Crisis política

Se recrudece el enfrentamiento entre facciones rivales en Libia

La situación en el país preocupa a la comunidad internacional, que teme que una reactivación del conflicto

Trípoli

Trípoli / Reuters/Ayman al-Sahili

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Los intensos enfrentamientos entre facciones rivales en Libia la madrugada de este viernes han dejado tres muertos, según el portavoz del hospital público del país. Los testigos han afirmado haber visto altercados en el distrito central, cerca del hotel Radisson Blu, una zona en la que tienen su sede varias agencias gubernamentales e internacionales y misiones diplomáticas. También han confirmado haber visto vehículos militares movilizados alrededor de Zawiyat Dahmani, un suburbio de Trípoli, capital del país. Asimismo, han explicado que hubo combates en la zona de Asbaa y en Ain Zara.

Libia lleva meses al borde del caos después de que el Parlamento del este del país rechazara el Gobierno de Unidad de Trípoli (GUN), que se instaló mediante un proceso respaldado por la ONU el año pasado, y nombrara una administración rival. Tanto Fathi Bashaga, el primer ministro elegido por el Parlamento como Abdulhamid, jefe de la GUN, cuentan con el apoyo de las facciones armadas que controlan el territorio de la capital y otras ciudades del oeste de Libia.

En las últimas semanas, los cambios políticos han apuntado a un posible reajuste entre los agentes del poder y las facciones armadas que podría provocar nuevos combates.

Una fuente del Servicio de Disuasión para Combatir el Terrorismo y el Crimen Organizado ha explicado a Efe que la causa de los enfrentamientos fue el secuestro de un coronel por parte de la Guardia Presidencial, como respuesta al arresto de uno de sus miembros. Varias calles de la capital quedaron cerradas durante horas ante los bombardeos y disparos indiscriminados, y los servicios de emergencia pidieron a los ciudadanos alejarse de balcones y ventanas en las zonas con enfrentamientos.

Bloqueo de petróleo

La tensión en Libia no ha dejado de crecer en los últimos meses. Desde abril, el sector petrolero ha sido rehén de la lucha de poder entre Fathi Bashaga, designado primer ministro paralelo en febrero por el Parlamento -controlado por el mariscal y hombre fuerte del este del país, Jalifa Haftar- frente a Abdulhamid Dbeibah, jefe del Gobierno de Unidad Nacional (GUN), en Trípoli, que se instaló en el poder mediante un proceso respaldado por la ONU el año pasado para "reunificar las instituciones del Estado y garantizar la seguridad".

Desde entonces, grupos tribales y manifestantes en apoyo a un mandatario o a otro, han estado bloqueando con protestas las producciones y exportaciones en el país.

Pero la semana pasada Dbeibah destituyó a Mustafa Sanalla, presidente de la organización desde 2014, y nombró a un nuevo jefe de la compañía petrolera estatal, Farhat Bengfara, que se dice que es un aliado de Haftar, por lo que el bloqueo de petróleo llegó a su fin. Estos hechos han dado lugar a informes sobre un nuevo acuerdo entre Haftar y Dbeibah para mantener mantenerse en el poder.

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