La pandemia en Nueva Zelanda

La primera ministra neozelandesa abandona una rueda de prensa al ser interrumpida por antivacunas

Un periodista estadounidense vinculado con la ultraderecha acusa a Ardern de mentir a sus electores y de ocultar información sobre las vacunas

Jacinta Ardern y la gestión de la pandemia

Jacinta Ardern y la gestión de la pandemia / El Periódico

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La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, se vio obligada este martes a abandonar una rueda de prensa tras sufrir varias interrupciones de dos activistas antivacunas. Ardern se encontraba en la región de Northland, la zona con la menor tasa de inmunización contra el covid del país, explicando a los medios el desarrollo del proceso de vacunación cuando una mujer maorí, con su bebé en brazos, comenzó a interrumpir las declaraciones de la primera ministra cantando en voz alta.

Durante la comparecencia, las respuestas de Ardern fueron constantemente interrumpidas por el periodista americano Shane Chafin de Counterspin Media, un programa neozelandés al que se asocia con grupos de ultraderecha. Chafin, que acudió a la rueda de prensa sin identificar, pedía explicaciones acerca del caso de la mujer muerta tras recibir el fármaco, además de solicitar la tasa de mortalidad de la vacuna.

"¿Por qué la vacuna no funciona en Israel y tú continuas impulsándola?", continuaba interrumpiendo el periodista, a lo que la jefa del Ejecutivo oceánico contestó que estaba siendo maleducado. "Maleducado es mentir al público neozelandés", le espetó Chafin. Ardern, visiblemente fastidiada y tras tratar de ignorar las palabras del periodista, pidió perdón a los medios acreditados y decidió dar por concluida la rueda de prensa.

Confinamiento en Auckland

Nueva Zelanda busca acelerar la vacunación, especialmente entre la población de etnia maorí, de cara a la reapertura de la economía neozelandesa y en plena lucha contra un brote con la variante delta detectado en agosto y que obligó desde entonces al confinamiento de Auckland, la ciudad más poblada del país oceánico, que continúa aislada del resto del país.

El país ha administrado las dos dosis de la vacuna Pfizer al 75,5% de la población y acumula unas 6.723 infecciones desde el inicio de la pandemia, incluidos 28 fallecidos.