TENSIÓN EN EL CÁUCASO

Los insultos a Putin de un presentador de TV colocan bajo mínimos las relaciones entre Georgia y Rusia

La cadena Rustavi 2 tuvo que suspender sus emisiones para garantizar la seguridad, mientras el Kremlin condena la intervención y calibra medidas de represalia

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rusia putin afp 1hh4co / periodico

Marc Marginedas

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Ha sido como echar gasolina a un incendio que desde hace días no deja de extenderse. El domingo por la noche, Georgi Gabunya, un presentador de Rustavi 2, un canal privado de Georgia, dedicó la emisión de su programa 'Post Scriptum' a insultar al presidente de Rusia, Vladímir Putin, con un vocabulario muy pocas veces oído en televisión. Referencias a heces fecales de caninos, a vulgares monstruos y a relaciones sexuales con progenitores han salpicado un discurso pronunciado integramente en lengua rusa que amenaza con desencadenar una grave crisis entre Tbilisi Moscú.

La tensión entre ambos países no deja de ir en aumento desde finales de junio, cuando miles de manifestantes se concentraron en Tbilisi ante el Parlamento para reclamar a su Gobierno una política de mayor firmeza frente al Kremlin y exigir dimisiones de dirigentes políticos locales tras la provocadora intervención de Andréi Gavrílov, un diputado ruso, ante el legislativo georgiano. Moscú ha aprovechado los desórdenes para denunciar que la rusofobia se estaba extendiendo por Georgia y suspender los vuelos entre ambos países, oficialmente para "proteger" a sus ciudadanos, norma que precisamente entraba en vigor este lunes.

La intervención del periodista ha obligado a la cadena televisiva a suspender sus emisiones temporalmente ante la imposibilidad de garantizar la seguridad, aunque pasadas unas horas retomó la programación. La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, ha condenado sin paliativos las palabras empleadas por el informador, dando a entender a la vez que incidentes como este solo hacen el juego a Moscú. Estas declaraciones "van en contra de todas las tradiciones georgianas, solo sirven para dividir e incrementar las tensiones en el país, en la región y con Rusia", ha reaccionado en un comentario difundido por Twitter.

Aunque el Kremlin aún no han anunciado medida de represalia alguna, el Ministerio de Exteriores de Rusia ya ha difundido una nota en la que denuncia lo que en su opinión constituye una "provocación de las fuerzas radicales georgianas diseñada para mermar las relaciones" entre ambos países. "Este indignante incidente es un claro ejemplo de a dónde lleva el rabioso sentimiento antirruso", ha concluido. El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, ha calificado lo sucedido de "inaceptable".

Moscú dispone de múltiples herramientas para castigar a su pequeño vecino del sur. El veto a los vuelos entre ambos países está destinado a dañar a la industria turística georgiana, uno de los pilares de su economía, que genera medio millón de puestos de trabajo y es origen de un tercio del PIB. Más de un millón de rusos visitan cada año el país caucásico. Otras medidas de presión ya están siendo aplicadas, como exhaustivos controles de calidad a las importaciones de vino georgiano, muy apreciado por los consumidores rusos.