa, pasando por otras relacionadas con el medio ambiente, arquitectura o… el aporte nutricional de los menús escolares.

La baja popularidad

El principal reto del rey Carlos es ganarse el aprecio y respeto de los británicos, aunque será difícil que llegue a los niveles de popularidad de su madre. De todos los miembros de la familia real, Isabel II era la más querida sin ningún género de dudas (80%). Su heredero, que se encuentra en el ránking por detrás de su hermana, la princesa Ana, y de los actuales príncipes de Gales, obtiene un 55% de los apoyos en el último sondeo de YouGov.

Por mucho que se esfuerce, será difícil que el monarca llegue a los niveles de estima que cosechó su madre

Su traición a Diana, la llamada "princesa del pueblo", es una espina clavada muy hondo en el corazón de los ciudadanos del Reino Unido, y algunas demostraciones de su carácter irascible no han ayudado a su imagen pública. Todavía está fresca en la memoria la reacción del rey por una pluma estilográfica que perdía tinta y le acabó manchando las manos durante una visita a Irlanda del Norte tras la muerte de Isabel II. "No puedo soportar esta maldita cosa, siempre pasa lo mismo", exclamó ante las cámaras que estaban recogiendo el momento.

Tanto es así que según una encuesta de la misma compañía realizada en mayo de 2022, el 37% de los británicos prefería que el sucesor de Isabel II en el trono del Reino Unido fuera Guillermo, frente al 34% que quería que fuera Carlos.

Los enredos familiares

Al peso de la corona británica se le suman las polémicas de la familia real que, igual que el trono, Carlos ha heredado de su madre. Los dos principales focos explosivos están en su hermano Andrés y en su hijo Enrique.

Guillermo y Kate

El actual heredero y su esposa son más populares que el monarca y de momento cuentan con el favor de la prensa. Sin embargo, algunas revelaciones aparecidas en libros sobre la familia real han esbozado un retrato de Guillermo muy alejado de la imagen proyectada en el papel cuché: tiene un carácter fuerte, volátil y pierde los estribos fácilmente. Con su padre mantuvo durante años una relación difícil, aunque últimamente parece que han aparcado las diferencias y han tomado algunas decisiones juntos. Con su hermano, Enrique, en cambio, da la impresión de haber roto totalmente los lazos. Especialmente después de las acusaciones que vertió el segundo en sus memorias y en la serie de Netflix 'Harry y Meghan'.

Enrique y Meghan

La decisión de los duques de Sussex, en enero de 2020, de retirarse de la vida pública supuso un mazazo para Isabel II y el resto de la familia. Fue una decisión unilateral que enfureció a la reina. El malestar en 'La Firma' aumentó considerablemente tras explosiva entrevista con Oprah Winfrey en marzo de 2021, en la que Meghan acusó a los Windsor de racismo y de insensibilidad con los problemas de salud mental. A esta se sumaron hace unos meses las revelaciones de Enrique en el documental de Netflix y en el libro 'En la sombra', donde detalla una agresión física de su hermano, tilda de "peligrosa" a Camila y expresa su resentimiento contra su padre por referirse a él como el "repuesto" del heredero el día de su nacimiento. Tras meses de suspense, Enrique finalmente anunció su presencia en la coronación de su padre, pero su esposa se queda en California junto a sus dos hijos, Archie y Lilibet.

Camila

Tercera en discordia durante años en el matrimonio de Carlos y Diana, Camila se casó con el entonces heredero británico en abril de 2005. Tras mucho tiempo siendo el blanco preferido de los tabloides, parece haberse ganado el respeto de la prensa. Que no el corazón de los británicos. Según su entorno, es la única que sabe reconducir a Carlos cuando se enoja. En la invitación de la coronación, se alude a ella como reina, y no reina consorte, el título que estableció Isabel II durante su mensaje para conmemorar el Jubileo de Platino.

El príncipe Andrés

El hijo favorito de Isabel II fue despojado de todos sus títulos militares y los patronazgos reales, así como del título de alteza real, en enero de 2022. Tres años antes, Andrés había abandonado todas las funciones oficiales como miembro de la familia real debido a las denuncias de abuso sexual de una ciudadana estadounidense, Virginia Giuffre, cuando esta tenía 17 años. El duque de York llegó a un acuerdo económico con Giuffre, evitando así un juicio en el que hubiera tenido que someterse a interrogatorios sobre detalles íntimos y escabrosos, así como sobre su relación con el pederasta Jeffrey Epstein. Andrés acudirá a la coronación aunque, igual que Enrique, no participará en la procesión con el resto de miembros de la familia real ni en el saludo en el balcón.

Más familia

Ana y Eduardo son los dos hermanos de Carlos con un perfil más bajo. El único momento en que la segunda hija de Isabel II acaparó todos los focos fue durante el anuncio, en 1992, del divorcio de quien fue su primer marido, Mark Phillips. Un escándalo pronto eclipsado por las separaciones de Carlos y Andrés. Eduardo protagonizó alguna polémica con la productora de televisión que creó y que grabó a su sobrino Guillermo sin que él lo supiera cuando estudiaba en la universidad. Tuvo que cerrarla. Su esposa, Sofía, también tuvo que clausurar su empresa de relaciones públicas por llevar a clientes a Buckingham, un gesto calificado de abuso de poder.

La caída del fervor británico

El apoyo a la monarquía británica se ha mantenido más o menos estable a lo largo de los años, si bien es cierto que experimenta un lento descenso. Según el tracking de YouGov, el porcentaje de británicos que consideran que la institución es buena para el Reino Unido ha pasado del 60% en julio de 2019 al 53% en abril de 2023. Por edades, los más jóvenes (de 18 a 24 años) son los que muestran más reticencias, pues solo el 26% comulgan con 'La Firma'.

Lo mismo sucede ante la disyuntiva de mantener la corona (58% de encuestados) o reemplazarla por un jefe de Estado elegido en las urnas (26%). En la franja más baja de edad, hay un vuelco que habrá que ver cómo evoluciona, pues el 32% se manifiesta a favor de la monarquía y el 38% preferiría una república. También se observa desinterés por los Windsor: el 58% se manifiestan poco o nada atraídos.

Una de las cuestiones que provocan más rechazo entre la ciudadanía son los gastos que acarrea la institución. Como es el caso de la coronación, que correrá a cargo del erario público. El 51% de los británico considera que el Gobierno no debería asumir el dispendio. El coste total no se revelará hasta después del evento.

Un reportaje de
EL PERIÓDICO

Textos: Laura Puig
Infografías: Francisco José Moya
Diseño: David Jiménez
Coordinación: Rafa Julve