Consecuencias de la pandemia

La masiva protesta de los sanitarios en París acaba en incidentes

Enfrentamientos con la policía durante la manifestación de París.

Enfrentamientos con la policía durante la manifestación de París. / periodico

Eva Cantón

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Las legítimas reivindicaciones de los sanitarios franceses, que durante el pico de la pandemia fueron aplaudidos a diario como héroes y se sienten ahora abandonados por el Gobierno, desaparecieron bajo los gases lacrimógenos cuando grupos de encapuchados vestidos de negro y chalecos amarillos radicales se infiltraron a la altura de la explanada de los Inválidos en la manifestación parisina que hasta ese momento se había desarrollado de manera pacífica.

Los antidisturbios se emplearon a fondo para tratar de neutralizar a los elementos radicales –entre 250 y 300, según la prefectura- que lanzaron proyectiles a los agentes mezclándose con los manifestantes e incendiaron vehículos y mobiliario urbano obligando a los bomberos a intervenir. La explanada se convirtió pronto en un caótico campo de batalla. A media tarde había al menos 24 detenidos.

“Nos han robado la manifestación. Es asqueroso”, se lamentaba en BFMTV el presidente de la Asociación de Médicos de Urgencia, Patrick Pelloux. En Nantes, la protesta estuvo también salpicada por algunos disturbios, pero el resto de las más de 200 marchas convocadas por los sindicatos en toda Francia transcurrieron sin incidentes.

Ahora que Francia acelera la desescalada y recupera cierto aire de normalidad, el personal sanitario que hace unos meses se dejó la piel ante un tsunami de pacientes de coronavirus ha reclamado en la calle la inversión pública prometida por el Gobierno.

Promesas por cumplir

El presidente Emmanuel Macron anunció el pasado 25 de marzo un “plan masivo” para el hospital sin que a día de hoy se conozca la cantidad. Dos meses después, el primer ministro, Edouard Philippe, lanzó una negociación sobre salarios y política de inversión hospitalaria que deberá concluir en julio con un acuerdo para mejorar la situación de un sector que lleva décadas sufriendo recortes. Muchos de sus trabajadores, no obstante, son escépticos.

“Es pura comunicación. Son solo promesas”, comentaba Aurélie, nutricionista de 40 años y trabajadora en el Hospital Saint Louis mientras desfilaba con otros colegas por las calles de París camino del Ministerio de Sanidad, donde se habían dado cita miles de sanitarios para reclamar subidas salariales, más presupuesto para los hospitales y un reconocimiento a su formación y su labor.

“Estamos mal pagados, no tenemos una proyección profesional, en los hospitales faltan camas, no hay dinero y no podemos atender bien a los pacientes porque falta personal, así que hacemos lo que podemos”, proseguía la manifestante. 'Después de habernos aplaudido, nos olvidan' o 'Batas blancas, enfado negro' eran algunas de las consignas que figuraban en las pancartas de quienes desfilaban escuchando constantemente el claxon de los coches animándoles.

Para el secretario general del sindicato CGT, Philippe Martínez, que ha cifrado en 100.000 el número de plazas necesarias en el hospital público y en 200.000 las carencias de los geriátricos, el diagnóstico está hecho y lo que espera el personal sanitario son respuestas. “¿Cuánto dinero van a dar para mejorar la situación de los hospitales?”, se ha preguntado en France Info.

Antes de septiembre, el Gobierno dará una paga extra de entre 1.000 y 1.500 euros a los trabajadores de las residencias de mayores y aumentará en un 50% el importe de las horas extras en los hospitales.

Comisión parlamentaria

Mientras, este martes arranca en la Asamblea Nacional la comisión parlamentaria que analizará la gestión de la epidemia para detectar los posibles fallos que se han cometido. Treinta diputados de todo el espectro político estudiarán en detalle por qué no hubo mascarillas, ni test, ni equipos de protección integral para los sanitarios y qué pasó en los geriátricos, donde han muerto 10.000 de las casi 30.000 víctimas que ha causado en Francia el covid-19.

El primero en comparecer ha sido el director general de Salud, Jérôme Salomon, el hombre encargado de ofrecer las cifras diarias de la epidemia, quien ha advertido de que el país debería anticiparse a un rebrote o una segunda ola epidémica. “No prepararse sería un grave error”, ha dicho recordando que el virus circula todavía de manera heterogénea.

Violencia y caos por un ajuste de cuentas en Dijon

El control del tráfico de drogas en un barrio de la ciudad francesa de Dijon parece estar detrás del ajuste de cuentas que han  protagonizado miembros de la comunidad chechena llegados de toda Francia y que han sembrado el caos durante cuatro noches consecutivas. Las escenas de violencia han dejado a los vecinos en estado de shock. Este lunes la policía tuvo que dispersar a un centenar de hombres encapuchados y armados hasta los dientes que querían defender el barrio tras la expedición punitiva de los chechenos. Las imágenes, sin datar, mostrando individuos con barras de hierro y armas de fuego –no se sabe si verdaderas o falsas- han proliferado por las redes sociales añadiendo todavía más tensión al ambiente de violencia. “Conviene recordar que la justicia la imparte el Estado”, ha dicho el secretario de Estado de Interior, Laurent Nuñez, que ha viajado este martes a la localidad. Su departamento examinará la situación administrativa y judicial de los chechenos implicados en los altercados para ver si es posible su expulsión.

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