Informe anual

Las 5 principales amenazas a los derechos humanos de las que alerta Human Rights Watch

La organización internacional denuncia los gobiernos autoritarios de Rusia y China, la brutalidad de la represión en Irán y el veto a los derechos de las mujeres en Afganistán

Ejecuciones en Irán

Ejecuciones en Irán / FOTO AFP/STR

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El poder incontrolado de gobiernos autoritarios como los de Rusia y China, la represión en Afganistán e Irán, y las atrocidades en Etiopía se cuentan entre las múltiples amenazas a los derechos humanos en el mundo, según alerta el informe anual de Human Rights Watch (HRW).

La organización internacional, dedicada a investigar y exponer abusos de poder y violaciones de derechos, detalla en un documento de más de 700 páginas sus conclusiones sobre la situación en más de cien países y territorios durante 2022.

El informe, presentado en Londres, refleja la brutalidad de los grandes conflictos que han cobrado protagonismo en los últimos meses, al tiempo que urge a poner el foco a las injusticias perpetradas en marcos con menos cobertura mediática, como los regímenes opresivos en Sudán y Birmania, así como a repensar las consecuencias de la crisis climática desde la lente de los derechos humanos.

Represión brutal en Irán

El uso de la <strong>fuerza "excesiva y letal"</strong> en la represión de las protestas en <strong>Irán</strong>, el encarcelamiento de cientos de personas bajo cargos injustificados y la emisión de sentencias de muerte en juicios sumarios y "gravemente injustos" han marcado el año 2022 en ese país, según la organización internacional.

La muerte en septiembre de la joven Mahsa Amini bajo la custodia de la policía de la moral iraní por no llevar bien puesto el velo obligatorio desató una oleada de protestas "mayormente pacíficas" que, según HRW, fueron reprimidas con "cartuchos, rifles de asalto y armas de fuego".

Sólo hasta noviembre, grupos de derechos humanos investigaban la muerte de al menos 341 manifestantes, incluidos 52 niños. En sus intentos de reprimir las protestas, Irán emitió ya 16 condenas a muerte y ejecutó a cuatro personas, pese a los llamamientos internacionales para anular esas sentencias, emitidas en juicios calificados como "farsas" por varias autoridades y organismos internacionales. Activistas iraníes denuncian que los juicios se están celebrando a puerta cerrada, en tiempo récord, con confesiones obtenidas bajo tortura y en muchos casos sin abogados presentes.

Desprestigio de la democracia en Brasil

Human Rights Watch culpa a la "campaña" de descrédito del expresidente Jair Bolsonaro contra la democracia en Brasil por haber contribuido a alentar los recientes actos golpistas de sus seguidores. "Este ataque es el resultado de una campaña del expresidente Jair Bolsonaro y sus aliados para socavar los principios democráticos y difundir alegaciones infundadas de fraude electoral", sostiene la directora interina para las Américas de HRW, Tamara Taraciuk Broner.

Para HRW, los "actos de violencia y vandalismo" ocurridos en Brasilia, cuando miles de simpatizantes de Bolsonaro invadieron y causaron cuantiosos daños en el Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema, "constituyen un ataque inaceptable contra las instituciones".

Para la organización, "la policía y la Fiscalía deben investigar no solo a quienes cometieron actos de violencia el 8 de enero, sino también a quienes los incitaron y financiaron". Amnistía Internacional Brasil, por su parte, emitió un comunicado en el que "exige investigaciones rápidas, imparciales y efectivas que sean conducidas por las instituciones competentes para que los actos sean investigados".

Derechos de las mujeres cercenados en Afganistán

La <strong>situación de las mujeres de Afganistán</strong> se deterioró drásticamente en 2022 tras la llegada de los <strong>talibanes</strong> al poder, con prohibiciones que impiden la educación de las niñas, el acceso a la universidad, el trabajo y duras reglas de libertad social, denuncia HRW.

Desde que asumieron el poder en agosto de 2021, los talibanes "han impuesto reglas y políticas que niegan a las mujeres y a las niñas sus derechos básicos y aplastan la disidencia pacífica", señala la organización. El deterioro de derechos fundamentales y libertades, que afecta principalmente a las mujeres y a la libertad de expresión, aumenta mientras el país afronta una grave crisis humanitaria. "Los talibanes han estado más interesados en perseguir a las mujeres y encarcelar a los periodistas que en abordar la crisis económica y humanitaria de Afganistán", apunta la investigadora de HRW para Afganistán, Fereshta Abbasi. La organización por los derechos humanos repasa las medidas tomadas por los fundamentalistas a lo largo de 2022, que acabaron con muchos de los logros alcanzados en las últimas dos décadas.

El pasado marzo, "los talibanes dieron marcha atrás en su compromiso de reabrir las escuelas secundarias para niñas", cerradas, inicialmente de manera temporal, tras su llegada al poder. El pasado diciembre prohibieron también su ingreso en las universidades.

Corea del Norte lima las libertades básicas

El <strong>régimen norcoreano</strong> siguió usando en 2022 la pandemia como excusa para<strong> "activar restricciones extremas e innecesarias sobre libertades básicas" </strong>que han incrementado el aislamiento y la crisis humanitaria en el país, que se mantiene cerrado a cal y canto desde 2020, refleja Human Rights Watch (HRW) en su informe.

El texto recuerda que pese a la inseguridad alimentaria y deficiencias sanitarias que sufre la población, el régimen siguió centrado en desarrollar su programa nuclear y de misiles, realizando un número récord de pruebas de armas el año pasado. También hace hincapié en que garantiza su poder a través de "encarcelamientos arbitrarios, torturas, castigos colectivos, desapariciones forzosas, ejecuciones y trabajos forzados" y que mantiene una red de campos de prisioneros políticos, conocidos como 'kwanliso'. A eso hay que sumar que las endurecidas restricciones impuestas por la pandemia "han agravado los efectos de décadas de violaciones de los derechos a la libertad de circulación, a la salud, a la alimentación y al acceso a un nivel de vida adecuado", según la organización.

Más abusos de los militares en Birmania

La organización Human Rights Watch (HRW) ha alertado de que la<strong> junta militar birmana</strong>, que se instaló en el poder tras el golpe de Estado de febrero de 2021, no ha hecho más que <strong>"intensificar"</strong> su<strong>s abusos</strong> desde entonces, y ha urgido a los países vecinos a adoptar una respuesta conjunta a la crisis.

"Durante los pasados dos años la junta militar ha intensificado sus abusos, en vez de hacer lo contrario", ha denunciado Elaine Pearson, directora para Asia de HRW. El informe dedica un apartado a Birmania, acusando a la junta militar de ser responsable de crímenes de guerra y lesa humanidad desde la asonada del 1 de febrero de 2021.

Las fuerzas de seguridad birmanas, indica HRW en su informe, han estado implicadas en "asesinatos en masa, arrestos arbitrarios, tortura, violencia sexual y ataques a civiles en zonas en conflicto, además de entorpecer severamente la distribución de ayuda humanitaria a las comunidades en mayor riesgo".

Desde el golpe, las fuerzas de seguridad han detenido "arbitrariamente" a más de 16.000 activistas prodemocracia y asesinado al menos a 2.300 personas, utilizando los datos recabados por la oenegé birmana Asociación para la Asistencia de Prisioneros Políticos.