Crisis en Venezuela

Bachelet llamó a Maduro y Guaidó a avanzar con el diálogo en Oslo

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Abel Gilbert

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La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, abandonó Caracas con pedidos expresos que cada parte político del  venezolano podía considerar como una victoria propia. La ex mandataria chilena espero llegar al aeropuerto internacional Simón Bolívar para hacer su primer balance de la esperada visita: "he apelado a los líderes políticos para que participen en el diálogo construido por Noruega",dijo. Pero, a la vez, reclamó al Estado la liberación de todos los que estan detenidos en Venezuela "por ejercer sus derechos civiles y políticos de forma pacífica". Lo hizo después de encontrarse por separado con la primera línea del madurismo, el diputado Juan Guaidó, a quien Estados Unidos y otros 54 Gobiernos reconocieron como "presidente encargado" y, por último, con Nicolas Maduro en el Palacio de Miraflores. 

Tanto el oficialismo como la oposición han podido encontrar palabras que reflejaron la atención a sus reclamos. De un lado, la dirigente socialista mostró su preocupación por las sanciones norteamericanas "que están exacerbando y agravando la preexistente crisis económica". No nombró a Washington, pero su mensaje se escuchó pocas horas después de que Donald Trump considerara que Washington no ha sido todavía lo "suficientemente duro" con Venezuela. Por el otro, Bachelet, quien ha sido sufrido en carne propia a la dictadura, la de Augusto Pinochet (1973-1990),expresó su empatía con quienes padecen la represión estatal o de sectores antimaduristas. "Fue profundamente doloroso escuchar el anhelo de las víctimas de los familiares por obtener justicia ante graves violaciones de los derechos humanos o víctimas de la violencia política por ser partidarios del régimen". 

LOS RELATOS DE LAS VÍCTIMAS

Bachelet lamentó no haber podido escuchar todos los testimonios pero fue enfática al señalar que "todas las voces que piden justicia deben ser escuchadas". Aseguró llevarse de Caracas "el compromiso expreso del Gobierno para llevar a cabo una evaluación de la Comisión Nacional de la Tortura, así como para evaluar los principales obstáculos en el acceso a la justicia del país". La Alta Comisionada se congraturló a su vez por la liberación del diputado Gilber Caro, y de otros dos ciudadanos, Melvin Farías y Julio Rojas. 

La ex mandataria hizo saber de su inquietud por el deterioro de la sanidad. Le solicitó a Maduro que redoble los esfuerzos para enfrentrar la situación. El Gobierno le entregó un informe detallado de los efectos en ese sector de las sanciones económicas. Bachelet no pasó por alto las presiones de la Casa Blanca pero dejó entrever que los problemas son anteriores a la llegada de Trump entrara en escena."La crisis económica que se ha acrecentado desde el 2013 se origina por diversas razones".

La oposición quiso demostrarle a la Alta Comisionada hasta qué punto ha calado el malestar y la desesperación en una parte de la sociedad. Guaidó consideró que la visita de Bachelet "es un impulso a nuestra lucha y la ratificación de que los venezolanos somos fundamentales en este proceso de cambio. Tanto la presión interna en las calles como la presión internacional son esenciales para una solución y vamos a continuar en todos los espacios". Para el diputado, ha sido "significativo el reconocimiento" a la lucha "para visibilizar la crisis y exigir soluciones".

EL ENCUENTRO CON MADURO

La reunión con Maduro en Miraflores tuvo por lo tanto lugar en una Caracas tomada en parte por la oposición. El presidente se dejó filmar conversando amablemente con Bachelet. Luego dijo que las autoridades tomarán "con toda seriedad sus recomendaciones y señalamientos". Maduro anhelói que "el espíritu de esta visita prime el futuro de las relaciones".

El viaje de Bachelet no ha dejado a nadie indiferente y abre perspectivas que estaban clausuradas. Durante sus 48 horas de actividad defendió el derecho a la protesta al afirmar que "los venezolanos reside la voluntad de exigir avances y evitar un mayor declive". La Alta Comisionada reconoció también haber estado en un país donde parte de la ciudadanía es escéptica ante la posibilidad de solucionar la disputa política sobre la base de una negociación. "Los líderes deben prestarse a todos los compromisos. Y conciliar para mejorar la situación venezolana".

Entiende el escepticismo por una parte de la población sobre las negociaciones pero recalcó que en “los venezolanos reside la voluntad de exigir avances y evitar un mayor declive de la situación venezolana”.