Tensión bélica en el Este

EEUU informa de fisuras entre Putin y su estado mayor

Guerra Rusia-Ucrania: últimas noticias en directo

El presidente ruso, Vladimir Putin.

El presidente ruso, Vladimir Putin. / -/Kremlin/dpa

Marc Marginedas

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Los rumores sobre fisuras entre el Kremlin y el Ejército van adquiriendo cada día mayor intensidad. Si durante las últimas semanas la ausencia del ojo público del ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, acaparó los titulares de la prensa internacional, en esta ocasión ha sido la Casa Blanca la que ha hablado del deterioro en las relaciones entre presidencia y estamento militar, citando a informes desclasificados de inteligencia. "Tenemos información de que Putin cree que el Ejército ruso le engañó, lo que ha provocado una tensión continua con su Estado Mayor", afirmó la directora de comunicaciones de la presidencia estadounidense, Kate Bedingfield, en rueda de prensa.

Uno de los ejemplos más fehacientes de la deficiente información que manejaba el líder del Kremlin se produjo en los primeros días de la ofensiva. En un discurso dedicado a las madres de los militares rusos, el máximo dirigente ruso negó tajantemente que soldados de reemplazo hubieran sido enviados a Ucrania a luchar. "Yo subrayo; soldados de reemplazo no están involucrados, ni lo estarán en las operaciones de combate", proclamó tajante.

Días más tarde, desde el Ministerio de Defensa, el portavoz del Estado Mayor, Ígor Konashenkov, se vio obligado a desmentir a su presidente y a admitir que los reclutas formaban parte de la ofensiva, y que incluso algunos habían sido hechos prisioneros de guerra. "Desgraciadamente, han aparecido algunos hechos que demuestran la presencia de soldados de reemplazo entre las fuerzas armadas que llevan a cabo la operación especial en territorio ucraniano", reconoció en todo de disculpa.

Práctica desaparición

La práctica desaparición en los medios de comunicación de Shoigu, cuya madre es ucraniana, amén de la escasa complicidad entre él y el jefe del Estado que destilaban las imágenes de la última ocasión en que fueron filmados juntos y donde aparecían separados por una gran mesa, no ha hecho más que avivar con fuerza estos rumores. Según un alto funcionario estadounidense, "ahora existe una tensión constante entre Putin y el Ministerio de Defensa".

El militar reapareció durante unos pocos segundos en un encuentro con colaboradores en la sede del ministerio. El 24 de marzo, pudo vérsele también en la pantalla del ordenador de Putin durante una videoconferencia presidida por él, aunque algunas informaciones aparecidas con posterioridad aseguran que las imágenes fueron falsificadas, ya que su recuadro aparecía en negro en otro momento de la cita online. Anton Gerashenko, consejero del Ministerio del Interior ucraniano, ha afirmado en Facebook que el titular ruso sufrió un ataque al corazón durante una disputa con el propio líder del Kremlin, durante la cuál éste le habría recriminado haberle dado información errónea en la fase previa a la campaña militar en Ucrania.

Papel del espionaje

El espionaje es otro de los estamentos contra los que se habría vuelto el líder del Kremlin, en la búsqueda de responsables por la pobre actuación de su Ejército en Ucrania. Según ha declarado a la publicación The Insider Andréi Soldátov, un periodista experto en temas relacionados con los servicios de seguridad de su país, ha sido puesto bajo arresto domiciliario Serguéi Beseda, alto funcionario del Servicio Federal de Seguridad. La razón de dicha detención sería la detallada información que poseían los servicios de información de las potencias occidentales, en particular EEUU y el Reino Unido, sobre los planes militares y políticos de Rusia en Ucrania en los días previos al inicio de la contienda, incluyendo modalidades de invasión, métodos y personalidades involucradas para hacer caer y sustituir al actuar Gobierno de Volodímir Zelenski.

En un largo artículo publicado en The Wall Street Journal y titulado "Los espías condenarán a Putin", Douglas London, agente retirado de la CIA, profesor en la Universidad de Georgetown y autor de The Recruiter, sus memorias como responsable de contrainteligencia en el sur de Asia, recuerda los casos de agentes dobles soviéticos que trabajaban para Occidente durante la Guerra Fría del siglo pasado y que corrieron situaciones de gran riesgo, convencidos de la corrupción y la disfuncionalidad del sistema que representaba la URSS. Y augura que algo similar podría suceder a partir de ahora con el líder del Kremlin: "Cuanto más atornille (Putin) la seguridad, cuanto más cierre la ventana de Rusia al mundo, será más posible que aquellos de los que depende se vuelvan contra él".

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