TENSIÓN EN EL PAÍS ANDINO

Merino renuncia a la presidencia de Perú en medio de fuertes protestas en su contra

Dos jóvenes han perdido la vida en la manifestación fuertemente reprimida por la policía

Una mujer, frente a los policías apostados en el Congreso, en Lima, el 15 de noviembre del 2020

Una mujer, frente a los policías apostados en el Congreso, en Lima, el 15 de noviembre del 2020 / periodico

Abel Gilbert

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Manuel Merino ha dejado de ser presidente provisional de Perú. Había asumido sus funciones apenas cinco días atrás después de promover personalmente la destitución en el Congreso de Martín Vizcarra. Las fuertes protestas en su contra y el estupor ante la muerte de dos jóvenes como consecuencia de la represión policial, lo hundieron de inmediato. "En este momento, donde el país atraviesa una de las más grandes crisis políticas quiero poner en conocimiento a todo el país que presento mi renuncia irrevocable e invoco a la paz y la unidad de todos los peruanos", dijo. Ahora el Congreso deberá nombrar un sucesor.

"Fue un reto (asumir la presidencia interina) que acepté y no busqué. Desde antes que se produjera la vacancia hubo voces que confundieron al país", se lamentó.  En rigor, Merino no tenía otra salida que irse. El presidente del Congreso, Luis Valdez, había pedido su "renuncia inmediata" tras los incidentes del sábado, el punto más alto de unas movilizaciones que no tenían precedentes desde la caída en setiembre de 2000 del dictador Alberto Fujimori. La llamada Junta de Portavoces de los partidos representados en el Parlamento presionó luego en la misma dirección.

"Los lamentables hechos ocurridos en las últimas horas agravan la crisis que ya veníamos atravesando y que produjo hace unos días la vacancia del expresidente Martín Vizcarra", explicó Merino al país al formular su anuncio. Además, pidió que se investiguen los hechos de abuso policial. El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas se desmarcó a su vez de Merino y expresó su pesar por la muerte de los dos jóvenes. A su vez, subrayaron su respaldo a la Constitución. Los militares llamaron a su vez a la sociedad a "contribuir en la solución pacífica de las diferencias, para hacer frente cuanto antes a los grandes e inmediatos desafíos que enfrentamos".

"Soy un hombre de Estado y soy consciente que no puede haber un vacío de poder. Debo anunciar que los ministros continuarán en sus cargos hasta que la incertidumbre actual se calmme", dijo también y hizo un último alegato en favor de una transparencia que buena parte de la sociedad nunca le encontró como virtud. "Creo en la lucha frontal contra la corrupción. Los corruptos no pueden representarnos. La legítima protesta donde hay jóvenes tiene también grupos interesados en producir caos", se quejó.  La suerte de Merino estaba echada ya el sábado por la noche. Cuando se conoció la noticia del deceso del primer manifestante, 12 de sus ministros decidieron abandonarlo. Entre ellos se encuentran los  los titulares del Interior, Gastón Rodríguez, responsable de la represión; Salud, Abel Salinas; Justicia, Delia Muñoz y Economía, José Arista. Florez-Aráoz, el jefe de Ministros, ha intentado contra viento y marea evitar un desenlace que lo sacara del Gobierno.

Situación insostenible

"La insostenible situación del Gobierno en manos de un grupo golpista, aventurero e insensible transgresor de los derechos y libertades no puede continuar. Aun si no tuviese un origen inconstitucional, la presencia de un grupo que pretende dirigir un país, armado de ignorante prepotencia, es irreconciliable con el Estado de derecho. Su ilegal origen agrava su desempeño improvisado y torpe", había señalado el diario La República en su editorial de la edición de domingo. Su retiro del poder, añadió, "es un imperativo democrático". El diario El Comercio había una petición similar. "El nuevo Poder Ejecutivo se ha quedado sin reservas de legitimidad y sin autoridad moral, en gran parte por su propia torpeza, mezquindad e insistencia en el error. Tienen que dejar Palacio de Gobierno cuanto antes". Por su parte, Transparencia Internacional señaló que Merino "está teniendo un comportamiento autoritario intolerable y su continuidad es insostenible".

Hasta alcalde de Lima, Jorge Muñoz, del partido Acción Popular, el mismo de Merino, ha exigido la dimisión. El arzobispo de la capital, Carlos Castillo, ha deplorado la represión policial. "Es esencial escuchar y atender los gritos y el clamor de la población para recuperar la confianza, la tranquilidad y la paz social", ha señalado por su parte el presidente de la Conferencia Episcopal, Miguel Cabrejos. ¿Qué decían los gritos y pancartas? "Merino, no eres mi presidente", "Merino impostor", "Perú despertó".  

Sábado sangriento

Los episodios del sábado venían siendo auniciados después de cuatro días de protestas consecutivas y con fuerte presencia juvenil. El primer fallecido,  de 25 años, murió por disparos de perdigón en la cabeza y la cara, según ha informado la el Defensor del Pueblo, que ha denunciado el uso indiscriminado de perdigones de goma y gases lacrimógenos por parte de la policía.

Los manifestantes apoyan a Vizcarra, un político sin partido ni bancada en el Congreso pero muy popular, y cuestionan la legalidad y legitimidad del Gobierno de Merino. La mayor marcha atrajo en Lima a miles de personas que convergieron desde distintos puntos de la capital en la plaza San Martín, epicentro de protestas en la zona histórica de la ciudad. La policía recurrió a gases lacrimógenos y gases pimienta lanzados desde helicópteros para dispersar a manifestantes que amenazaban con marchar hacia la sede del Congreso.