Liderazgo consolidado

Laschet, candidato de los conservadores a ocupar la cancillería de Alemania

El presidente de la CDU aspira a sustituir a Merkel tras los comicios federales de septiembre

El otro aspirante, Markus Söder, el primer ministro de Baviera y presidente de la CSU, reconoce su derrota

Arman Laschet Alemania

Arman Laschet Alemania

Andreu Jerez

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“La suerte está echada. Armin Laschet será el candidato a canciller de la Unión”. Con estas palabras ha reconocido este martes el primer ministro de Baviera y presidente de la CSU, Markus Söder, que ha perdido la batalla por la cabeza de cartel electoral de la unión conservadora alemana CDU-CSU para las elecciones generales del próximo septiembre.

Se cierra así, al menos de momento, la lucha interna por el liderazgo del conservadurismo alemán que se hizo pública hace una semana cuando Söder dijo que el apoyo de la cúpula de la CDU a Laschet era insuficiente para resolver la llamada 'K-Frage' – es decir, la cuestión de la candidatura a canciller, como se conoce popularmente en alemán –.

Ayer de madrugada, y tras una reunión telemática de más de seis horas de la presidencia ejecutiva federal democristiana, la cúpula de la CDU volvió a apoyar a su presidente como candidato a canciller. El respaldo no fue unánime: 31 integrantes del gremio apoyaron a Laschet frente a nueve votos en contra y seis abstenciones. Dos tercios de la cúpula de la CDU apoyan, por tanto, al presidente democristiano en su firme pretensión ser el próximo canciller federal de Alemania.

Laschet vence una batalla que pudo llegar a perder, pero también afronta sin el apoyo cerrado de su partido una campaña electoral que se prevé muy dura y en la que la CDU se juega la permanencia en el poder. Los ecoliberales de Los Verdes podrían estar en disposición de liderar una coalición alternativa a la CDU-CSU. La unión conservadora alemana gobierna el país ininterrumpidamente el país desde hace 16 años, tantos como Angela Merkel ocupa la cancillería.

Encuestas en contra

Las resistencias dentro de la democracia cristiana a la candidatura de Laschet no sólo se explican como una lucha intestina por el poder a las puertas del adiós político de Merkel. Tienen que ver, sobre todo, con las proyecciones demoscópicas. La CDU no sólo lleva varias semanas por debajo del 30%de intención de voto, sino que además Laschet ocupa una posición mediocre en la valoración de los principales líderes políticos del país: un 44% de la ciudadanía cree que Söder es mejor candidato que Laschet, que sólo recibe la aprobación del 16% de la población para ocupar el cargo, según una reciente encuesta encargada por canal público alemán ARD.

Estas proyecciones han provocado que diputados federales de la CDU y otros destacados miembros del partido mostrasen su apoyo público a Söder a lo largo las últimas semanas. En la fracción parlamentaria democristiana cunde el miedo a obtener uno de los peores resultados electorales de la historia de la CDU que deje fuera del Parlamento a un puñado de diputados conservadores.

“Prueba de confianza”

“Agradezco a Markus Söder haber ofrecido el apoyo de la CSU a la CDU y a también a mi personalmente”, ha dicho Laschet este martes. “Es una gran prueba de confianza”, ha añadido. Las palabras de agradecimiento cruzadas entre Berlín y Múnich no pueden ocultar, sin embargo, las enormes diferencias que siguen existiendo dentro del conservadurismo alemán. La definitiva despedida política de Merkel tras las próximas elecciones federales amenaza con agrandar esas disputas internas.