Lamentos en el exilio

La angustia de ucranianos en Barcelona: "No puedo pensar en nada más, llevo todo el día temblando"

Guerra Rusia-Ucrania: Última hora en directo

Reportaje multimedia: Por qué Ucrania es foco de conflicto (y cómo nos afecta)

Medio centenar de personas se manifiestan frente al consulado de Rusia en la capital catalana clamando contra la guerra y comparando a Putin con Hitler

Ciudadanos ucranianos protestan en el consulado ruso de Barcelona

Ciudadanos ucranianos que viven en Barcelona, junto con sus partidarios, protestan contra la operación militar de Rusia en Ucrania, frente al Consulado de Rusia en Barcelona. / Ferran Nadeu

Elisenda Colell

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Con banderas de Ucrania, coronas de flores tradicionales y carteles que imploraban el fin de la guerra o que señalaban a Vladímir Putin como un asesino. La comunidad ucraniana en Barcelona, con el corazón encogido, se ha manifestado este jueves frente al consulado de Rusia en la capital catalana para mostrar su total rechazo a la guerra en su país. Muchos de los presentes tienen familiares en el país y están totalmente compungidos. Y empiezan a organizarse para enviar toda la ayuda que sea necesaria -alimentos o material de primera necesidad- a sus compatriotas. Por su parte, las oenegés esperan que España abra vías seguras para acoger a los refugiados que quieran huir del país y se preparan para acogerles.

Detrás de las banderas y los cánticos de "Putin asesino" se esconde Alina, una joven bailarina que llora pegada al teléfono móvil. "Estoy hablando con mis padres, están escondidos en un sótano porque están lanzando bombas al lado de casa", dice con un hilo de voz. Esta chica llegó a Barcelona hace cuatro años para estudiar un doctorado. Sus padres son médicos y trabajan en uno de los hospitales de Kiev. "Viven cerca del aeropuerto militar y las bombas allí son constantes", explica un rato después, ya un poco más serena. Este jueves se ha despertado a las seis de la mañana con una llamada de su madre. "Cuando oyes las bombas y te dicen que ellos están bien, que no te preocupes... es cuando lo pasas peor, ya no puedo pensar en nada más, llevo todo el día temblando", agrega. "La gente tiene que entender que esto es una guerra mundial y que no va sólo con nosotros, es un ataque directo a toda Europa y a nuestras libertades", señala.

La angustia en la diáspora

"Estamos muy nerviosos, da mucho miedo ver cómo lanzan bombas al lado de tu casa, jamás imaginé que pasaría esto... no te lo puedo explicar con palabras. Pero yo no me quiero ir de aquí, hay que defender nuestras libertades y nuestro país, y confío mucho en nuestro Ejército", dice Larissa, una mujer que vive en Kiev, hablando a través de la pantalla del móvil de Marina Shevchenko. Marina y Larissa son amigas desde la infancia, pero la segunda hace ya más de 20 años que vino a vivir a Barcelona. "Hemos salido a la calle, nos hemos manifestado frente al consulado ruso porque necesitamos sentir que hacemos algo por nuestro país", insiste la mujer. Quien más le preocupa es su hija, que vive en Kiev. "Llevo semanas diciéndole que se vaya, que venga aquí con nosotros, pero no quiere, prefiere quedarse, y es horroroso", sostiene.

Su marido, Sergii Gaponenko, nació en 1957 y se crió bajo el manto de la URSS. "Aquello era una dictadura, vivíamos como esclavos. Ahora en Ucrania tenemos libertades, una constitución, votamos cada cuatro años... el país cambió para bien y tiene derecho a ser libre y no volver a la esclavitud", concluye Sergii. "La semana pasada nos concentramos en el consulado de Ucrania y a partir de ahí nos empezamos a organizar. Estamos en un grupo de Facebook y vamos ayudándonos", cuenta sobre la concentración de este jueves.

"Putin es peor que Hitler"

En la protesta había mayores, pero también gente muy joven. Por ejemplo, Dennis Cherednychenko, un chico de 16 años que no ha ido este jueves a la escuela para asistir, junto a sus padres, a la protesta. "Es muy fuerte lo que está pasando allí. Yo hace cuatro años que vivo en Barcelona pero en Kiev están mis abuelos y toda mi familia", explica. "Esto no es sólo una guerra contra Ucrania, esto es una guerra contra todo el mundo libre", cuenta el joven. El padre, Andrii, se pasa el día enganchado al teléfono. "Cada hora intento hacer una llamada, saber como están nuestros padres, estamos muy preocupados", sostiene. Mientras, cuelga unos carteles. Es una fotografía de Hitler pero con el rostro de Putin. "Este señor es peor que Hitler, Europa debe estar unida contra él", sostiene Andrii.

Tampoco Irina dudó en asistir a la concentración. "Me desperté por una llamada de mi hermano y yo misma pude oír las bombas. No se lo deseo a nadie tener que escuchar esto", cuenta. Muchos de los concentrados reportan casos de ansiedad, problemas de insomnio y estrés. "Y lo peor es que no podemos hacer nada, porque mis familiares tampoco quieren irse", dice Irina. Para organizarse y mandar ayuda al país, algunos ciudadanos en Barcelona están pensando en hacer recolectas de dinero o productos esenciales para mandarlos a sus compatriotas. "Estamos empezando a mirar cómo hacerlo, habilitaremos un número de cuenta y nos coordinaremos con el consulado", cuenta Diana Malysh.

Rusos contra la guerra

A unos metros de la concentración frente al consulado, un grupo de unas cuatro personas mostraban un cartel con la bandera rusa dónde se podía leer "Rusos contra la guerra". Lo portaba Yulia Taran, una chica nacida en Rusia que hace más de 20 emigró a España. "Esto es una barbarie inadmisible, nosotros estamos en contra de Putin y evidentemente de esta guerra", explica. Ella huyó del hambre y la pobreza del país durante los años de la Perestroika. "En Rusia no hay libertad. Mi candidato a la presidencia del país está preso. A otros los han matado. Putin es mil veces peor que VOX y la ultraderecha, es odio puro. Defiende que se mate a los gais, a las mujeres...", se queja.

Asimismo, las oenegés en Catalunya se están preparando para acoger personas que huyan del país y pidan asilo en España. La Cruz Roja aún no ha activado ningún dispositivo para atender refugiados ucranianos, pero fuentes de la entidad prevén que será "inevitable" en las próximas semanas, si el conflicto sigue escalando. "De momento no tenemos casos pero estamos pendientes que el Ministerio de Migraciones organice vías seguras o una posible evacuación de civiles", explica Jorge Jarillo, subdirector de Comité Català d'Ajuda al Refugiat. "Nos estamos preparando para ello y para habilitar plazas", agrega. No es la primera vez que el sistema de ayuda al refugiado tiene que hacer frente a un éxodo de ucranianos. En 2016, tras la crisis en Crimea, fueron la primera comunidad con más solicitudes de asilo en Barcelona. Nadie duda que esto vuelva a ocurrir.

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