EJECUTIVO EN CRISIS

El Gobierno belga, contra las cuerdas por el pacto migratorio

Los nacionalistas flamencos abandonarán la coalición de gobierno si el primer ministro Charles Michel acude a Marrakech a avalarlo

El primer ministro belga, Charles Michel, a la conclusión de un encuentro sobre migración en la sede de la UE en Bruselas, el pasado junio.

El primer ministro belga, Charles Michel, a la conclusión de un encuentro sobre migración en la sede de la UE en Bruselas, el pasado junio. / periodico

Silvia Martinez

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Ultimátum de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA) al Gobierno de Bélgica. Los nacionalistas flamencos, uno de los cuatro partidos que forman la coalición de gobierno junto con los liberales francófonos y flamencos y los democristianos flamencos, abandonarán el Ejecutivo federal si el primer ministro, Charles Michel, mantiene su intención de acudir este lunes a la conferencia intergubernamental de Marrakech donde está previsto aprobar el pacto para una inmigración segura, ordenada y regular promovido por Naciones Unidas.

"Este gobierno todavía existe. El primer ministro despegará como primer ministro de la coalición sueca (el nombre por el que se conoce a la actual coalición) pero aterrizará como primer ministro de la coalición Marrakech", ha amenazado el líder de la formación, Bart De Wever, acompañado de todos los miembros de su partido presentes en el consejo de ministros. Según De Wever la realidad es que "no hay consenso" sobre el pacto en el seno del gobierno federal y que no aceptan que Michel se desplace a la ciudad marroquí en nombre de Bélgica. "Si podemos decidir tres contra uno en este gobierno decidirán en cada asuntos. No servirá de nada continuar", ha avisado tras un consejo de ministros extraordinario que han abandonado media hora después de su inicio sin acuerdo en un gesto . 

Lo cierto es que Michel no ha tardado en reafirmarse en su decisión de salir este domingo hacia Marrakech, "como líder de una coalición responsable", y ha tomado nota de la decisión de la N-VA de abandonar el gobierno. "La N-VA se ha marchado del consejo de ministros este sábado. Constato que ha abandonado la mayoría sueca", ha indicado. Es más, ya ha anunciado que propondrá dos nuevos secretarios de Estado para reemplazar a los tres ministros de la N-VA, "para garantizar la continuidad y el buen funcionamiento de nuestras instituciones y la estabilidad", lo que significa que da por muerta la coalición. 

La N-VA, en precampaña

Los nacionalistas flamencos mostraron las primeras reticencias al acuerdo, al que no se opusieron en septiembre pasado cuando Bélgica anunció su intención de apoyarlo, hace tres semanas pero no ha sido hasta principios de esta cuando han endurecido el tono. El miércoles la comisión de exteriores del Parlamento federal belga aprobó por amplia mayoría una resolución de apoyo, que refrendó un día después el pleno con los votos en contra de la N-VA y la ultraderecha del Vlaams Belang.

Precisamente, el VB ha reunido este sábado en Bruselas a la líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen y a Steve Bannon, fundador de un movimiento populista para aupar a la extrema derecha en las elecciones europeas, con el objetivo de mantener viva la presión contra el pacto y forzar una decisión de la N-VA que no ha tardado en llegar y que demuestra que los partidos políticos ya se preparan para afrontar las elecciones legislativas belgas del próximo 26 de mayo.