En contra de la violencia machista

"Ni Una Menos" volvió a las calles para denunciar que "nos siguen matando"

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Abel Gilbert

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"Nos siguen matando". El colectivo feminista "Ni una menos", acompañado de agrupaciones sociales, estudiantiles, sindicales y políticas, rodeó por quinta vez la sede del Congreso Nacional para gritar bien fuerte: "vivas y libres nos queremos". Una enorme bandera con las fotos de niñas y mujeres asesinadas en los últimos cuatro años, entre ellas Candela Rodríguez y Sheila Ayala, nombres de casos que estremecieron a la sociedad, fue colgada en la reja perimetral del Parlamento para dar cuenta de una emergencia que no cesa: a lo largo de 2018 se registraron 278 femicidios. La cifra pertenece a la Oficina de la Mujer (OM) del Tribunal Supremo. "La ola no se termina", advirtió Diana Paz, hermana de uno de los nombres incluidos en esa lista del espanto. La tasa de violencia de género se mantiene inalterable en Argentina: 1,1 víctima fatal cada 100.000. Solo en 31 casos las mujeres contaban con protección judicial.

El informe de la OM da cuenta de que el 44% de los femicidios cegaron el año pasado la vida de mujeres de entre 24 y 44 años. En el 83% de los casos existía un vínculo previo con los femicidas. El 66% de los hechos ocurrieron en el hogar de la víctima. Un total de 202 niños, niñas y adolescentes se han quedado sin sus madres. "Ni una menos" comenzó sus movilizaciones en 2015. Desde entonces se contabilizan 1.193 femicidios.  

La quinta protesta se realizó en 60 ciudades del país y terminó con la lectura de un manifiesto. "Estamos acá una vez más para tomar las calles y manifestarnos, para decir basta de violencia económica, sexista, racista y clasista contra las mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, no binaries, gordes e intersex". Las masivas protestas, añaden, se convirtieron en "la voz de nuestro hartazgo".

"Ni una menos" decidió salir en defensa de las migrantes, las mujeres de los pueblos originarios y "todas las identidades vulneradas por el capitalismo patriarcal y el modelo económico" del Gobierno de derechas. Sus políticas "produjeron un saldo de casi 250.000 despidos. Este movimiento se pronuncia por la defensa del trabajo, el salario, las jubilaciones y las pensiones”. Según el documento, el feminismo, en todas sus vertientes, tiene “la tarea ineludible de aportar una alternativa de futuro para que el pueblo no siga pagando las consecuencias de esta crisis". A tono con el mensaje, la cuarta movilización colmó de verde el espacio público, el color de la campaña nacional en favor de una ley que despenalice la interrupción voluntaria del embarazo.“Basta de violencia machista en todos los ámbitos: basta de trata, basta de femicidios, travesticidios, transfemicidios y crímenes de odio, basta de abortos clandestinos”.  

Un gran cambio cultural

"Ni una menos" se ha transformado en una referencia internacional. Su influjo se percibe especialmente en la región. Pero también más allá de América Latina. "Mujeres argentinas, han sido tiempos difíciles para la igualdad de las mujeres pero la lucha que iniciaron no ha pasado desapercibida", señalaron las actrices que protagonizan la popular serie de NetflixOrange is the new black. "Queremos que todas se paren y peleen, que las reconozcan como debería ser. Luchen por lo que merecen, por la igualdad, el reconocimiento, el orgullo y la autonomía sobre sus propios cuerpos".

La irrupción del colectivo feminista ha provocado un enorme cambio cultural en Argentina del cual no se pueden desentender los políticos.  Hasta el propio presidente Mauricio Macri tuvo que revisar sus antiguas declaraciones. En sus días de alcalde capitalino reivindicaba el halago callejero en clave picaresca. "A todas las mujeres les gustan los piropos, aunque les digan qué lindo culo tenés", llegó a decir. El jefe de Estado ha cambiado sus posturas. "Quiero agradecerle a las cientos de mujeres valiosísimas que gracias a la política pude conocer, porque yo venía de la empresa y del fútbol sin grandes relaciones con las mujeres y la verdad que ellas me iluminaron y me hicieron valorar y sentir todas estas políticas que hoy estamos haciendo realidad".  

Más allá de este giro y sus consideraciones permanentes, el Gobierno apenas le dedica un 0,13% del presupuesto a las políticas para disminuir las brechas de género. El Instituto Nacional de la Mujer (INAM) recibió en 2018 un 18% menos de dinero como consecuencia de las políticas de ajuste. "¡A quién quieren proteger por 11 pesos (20 centavos de euro) por mujer!", gritaron frente a la legislatura. Esa es la cantidad que se destinó en 2019 en las partidas presupuestarias para llevar adelante las políticas que prevé desde hace 10 años la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.