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Marc Marginedas: "Ucrania lleva de facto ocho años de guerra con Rusia"

El corresponsal de El Periódico ha contestado a las preguntas de los lectores durante uan sesión en directo en el perfil del diario en Instagram.

Marc Marginedas, durante su Instagram Live en el canal de EL PERIÓDICO desde Ucrania

Marc Marginedas, durante su Instagram Live en el canal de EL PERIÓDICO desde Ucrania / INSTAGRAM / REUTERS / UKRAINIAN DEFENCE MINISTRY

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"Ucrania lleva, de facto, ocho años de guerra con Rusia. Ha sufrido la amputación de una parte de su territorio, Crimea, y ha vivido la rebelión de las regiones del este del país azuzada por Rusia. Aunque la amenaza no haya sido verbal y explícita, Rusia ha rodeado con más de 100.000 soldados al país vecino, es una amenaza fáctica", ha asegurado el corresponsal enviado especial a Kiev de EL PERIÓDICO Marc Marginedas durante una conexión en directo en Instagram Live. El encuentro, en el que el periodista ha respondido las preguntas de los lectores, ha permitido a Marginedas recoger la actualidad de la crisis ucraniana.

Los ciudadanos ucranianos viven momentos contradictorios. "La gente tiene las maletas preparadas por si debe marcharse y hace acopio de víveres para sobrevivir en caso de dictadura militar, pero a la vez trata de seguir con su vida habitual", asegura Marginedas. Según el corresponsal, los ciudadanos ucranianos tienen la percepción de que no habrá una ocupación militar per se, pero tampoco quieren saber nada de Putin. Con Rusia solo permanecen los vínculos culturales. "La sensación que se tiene desde aquí es que aunque exista un vínculo cultural e incluso se comparta la lengua, la desconexión con el totalitarismo de la era soviética es absolutamente abrumador", asegura Marginedas.

En el caso de la población rusa, el corresponsal asegura que a diferencia de lo ocurrido tras la anexión de Crimea en 2014, donde la operación produjo cierta efervescencia nacionalista en el país, esta vez, en Rusia la vida sigue igual. "Hay una absoluta indiferencia y pasividad y la población no está dispuesta a conceder un cheque en blanco a su gobierno y la posibilidad de una guerra con el vecino del oeste no causa especial entusiasmo".

Momento clave para las relaciones con occidente

El momento resulta clave para las relaciones entre occidente y Rusia. "Tras muchos años de desencuentros, las últimas exigencias de Rusia a occidente le han parecido inasumibles y a partir de ahí se está viviendo una incertidumbre total", ha asegurado. "Con Putin es muy difícil hacer pronósticos, pero hace aproximadamente unos meses, escribió un articulo en el que puso sobre papel sus ideas sobre Ucrania. Putin considera que Ucrania y Rusia forman parte de la misma nación y demostró que al fin y al cabo no siente ningún tipo de respeto hacia e estado y la independencia de Ucrania. La considera una invención de occidente para evitar la Gran Nación Rusa", ha explicado el periodista.

"Putin es un oportunista y se ha lanzado a la aventura pensando que podría obtener concesiones por parte de EEUU porque lo ha visto debilitado tras su caótica salida de Afganistán y más concentrado en la amenaza china", ha asegurado. China, es otro de los actores que más dudas ha ocasionado durante el encuentro. Sobre su posible alianza con Rusia, Marginedas ha explicado que es complicado. "China y Rusia no son aliados como tal y hay mucha literatura al respecto, pero son dos potencias que comparten objetivos y sensibilidades. Son alérgicas a la democracia y al respeto a los derechos humanos, pero es difícil pensar que puedan formar una alianza tal y como entendemos en Europa", ha zanjado.

Marc Marginedas (Barcelona, 1967) ha sido corresponsal y enviado especial de EL PERIÓDICO en zonas de crisis como Argelia, Chechenia, Irak, Afganistán, Darfur, el sur del Líbano durante la ofensiva israelí y ha cubierto la primavera árabe en Túnez y Libia. En el transcurso de su vida profesional ha recibido diversos galardones como el premio Manuel Vázquez Montalbán de periodismo cultural y político (2013), el Premio de Periodismo Cirilo Rodríguez (2014), el Premio Nacional de la Prensa y el Premio José Couso de Libertad de Prensa, ese mismo año, y el Premio Luka Brajnovic de la Universidad de Navarra (2019).