Estados Unidos

El miedo al 5G podría haber motivado el ataque con bomba de Nashville

La Policía cree que el autor de la explosión, un hombre de 63 años fallecido en la detonación, sufría de paranoia hacia esta tecnología

La furgoneta bomba, que dejó tres heridos leves, estaba situada junto a un centro de la empresa de telecomunicaciones AT&T

Fotografía de la furgoneta bomba que causó la explosión.

Fotografía de la furgoneta bomba que causó la explosión. / EFE

Agencias

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La Policía de Nashville, Tennessee, ha identificado este domingo al responsable del coche bomba que estalló el viernes, día de Navidad, en el centro la ciudad como Anthony Quinn Warner, de 63 años y vecino de Antioch, también en Tennessee. Las autoridades aseguraron que murió en la explosión y que no hay otros sospechosos del suceso, aunque siguen investigando por qué lo hizo.

Las autoridades identificaron a Warner como un posible sospechoso de la explosión gracias a las pistas enviadas por ciudadanos y consiguieron muestras de su ADN que luego compararon con el de los restos humanos que se hallaron en el lugar de la explosión, explicaron los agentes.

"Ahora mismo no hay ninguna indicación de que otras personas estuvieran implicadas", aseguró el agente especial del Buró Federal de Investigaciones (FBI) encargado de la investigación, Doug Korneski.

Warner se sacó un permiso de manipulación de explosivos en noviembre de 2013, pero caducó en noviembre de 2016, según los registros públicos. Entre 1993 y 1998 fue instalador de alarmas con licencia.

El FBI interrogó este sábado a varios conocidos de Warner, que era especialista en electrónica, y les preguntó si sabían que el sospechoso tenía miedo de la tecnología 5G, según varias cadenas locales.

Los investigadores creen que Warner sufría de paranoia en lo relacionado con esa tecnología punta y creía que podría servir para espiar a los estadounidenses, aseguró la cadena WSMV.

Eso encajaría con una de las posibles motivaciones para el ataque que exploran los investigadores: la posibilidad de que tuviera como objetivo perturbar las telecomunicaciones en la zona.

La autocaravana estalló cuando estaba aparcada enfrente de un edificio de la empresa de telecomunicaciones AT&T, lo que provocó la interrupción del servicio de telefonía fija y celular de miles de personas en todo el estado de Tennessee, y en partes de los vecinos Kentucky y Alabama.