PRIMER CONTACTO

Cuatro días para salvar a los niños de Tailandia antes de que las lluvias sellen la cueva

Los menores atrapados en la cavidad al norte de Tailandia hacen llegar cartas a sus familias mientras entrenan para salir buceando

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Efe / Mai Sai (Tailandia)

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De tres a cuatro días. Este es el margen de tiempo que se dan las autoridades tailandesas para salvar a los 12 chicos y a su monitor atrapados en una cueva antes de que la previsibile intensificación de las lluvias amenace con anegar aún más la cavidad. [Sigue las últimas noticias sobre el rescate de los niños de Tailandia en directo.]

Narongsak Osatanakorn, el gobernador de la provinc ia de Chiang Rai, ha dicho este sábado que la operación para drenar el agua de los 3,2 kilómetros de recorrido hasta donde están los chicos está siendo exitosa.

Pero la previsión es que las lluvias se intensifiquen y pasen a ser torrenciales a principios de semana, lo que da a los rescatadores un margen de cuatro días para sacar a los chicos. Si no se logra, la cueva quedará sellada por las aguas hasta enero, ha afirmado el gobernador.

"[Los próximos] tres o cuatro días desde ahora son el momento más favorable para la operación de rescate", ha dicho Osatanakorn.

Mientras, los escolares han podido contactar con sus familiares a través de cartas que comparten un mensaje común: "Estamos bien".

Los cuerpos de elite de la marina tailandesa publicaron hoy las misivas en su perfil de Facebook, tras, previsiblemente, portarlas a través los túneles subterráneos parcialmente inundados a lo largo de la cavidad y entregarlas a los familiares.

"No os preocupéis por mi, os echo de menos a todos. Os quiero. Yo estoy bien aquí, mis hermanos los marines me están cuidando", escribe Mik.

"Estoy bien, solo un poco de frío, pero no os preocupéis por mi. No os olvidéis de mi fiesta de cumpleaños", dice Night, quien cumplió años dentro de la cueva.

Muy delgados

El grupo -compuesto por doce niños de entre 11 y 16 años y un adulto de 26- fue encontrado la noche del lunes en una isla de terreno seco 4 kilómetros adentro de la caverna y tras nueve días de intensa búsqueda en la que participaron más de 1.300 personas.

Visiblemente delgados, pero en buen estado anímico y de salud, los chavales están siendo atendidos en la gruta por una decena de militares, entre ellos un médico y un psicólogo.

"Mamá, papá os quiero; y a mi hermano pequeño también. Si salgo, por favor llevarme a una barbacoa", pide a sus familiares Night.

Complementos vitamínicos

Gracias a la ingesta de complementos vitamínicos, el grupo recupera poco a poco las fuerzas de cara a la segunda fase: la salida de la cueva situada en el parque natural Tham Luang-Khun Nam Nang Non, en la frontera entre Tailandia y Birmania.

"Todos los niños están bien. El equipo de rescate nos está cuidando. Prometo que yo también cuidaré de los niños lo mejor que pueda. Gracias por el apoyo y por favor aceptar mis disculpas", solicita Ekapol Chanthawong, el entrenador del equipo de fútbol "jabalíes salvajes" del que forma parte junto a los niños.

Las autoridades barajan dos opciones para la salida del grupo: bucear a través de los pasadizos inundados o encontrar un hueco en la montaña por donde sacarlos con la ayuda de un helicóptero.

Para ello, los escolares y el monitor han comenzado un entrenamiento intensivo para aprender a bucear, una opción de elevado riesgo, pero que según los expertos sigue siendo la más probable.

Mientras tanto efectivos militares rastrean el terreno de la montaña en busca de una fisura o chimenea que acceda a la zona donde se encuentran los niños.

Este jueves, un buzo -de 38 años- antiguo miembro de la marina tailandesa perdió la vida cuando se encontraba buceando tras completar una misión de abastecimiento.

El fallecimiento del experimentado buceador sirve de ejemplo, según las autoridades, sobre la dificultad de las tareas de salvamento a las que se enfrentan los equipos.

Los trece se internaron en las galerías el sábado 23 de junio tras un entrenamiento de fútbol cuando una súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad y les cortó la salida.