Semana de ensayos

Corea del Norte lanza otros cuatro misiles balísticos

Corea del Sur denuncia las pruebas, que se suman a las decenas de lanzamientos de esta semana y coinciden con los ejercicios militares conjuntos de Seúl y Washington

Dos hombres miran en una televisión el lanzamiento de un misil norcoreano esta semana.

Dos hombres miran en una televisión el lanzamiento de un misil norcoreano esta semana. / JUNG YEON-JE

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Corea del Norte continúa con sus pruebas de misiles. Este sábado, Seúl ha denunciado que Pionyang ha lanzado otros cuatro cohetes balísticos de corto alcance que han caído al mar Amarillo. Los misiles recorrieron unos 130 kilómetros a una altitud máxima de 20 kilómetros, según denunció el Ejército de Corea del Sur.

Los misiles partieron desde el condado de Tongrim, en la provincia de Pyonyang del Norte, entre las 11.32 (las 05.32 en España) y las 11.59 (las 05.59 en España), de acuerdo con el comunicado militar recogido por la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap.

Esta semana, el régimen de Kim Jong-un ha realizado diversos lanzamientos de misiles. El jueves, disparó seis misiles, entre ellos uno intercontinental, y un día antes lanzó al menos otros 25 cohetes hacia del mar de Japón, uno de los cuales sobrevoló la línea de demarcación marítima entre las dos Coreas por primera vez desde la guerra. Las pruebas provocaron las condenas de Washington, Seúl y Tokio.

Ensayo nuclear

Este frenesí ha atizado las especulaciones de que Corea del Norte podría estar preparándose para un ensayo nuclear, que sería el primero desde 2017, y tiene lugar mientras Corea del Sur y Estados Unidos llevan a cabo unas grandes maniobras militares en la zona. Estos ejercicios deberían haber acabado este viernes, pero Washington y Seúl han decidido prorrogarlos sin aclarar la fecha de finalización.

Se trata del primer ejercicio aéreo a gran escala en casi cinco años y ha movilizado a unos 240 aviones, en un simulacro duramente criticado por las autoridades norcoreanos al considerarlo como una exhibición de fuerza y una amenaza de seguridad. El Estado Mayor surcoreano los ha calificado como "una demostración del firme compromiso de Washington con la estrategia de disuasión extendida y la postura de defensa combinada de ambos países aliados", en referencia a EEUU.