La Fiscalía antiterrorista asume la investigación del ataque a la Prefectura de policía de París

Veinticuatro horas después del ataque cometido en la Prefectura de Policía de París, la Fiscalía Nacional Antiterrorista ha asumido la investigación que inicialmente corrió a cargo de la brigada criminal de la policía judicial por unos hechos calificados de homicidio voluntario.

Este cambio se produce a la vista de los elementos hallados hasta ahora por la brigada criminal en el curso de sus pesquisas. Los cargos imputados al autor del ataque han sido recalificados de "asesinato relacionado con una banda terrorista".

Este jueves, un auxiliar administrativo de 45 años que trabajaba en la unidad de información de la prefectura -un departamento donde se maneja información sensible- en tareas informáticas atacó con un cuchillo de cocina a dos policías y un agente administrativo en su propio despacho, causándoles la muerte. Luego bajó las escaleras y acuchilló a dos mujeres, una de ellas falleció y la otra fue hospitalizada. Su vida no corre peligro.

Cuando llegó al patio tropezó con un policía de 24 años encargado del orden público y de la circulación que llevaba seis días de servicio en la prefectura. Armado con un fusil de asalto, le pidió tres veces dejar el cuchillo y, al negarse, le disparó en la cabeza. Algunos testigos cuentan que vieron al policía llorar arrodillado ante el cuerpo del agresor.

Guardar secreto

El autor del ataque, identificado por los medios franceses como Mickaël H., era originario de Martinica y tenía una habilitación para trabajar en un departamento sensible que le obligaba guardar secreto sobre su trabajo por razones de seguridad. Esta habilitación se renueva cada cinco años y "todo estaba en regla", según ha explicado este viernes el prefecto de policía de París, Didier Lallement.

"Del resto se encarga la investigación. No se excluye ninguna hipótesis", ha agregado el prefecto sin ocultar que el personal de la Prefectura se encuentra todavía en estado de shock por un ataque que no ha venido del exterior sino del interior del todopoderoso cuartel general de la policía francesa.

Las motivaciones que han llevado a Mickaël H. a cometer su recorrido mortal seguían siendo este viernes una incógnita. Inicialmente medios policiales y sindicales apuntaban a un conflicto interno.

Perfil frágil

Su esposa, que se encuentra en detención provisional para ser interrogada, ha explicado a los investigadores que la noche anterior al ataque tuvo una crisis, que había tenido visiones y escuchado voces. "Era incoherente y estaba agitado", les dijo. También relató que su marido tenía la sensación de no estar valorado por sus superiores.

Vivía en un edificio de Gonesse, en la periferia norte parisina, estaba casado desde el 2014, tenía dos hijos y se había convertido al Islam hacía 18 meses, pero no mostraba signos de radicalización. El ministro del Interior, Christophe Castaner, aseguró este jueves que nunca había tenido problemas de comportamiento ni dado "la menor señal de alerta".

El agresor, que presentaba una sordera del 70%, no estaba fichado ni era objeto de vigilancia pero, según fuentes policiales citadas por 'Le Monde', presentaba un perfil psicológico "muy frágil".

La portavoz del Gobierno, Sibeth Ndiaye, no ha descartado la hipótesis de un acto yihadista si bien ha advertido contra las 'fake news'. "No por ser musulmán uno es un terrorista. El hecho de convertirse al Islam no es un signo automático de radicalización", ha declarado en France Info.