Negociación maratoniana

La UE pacta reducir las emisiones de CO2 al menos hasta el 55% para el 2030

TO GO WITH STORIES ON CLIMATE WARMING  Smoke billows from the chimneys of a food industry factory on November 30  2009 in Santes near Lille  northern France  Even as some world leaders tamp down expectations for the December 7-18 UN climate conference  experts say the threat of a 4C (7 2 F) warming over pre-industrial times is all too plausible   AFP PHOTO PHILIPPE HUGUEN

TO GO WITH STORIES ON CLIMATE WARMING Smoke billows from the chimneys of a food industry factory on November 30 2009 in Santes near Lille northern France Even as some world leaders tamp down expectations for the December 7-18 UN climate conference experts say the threat of a 4C (7 2 F) warming over pre-industrial times is all too plausible AFP PHOTO PHILIPPE HUGUEN / AFP / PHILIPPE HUGUEN

Silvia Martinez

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Ha hecho falta de nuevo una larga y complicada noche de negociaciones pero los Veintisiete Jefes de Estado y de Gobierno de la UE han conseguido superar las reticencias de los países más dependientes del carbón, como Polonia, y cerrar un acuerdo político sobre otra de las grandes prioridades de la legislatura europea: recortar al menos un 55%, respecto al nivel de 1990, las emisiones de gases con efecto invernadero para el año 2030. “Para mi ha valido la pena privarnos de una noche de sueño. No se qué hubiera ocurrido si no hubiéramos alcanzado este objetivo”, ha celebrado la cancillera alemana, Angela Merkel, en su despedida como presidencia de turno de la UE.

Para cantar victoria, Merkel y el resto de dirigentes europeos han tenido que pasar de nuevo la noche en blanco, para elevar la ambición europea y lograr un objetivo “creíble”. El objetivo de reducción actual es del 40%, insuficiente para que la UE alcance la neutralidad climática en el año 2050, tal y como se han comprometido. De ahí el tijeretazo de al menos hasta el 55%, el mismo porcentaje que el propuesto por la Comisión Europea y ligeramente inferior al 60% que ha reclamado el Parlamento Europeo.

Se trata de un porcentaje que el grueso de delegaciones hace meses que habían asumido pero que planteaba problemas a países como República checa y Hungría y, particularmente, a una Polonia, muy dependiente del carbón que ha reclamado hasta el último minuto más claridad y garantías de que la UE mantendrá su apoyo financiero para acompañar la transición ecológica en estos países.

Neutralidad climática en 2050

Varsovia fue de hecho el único país que en el Consejo Europeo de finales de 2019 no se comprometió con el objetivo de neutralidad climática en 2050 y pidió más tiempo para la transformación energética que, según sus estimaciones de entonces, les costará a los polacos más de 500.000 millones de euros. Finalmente, al filo de las ocho de la mañana el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha levantado su bloqueo facilitando el compromiso con un objetivo que se alcanzará “colectivamente”, en el que todos los Estados miembros participarán pero teniendo en cuenta “consideraciones de justicia y solidaridad y sin dejar a nadie atrás”.

Esto que significa que algunos países podrán hacer un ajuste mayor para compensar el menor esfuerzo de otros. La decisión es el preludio de otra larga batalla, que se producirá en 2021, una vez que Consejo y Parlamento Europeo negocien y acuerden el objetivo final y que Bruselas detalle sus propuestas sector por sector. De momento, sin embargo, permite a la Unión Europea acudir a la cumbre virtual de la ONU que conmemorará este sábado el quinto aniversario del Acuerdo de París, con un ambicioso objetivo bajo el brazo.

"Europa es líder en la lucha contra el cambio climático. Hemos decidido reducir nuestras emisiones de efecto invernadero al menos un 55 % para 2030", ha anunciado nada más cosechar el acuerdo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. “En vísperas del quinto aniversario del acuerdo de París, los europeos nos comprometemos a reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero al menos un 55% de aquí a 2030. Diez años es mañana así que hagamos todo lo posible para tener éxito. Ahora, juntos, porque no hay plan B”, ha reclamado el presidente francés, Emmanuel Macron.

Desbloqueo de la financiación

El desbloqueo del Fondo de recuperación y del presupuesto para el período 2021-2027, que incluye un Fondo de Transición Justa de 17.500 millones de euros para financiar las reformas de la transición verde y del cual Polonia será uno de los grandes receptores, parecía a priori encauzar el debate en la buena dirección. Pero nada más lejos de la realidad. Varsovia pidió garantías a sus socios sobre los nuevos recursos de la reforma del mercado de carbono. Según fuentes europeas, otros Estados miembros lo rechazaron porque se desconoce a cuánto ascenderán los futuros ingresos ni la política está diseñada.

Sí ha arrancado el compromiso de que las denominadas “tecnologías de transición como el gas” podrán optar a las ayudas para facilitar la transición hacia energías más limpias. Se trata de una mención que habían exigido Polonia, República checa, Hungría así como Bulgaria y Rumanía ante una reforma que llevará eventualmente al cierre de sus minas de carbón. Estos países también han recibido garantías de que podrán incluir la energía nuclear en su mix energético para reemplazar a los combustibles fósiles y que los líderes europeos seguirán teniendo un papel central a la hora de definir la política climática.

El acuerdo invita a la Comisión Europea a realizar un estudio de impacto medioambiental, económico y social de cada Estado miembro tomando como punto de partida sus planes nacionales. Bruselas también tendrá que explorar la forma de reforzar el sistema de comercio de emisiones, presentar una propuesta para un mecanismo de carbono en frontera y abordar cómo responder a las preocupaciones por la distribución del esfuerzo, la equidad y el coste beneficios.