ESTRATEGIA SOCIALDEMÓCRATA

El SPD agota sus balas para evitar la irrelevancia política

Con la sorprendente nominación del vicecanciller Scholz como candidato a canciller, la actual presidencia socialdemócrata da un giro de 180 grados

El candidato del SPD a la cancillería alemana, Olaf Scholz, durante un acto con ciudadanos este jueves.

El candidato del SPD a la cancillería alemana, Olaf Scholz, durante un acto con ciudadanos este jueves. / periodico

Andreu Jerez

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"Todavía tengo mucho material de mi última campaña. Sólo tenemos que cambiar una vocal". Esto le dice el último candidato del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD)Martin Schulz, al nuevo candidato socialdemócrata a la cancillería, Olaf Scholz, en el <em>meme </em>difundido en Twitter por un programa satírico del canal público alemán ZDF. Era la ácida forma con la que los humoristas recibían la noticia de que el SPD lanzaba al actual vicecanciller y ministro federal de Finanzas a la carrera por la cancillería: el nombre del candidato que consiguió en el 2017 el peor resultado histórico del SPD (20,5%) en unas elecciones federales se diferencia en una sola vocal del de su sucesor. La casualidad alimenta las especulaciones sobre una nueva catástrofe electoral.

Cuando queda más de un año para los comicios, la noticia sorprende por la anticipación y también porque supone un giro de 180 grados en la estrategia de Norbert Walter-Borjans Saskia Esken, los dos perfectos desconocidos que le ganaron por sorpresa las primarias socialdemócratas por la presidencia del partido el pasado diciembre a la candidatura más centrista precisamente liderada por Scholz. Walter-Borjans y Esken, con un discurso izquierdista y antiestablishment, encandilaron entonces a las bases.

Hace seis meses era sencillamente impensable que la actual presidencia bicéfala del SPD acabaría impulsando una candidatura de Scholz. Hoy, es su apuesta para unas elecciones a las que ya no se presentará Angela Merkel como candidata de la unión conservadora de la CDU-CSU. "Quiero ganar", dijo Scholz la semana pasada tras el anuncio de su nominación. Esas dos palabras suenan quiméricas: el SPD está hoy a más de 20 puntos de los conservadores en las encuestas de intención de votos.

Socialdemócrata mejor valorado

"Que un partido con una intención de voto del 14% diga que presenta un candidato a canciller es, por lo menos, pretencioso. Lo que, sin embargo, sí es cierto es que hay dudas de que la CDU sin Merkel consiga un 39%", dice a EL PERIÓDICO Franco Delle Donne, doctor en Comunicación por la Universidad Libre de Berlín y experto en política alemana. "Aunque falta un año entero por delante y hay muchos factores que todavía no podemos prever, no creo que el SPD, con Olaf Scholz como candidato, vaya a recuperar votos socialdemócratas que se fueron a Los Verdes. Dudo mucho que el factor Scholz tenga un impacto tal que permita avanzar al SDP hasta intenciones de voto de 25 o 26%", analiza Delle Donne.

La pandemia ha supuesto un cambio radical no sólo en la forma de hacer política, sino también en la percepción que la ciudadanía tiene de los gobiernos. Alemania no es una excepción. Scholz, como actual máximo responsable de la caja pública alemana, ha asumido una posición de primera línea en la gestión de las consecuencias sociales de la crisis sanitaria. Sus promesas de que el Estado alemán no tendrá reparos en asumir tantas deudas como sean necesarias para amortiguar el impacto económico ha llevado a no pocos medios a bautizarlo como el "bazuca" del Gobierno federal.

A día de hoy Scholz es, de hecho, el político socialdemócrata mejor valorado en los sondeos de opinión realizados por la televisión pública alemana ARD. Teniendo en cuanto que falta más de un año para las elecciones, el 'efecto pandemia' que lo ha impulsado podría, no obstante, desinflarse si la crisis sanitaria reduce su amenaza o también si las consecuencias económicas se agravan en Alemania.

¿Tripartido de izquierda?

A la vista de las actuales intenciones de voto, la única posibilidad verosímil de que Scholz pueda alcanzar la cancillería es una recuperación de alrededor de 10 puntos que pusiera al SPD por encima del umbral del 20% de los votos y también por delante de los ecoliberales de Los Verdes, que actualmente aparecen como segunda fuerza en las encuestas. Si los postcomunistas de Die Linke también obtuvieran un buen resultado (actualmente se mueven en el 9%), la aritmética parlamentaria podría alumbrar el primer tripartito de centroizquierda a nivel federal de la historia de Alemania.

"Esa posibilidad es pura ficción", responde Franco Delle Donne. "Hace mucho tiempo que esos tres partidos no suman el 50% de los votos. No veo por qué debería cambiar eso ahora, y si ocurriese, sería más probable gracias a un avance de Los Verdes y no del SPD, con lo que los socialdemócratas no estarían en disposición de exigir la cancillería para Scholz. Pase lo que pase, una cosa está clara: el panorama político alemán va seguir tremendamente fragmentado".

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