Guerra armamentística

Un misil norcoreano de largo alcance activa las alarmas en Japón

Este nuevo lanzamiento se produce después de una serie récord de disparos de proyectiles del país comunista en las últimas 24 horas

Seúl aprueba sanciones unilaterales contra Pionyang por primera vez en 5 años

Seúl aprueba sanciones unilaterales contra Pionyang por primera vez en 5 años / EFE VIDEO

Adrián Foncillas

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Las sirenas despertaron a los surcoreanos el miércoles y a los japoneses el jueves. Los misiles norcoreanos perturban al vecindario y alimentan la tensión en una de las zonas más erógenas de Asia. De la enésima jornada fragorosa destaca un misil intercontinental (ICBM, por sus siglas inglesas), con teórica capacidad para alcanzar Nueva York, pero que según las primeras investigaciones cayó al agua mucho antes de lo previsto.

El proyectil fue lanzado desde los suburbios de Pionyang y recorrió 750 kilómetros a una altura máxima de 2.000 kilómetros para hundirse frente a la Zona de Exclusión Económica japonesa. Con esos lanzamientos de trayectorias verticales persigue Corea del Norte medir la autonomía de sus misiles sin sobrevolar territorio ajeno y comprobar su robustez durante las turbulencias de la reentrada en la atmósfera. Seúl sospecha que se trata de un Hwasong-17, una de las perlas del escaparate norcoreano, y su súbita desaparición de los radares sugiere que habría fallado, según fuentes de defensa surcoreanas. El gran riesgo de esta pirotecnia cotidiana no es un ataque voluntario de Corea del Norte, muy escrupulosa con las líneas rojas, sino que alguno de sus misiles acabe por error en alguna zona habitada.

Alarmas y refugio

Japón detectó el lanzamiento del misil sobre las 7.30 AM (hora local). De inmediato emitió las alarmas, detuvo la circulación de los trenes en la zona septentrional y pidió a la población de las prefecturas de Miyagi, Yamagata y Niigata que corrieran a los refugios. Tokyo informó de un misil sobrevolando su territorio pero después comprobó que había caído mucho antes de alcanzarlo. No hubiera sido inédito. El 4 de octubre, Tokyo ordenó evacuaciones urgentes y detuvo trenes porque, esa vez sí, un misil norcoreano de rango medio y teórica capacidad para golpear la base militar estadounidense de Guam volaba sobre el norte del país.

Un par de horas después del fallido misil de largo alcance fueron detectados por Seúl y Tokyo otros dos lanzamientos de proyectiles de corto alcance desde Kaechon, al norte de la capital. “El uso continuado de esas armas, día tras día, es indignante e intolerable”, ha tronado el primer ministro japonés, Fumio Kishida.

Los tres misiles lanzados el jueves, por mucho que entre ellos se contara un ICBM, palidecen frente a la orgía de ayer. Hasta 25 contó Seúl y no es descartable que se le escapara alguno. Las portadas se las llevó el que atravesó por primera vez la frontera marítima oficiosa desde que terminara la guerra en 1953. El proyectil se hundió a apenas 57 kilómetros de la ciudad de Sokcho. En la turística isla de Ulleungdo, los habitantes corrieron hacia sótanos y refugios tras haber sido despertados por las sirenas antiaéreas. Fue una “invasión del territorio a través de un misil”, juzgó el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, quien ordenó en respuesta que varios cazas lanzaran misiles hacia las aguas del norte.

La tensión latente se ha agravado esta semana con las gigantescas maniobras militares de Estados Unidos y Corea del Sur en la zona. Los ejercicios, que son juzgados por Pionyang como ensayos de invasión, comprenden 240 aviones de guerra y estaban previstos 1.600 despegues. Serán más porque Seúl ha anunciado hoy que, al contrario de lo planeado, no terminarán mañana. No ha aclarado cuándo finalizarán pero es seguro que no remitirá el ruido en la península mientras duren.