Una mayoría aplastante de países de la ONU condenan la invasión

No tiene carácter vinculante pero su peso político y simbólico es significativo. 141 países de los 193 representados en la Asamblea General de Naciones Unidas han aprobado este miércoles una resolución que “deplora en los términos más enérgicos la agresión cometida por la Federación de Rusia contra Ucrania”. Cinco países han votado en contra (Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea) y 35 se han abstenido, incluyendo China y otros dos poderes nucleares, India y Pakistán. 12 estados no han participado.

La votación en la ONU, donde el veto ruso en el Consejo de Seguridad el viernes impidió ya la aprobación de una resolución similar que habría tenido más peso, apunta al creciente aislamiento diplomático de Moscú. Ese aislamiento quedaba confirmado por el mero hecho de la celebración de la reunión de emergencia que ha acabado con esta votación, una herramienta inusual a la que la Asamblea General solo ha acudido en 10 ocasiones antes, la última hace cuatro décadas, por la ocupación de Israel de los Altos del Golán. Y se ha ratificado con la ovación que ha recibido el resultado, con más apoyos de los que se anticipaban en círculos diplomáticos.

El texto

La resolución aprobada por la Asamblea “demanda que la Federación de Rusia retire de forma inmediata, completa e incondicional todas sus fuerzas militares dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas del territorio de Ucrania” y expresa “grave preocupación por informaciones de ataques en instalaciones civiles y de víctimas civiles”.

El texto, que ha tenido varias ediciones desde su redacción original, ha añadido una condena “a la decisión de la Federación de Rusia de mejorar el nivel de preparación de sus fuerzas nucleares”, también “deplora la participación de Bielorrusia en este uso ilícito de fuerza contra Ucrania”, y exhorta a Minsk a cumplir con sus obligaciones internacionales. 

Otro de los nuevos párrafos de la resolución “insta a la inmediata resolución pacífica del conflicto entre la Federación de Rusia y Ucrania mediante el diálogo político, negociaciones, mediación y otros medios pacíficos”.

Apoyos inesperados

Más de 100 países han ofrecido discursos en los tres últimos días en la sesión de emergencia de la Asamblea General y 95 han firmado como copatrocinadores de la resolución, algunos de cuyos respaldos han sorprendido al mundo diplomático en la ONU, como los de Afganistán, Myanmar o Serbia. Significativo ha sido también el voto de Emiratos Árabes Unidos, el país que ha dado relevo a Rusia en la presidencia mensual rotatoria del Consejo de Seguridad y que, pese a abstenerse el viernes en la votación en ese órgano, este miércoles ha apoyado la resolución.

Rusia también ha tenido apoyos que se han reflejado en la votación y en discursos ofrecidos desde el lunes por países como Cuba o Corea del Norte, que como Moscú denostan la resolución como “desequilibrada” y apuntan críticamente a EEUU y occidente por la expansión de la OTAN. "Todos compartimos la responsabilidad de lo que está pasando en Ucrania”, ha dicho este miércoles el embajador de Bielorrusia, Valentin Ribakov.

"La luz se ha impuesto a la oscuridad", ha afirmado en unas declaraciones a la prensa celebrando el resultado la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, que antes había alertado en su discurso en la Asamblea antes de la votación de que "Rusia se está preparando para incrementar la brutalidad de su campaña contra Ucrania".

También el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha hablado tras la votación. "La Asamblea General ha hablado y el mensaje es alto y claro", ha dicho. "Acaben las hostilidades en Ucrania, ahora; callen las armas, ahora; abran la puerta al diálogo y la diplomacia, ahora". Ha dicho.

Es un clamor con pocas perspectivas de ser escuchado en Moscú. El embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, ha cuestionado el resultado de la votación y ha denunciado que el fuerte respaldo a la resolución ha sido fruto de "una presión sin precedentes" sobre muchos países de naciones occidentales, a las que ha acusado de ir más allá de la presión. "Han sido amenazas abiertas y cínicas", ha dicho el diplomático, que ha vuelto a negar que las fuerzas rusas estén atacando objetivos civiles y ha denunciado la propagación de lo que ha tildado de "noticias falsas".