CONFLICTO INTERNO

¿Qué pasa en Perú? La crisis del país andino, en 4 claves

Tras la renuncia de Merino, Sagasti ha sido designado presidente de un país en plena crisis social y política

Francisco Sagasti.

Francisco Sagasti. / periodico

El Periódico

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Hace varios días que Perú acapara titulares de la prensa internacional por sus disturbios y manifestaciones. Este domingo, tras dos jornadas especialmente violentas en las que perdieron la vida dos personas y un centenar resultaron heridas, el país andino se quedó sin presidente tras la renuncia de Manuel Merino tan solo cinco días después de asumir el poder, y también quedó descabezado el Congreso por la dimisión de los miembros de su directiva. Un día después, Francisco Sagasti fue nombrado presidente "para devolverle la esperanza a Perú".

1. Renuncia de Merino

La renuncia de Merino desató una celebración en las calles peruanas tras varias jornadas de protestas duramente reprimidas por la policía. "Quiero hacer de conocimiento a todo el país que presento mi renuncia irrevocable al cargo de presidente de la República", declaró por televisión el fugaz gobernante. Unas horas después renunció la junta directiva del Congreso, encabezada por Luis Valdez, lo que dejó temporalmente al país andino sin autoridades de los poderes ejecutivo y legislativo.

Por la noche, el Congreso no se puso de acuerdo para elegir como nueva presidenta de Perú a la legisladora izquierdista Rocío Silva Santisteban, quien supuestamente era una candidata de consenso. Necesitaba 60 votos y consiguió solo 42, con 52 en contra y 25 abstenciones.

2. Corrupción en el Gobierno

Merino había sustituido el martes al popular mandatario Martín Vizcarra, un día después de que éste fuera destituido por el Congreso por un caso de presunta corrupción. El Congreso debe designar a un nuevo presidente que pacifique el país. Será el tercero en menos de una semana, en una nación muy golpeada por la pandemia del coronavirus y la recesión económica, que se sumió en una crisis política tras la destitución de Vizcarra.

Merino, un centroderechista de 59 años, dijo que para que no haya "vacío de poder", los 18 ministros que él juramentó el jueves seguirán en sus puestos temporalmente, aunque prácticamente todos habían renunciado tras la represión a los manifestantes del sábado.

Apenas Merino anunció su renuncia, las calles de Lima se llenaron de manifestantes que golpearon cacerolas y gritaron consignas en una bulliciosa celebración. "Lo logramos. ¿Se dan cuenta de lo que somos capaces de hacer?", escribió en las redes sociales el seleccionado peruano de fútbol Renato Tapia.

El exmandatario Vizcarra celebró la renuncia del presidente y exhortó al Tribunal Constitucional a pronunciarse lo antes posible sobre su destitución del cargo el pasado 9 de noviembre. "Ha salido un dictadorzuelo de palacio", dijo a la prensa.

3. Represión policial

Las manifestaciones del sábado dejaron dos muertos y 94 heridos, según responsables del Ministerio de Salud. Pero la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos afirmó que los lesionados son 112 y alertó que además había una decena de "desaparecidos" durante las marchas.

La represión de esas protestas le costó el poco apoyo político que tenía a Merino. El presidente del Congreso, Luis Valdez, exigió su "renuncia inmediata", sumándose a la demanda que miles de manifestantes hacían desde el martes. La actuación policial ha sido severamente cuestionada por la ONU y organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, desde que empezaron las protestas el martes, el día que asumió Merino.

4. Nueva etapa bajo la presidencia de Sagasti

Desde este martes y hasta el 28 de julio estará a cargo del Poder Ejecutivo Francisco Sagasti si es que no asoma otra crisis en el horizonte. La decisión de nombrarlo se tomó bajo una gran presión para terminar con el limbo institucional en el que se había visto sumido el país andino. Buena parte de los congresistas aceptaron la candidatura de Sagasti a desgana y para atenuar el desprestigio que los persigue como una sombra.

A los 76 años y después de una vida como ingeniero en el sector privado, Sagasti se pone al frente de unas funciones ejecutivas que nunca había imaginado. El legislador de centroderecha pertenece al Partido Morado, y en su momento rechazó la destitución de Martín Vizcarra

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