CUMBRE DEL CLIMA

La ONU urge a la declaración global de "estado de emergencia climática"

 

Antonio Guterres hace la llamada en una “cumbre de ambición” en el quinto aniversario del acuerdo de París

La Administración Trump no participa en una cita que aplaude el retorno de EEUU a la lucha por el clima con Biden

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guterres / periodico

Idoya Noain

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Un total de 38 países del mundo han declarado hasta ahora la emergencia climática. No es suficiente si se quieren cumplir objetivos como el de la neutralidad del carbono. Y este sábado, en la celebración de una “cumbre de ambición climática” para marcar el quinto aniversario de la firma del Acuerdo de París, lo ha recordado el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, que ha urgido a “todos los líderes del mundo a declarar el estado de emergencia climática en sus países”.

El luso tiene bien colocada su diana. Después de que esta semana se presentara un informe de la ONU en el que se señala a la mayor responsabilidad de los países y la población más ricos a la hora de combatir las emisiones, Guterres ha verbalizado sus críticas y sus exigencias. Ha urgido al G-20, responsable del 78% de las emisiones, a abrir el camino en las medidas de combate contra esta crisis. Y ha calificado de “inaceptable”, por ejemplo, que los miembros de ese G-20 estén gastando 50% más en los paquetes de estímulo y rescate puestos en marcha para combatir el impacto económico de la pandemia de coronavirus en sectores vinculados al consumo y la producción de combustibles fósiles que al de energías menos contaminantes.

Compromisos

Como suele suceder en la ONU a reuniones como la de este sábado le amenaza el peligro de que todo sean palabras que no llegan acompañadas de acciones. Y al menos esta vez se ha intentado imponer un filtro para evitar discursos vacíos. Solo se ha invitado a participar en la cumbre, virtual por la pandemia, a quienes presentaran compromisos “concretos y ambiciosos”, un tamiz por el que han pasado escasas 70 naciones.

Ha podido intervenir, por ejemplo, la Unión Europea, que la víspera de esta cumbre logró in extremis un acuerdo por el que eleva considerablemente su compromiso de recortes para el año 2030 de las emisiones de gases con efecto invernadero. Ese recorte no será del 40%, la meta marcada hasta ahora, sino del 55% respecto a los niveles de 1990.

También ha intervenido China, con un anuncio de que reducirá un 65% la intensidad de carbono de su economía para 2030 y una promesa de expandir bosques y elevar fuentes de energía que no procedan de combustibles fósiles.

Por parte de España, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado la reciente aprobación, en noviembre, de la estrategia de descarbonización a largo plazo y la estrategia de transición justa.

Bienvenida a Biden

Fuera de la cumbre han quedado, por la insuficiencia de sus compromisos, grandes países emisores como Rusia, México, Arabia Saudí o Australia. Y aunque la ausencia más notable ha sido la del principal país contaminante del mundo, Estados Unidos, la mirada a Washington no ha sido de recriminación sino de esperanza.

Aunque formalmente no podía intervenir al ser solo presidente electo, Joe Biden ha emitido un comunicado coincidiendo con la cita en el que ha reiterado su intención de volver el primer día de su mandato al Acuerdo de París, del que sacó a EEUU Donald Trump. También ha anunciado que, en los 100 primeros días en el cargo, organizará una cumbre climática a la que convocará a los líderes de las principales economías.

En una rueda de prensa también virtual Guterres ha aplaudido el mensaje de Biden. “Manda una señal muy importante y es muy bienvenido”, ha dicho el secretario general de la ONU, que ha asegurado que “el liderazgo activo de EEUU en acción climática es absolutamente esencial para alcanzar los objetivos”.