Diez meses de negociaciones

Acuerdo histórico entre la UE y el Reino Unido sobre su relación postbrexit

El pacto, logrado tras negociaciones agónicas, garantiza cero cuotas y cero aranceles

El documento tendrá ahora que ser aprobado por los gobiernos de los Veintisiete y ratificado por el Parlamento Europeo

Boris Johnson Von der Leyen

Boris Johnson Von der Leyen

Silvia Martinez

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Casi diez meses después del inicio de las negociaciones y a escasos días de que termine el período de transición del ‘brexit’ el próximo 31 de diciembre, fecha en la que el Reino Unido dejará de formar parte de la unión aduanera y el mercado interior, los negociadores europeos y británicos han conseguido cerrar este jueves un acuerdo histórico sobre los términos que regularán la relación futura entre la Unión Europea y el Reino Unido a partir del 1 de enero de 2021. "Es un acuerdo justo, es equilibrado y es lo correcto y responsable para ambas partes", ha anunciado la presidencia de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen. "Es un día de alivio, teñido de algo de tristeza", ha resumido el negociador europeo, Michel Barnier.

El pacto, que no se aplicará ni a los servicios financieros ni al resto de servicios pero que que garantiza el intercambio de mercancías con cero cuotas y aranceles, ha sido cosechado al filo del límite, tras una maratoniana y agónica jornada de negociación, con noche en blanco incluida, y en vísperas de Navidad. El resultado culmina un largo y tortuoso proceso que arrancó en febrero de este año y que se había enquistado por las divergencias en materia de cuotas pesqueras y el acceso de los buques europeos al caladero británico. Junto con la gobernanza y la igualdad de condiciones, para evitar una competencia desleal en materia de estándares sociales o medioambientales cuando se produzca la desconexión total, tras 47 años de relación, la pesca ha sido el elemento más complicado y difícil de resolver de toda la negociación.

Se trata de un elemento con un peso económico limitado pero política y simbólicamente muy importante para ambas partes que ha obligado a regatear hasta el último minuto y a implicar directamente a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al primer ministro británico, Boris Johnson, que, tras varios intentos infructuosos en las semanas previas, asumieron las riendas a principios de semana. Desde entonces las conversaciones telefónicas –y los contactos entre Ursula von der Leyen con el resto de dirigentes europeos, especialmente, Emmanuel Macron- se han sucedido y han sido constantes.

Evitar la separación caótica

Sin embargo, lo que el miércoles parecía “inminente” ha necesitado de algunas horas de cocina más. Finalmente, pasadas las tres de la tarde en el día de Nochebuena Londres y Bruselas han conseguido desencallar un pacto “histórico” que no elimina por completo la incertidumbre a la que se enfrentarán los agentes económicos a ambos lados del Canal de la Mancha, pero que evitará una separación caótica a finales de año. "Al final de las negociaciones exitosas normalmente siento alegría. Hoy solo siento satisfacción y alivio. Se que es un día difícil para algunos", ha señalado von der Leyen haciendo hincapié en que por fin la UE puede "dejar el 'brexit' detrás".

Con el acuerdo político cerrado, la pelota pasará ahora a los gobiernos europeos que tendrán que examinar en detalle, y a contrarreloj, un texto legal que ocupa 2.000 páginas y que hasta ahora no han podido consultar. El primer paso para ello será una reunión a nivel de los embajadores permanentes de los 27 que la presidencia semestral de la UE, que lidera Alemania, ha convocado para este viernes 25 de diciembre a partir de las 10.30 de la mañana. Será el momento de escuchar de nuevo a Michel Barnier, que les ha mantenido puntualmente informados durante todo el proceso, y de empezar a revisar cada coma del texto.

Si no hay sorpresas de última hora y los Veintisiete dan su visto bueno, el Consejo podrá lanzar entonces el procedimiento escrito para aprobar formalmente el acuerdo que tendrán que ratificar posteriormente tanto el Parlamento de Westminster como la Eurocámara. Dado que el Parlamento Europeo no tendrá tiempo de hacerlo antes de finales de año, la idea de los Veintisiete es aplicarlo de forma provisional a partir del 1 de enero, a la espera de un pronunciamiento de los eurodiputados en 2021. "El Parlamento -a través de sus comisiones parlamentarias pertinentes y en su sesión plenaria- continuará su trabajo de escrutinio antes de decidir si dar el consentimiento en el nuevo año", ha anunciado el presidente David Sassoli.