Consulta histórica

Brexit: Cinco años del referéndum que cambió el Reino Unido

La polémica votación dividió por completo a la sociedad británica y a su clase política y transformó el país

Un votante a favor de la salida de la UE se manifiesta durante un acto a favor de permanecer en la Unión, el 19 de junio de 2016 en el Hyde Park de Londres.

Un votante a favor de la salida de la UE se manifiesta durante un acto a favor de permanecer en la Unión, el 19 de junio de 2016 en el Hyde Park de Londres. / BEN STANSALL

A. Niubó

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Cinco años después del polémico y divisorio referéndum del Brexit, ya nadie en el Reino Unido parece que se acuerde de él. Los conservadores se movieron hacia la derecha, los laboristas hacia el centro, el líder europeísta laborista votó a favor del acuerdo sobre la nueva relación con la UE pactado Boris Johnson en diciembre y el debate ha desaparecido de la calle. La consulta ciudadana fue el momento más importante de historia moderna del Reino Unido. Dividió por completo a la sociedad británica y a su clase política y transformó el país para siempre.

El referéndum fue una promesa electoral del primer ministro conservador David Cameron para las elecciones de mayo de 2015. Lo incluyó en el programa para contentar a la influyente facción euroescéptica de su partido. Se empezó a fraguar con la victoria en las elecciones europeas de 2014 del partido antiinmigración y eurófobo UKIP de Nigel Farage, que pedía la salida de la Unión Europea (UE). El UKIP amenazaba con quedarse votos de los conservadores en las generales.

La consulta dividió a los conservadores. Cameron hizo campaña por seguir en la UE, por el 'Remain', y Johnson y Michael Gove, por la salida, por el 'Leave', donde también estaba Farage, con quien no quisieron salir en la foto. La campaña duró dos meses y fue la más sucia y agresiva que se recuerda. Centrada en la inmigración, rápidamente derivó en la xenofobia y en falsas promesas. Toda esa crispación culminó con el asesinato de diputada laborista europeísta Jo Cox a manos de un radical de extrema derecha.

Se celebró el 23 de junio de 2016. El resultado fue inesperado. El Brexit se impuso con el 52% de los votos en todo el país, pero en Irlanda del Norte y en Escocia, donde acababa de haber una consulta independentista, se impuso el 'Remain', provocando un resurgimiento del nacionalismo escocés. Cameron dimitió inmediatamente después de conocerse el veredicto popular. Se iniciaron unas primarias en el partido que ganó Theresa May, una europeísta que prometió fidelidad a la causa euroescéptica.

El ascenso de Johnson

May topó en todo momento con los 'brexiteros' duros de su partido y con los unionistas norirlandeses, socios de gobierno que se oponían al protocolo de la frontera norirlandesa que más tarde aceptó Johnson. La presión de los europeístas era cada vez más intensa para celebrar un nuevo referéndum por considerar que el otro se sustentó en mentiras. May fue obligada a dimitir en julio de 2019 y Johnson se impuso en las primarias con la promesa de implementar el Brexit.

Con Johnson se incrementó la polarización. Llegó a pedir a la reina que suspendiera el Parlamento para evitar el debate. Toda esta tensión desembocó en unas elecciones el 12 de diciembre en las cuales arrasó (con el 43% de los votos) con el respaldo de los electores laboristas del norte. Esa victoria aplastante dio a Johnson autoridad para imponer el Brexit, que finalmente fue aprobado por el Parlamento concediendo Irlanda del Norte a la UE, donde ahora los republicanos reclaman un referéndum de reunificación.