Una jueza federal manda a prisión al exjefe de campaña de Trump

Revoca la libertad bajo fianza de Paul Manafort, imputado por Mueller, después de que intentara manipular testigos

Paul Manafort, durante la Convención Nacional Republicana, el 17 de julio del 2016.

Paul Manafort, durante la Convención Nacional Republicana, el 17 de julio del 2016. / periodico

El Periódico / Barcelona

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Los problemas legales de Paul Manafort, un poderoso y veterano agente político y lobista que fue cinco meses jefe de campaña de Donald Trump, siguen creciendo. Imputado en dos casos planteados como consecuencia de la investigación del fiscal especial Robert Mueller del 'Rusiagate', este viernes una jueza federal ha decidido revocar su libertad bajo fianza y enviarle a prisión preventiva. La magistrada ha tomado la decisión después de que se sumaran dos cargos de obstrucción a la justicia para Manafort por haber intentado manipular a dos testigos.

Manafort, que fue imputado en octubre, enfrenta dos juicios. En uno está acusado de no haberse registrado como lobista para agentes extranjeros (de Ucrania en su caso), de haber creado una conspiración de lavado de dinero (en concreto 30 millones de dólares que obtuvo durante una década por ese trabajo oculto de lobi) y de haber mentido cuando fue interrogado al respecto. En el otro enfrenta cargos por fraude fiscal y bancario.

Hasta este viernes Manafort había estado en libertad mediante el pago de una fianza de 10 millones de dólares y en arresto domiciliario (con un dispositivo electrónico de seguimiento) en su casa de Virginia. Pero después de que los fiscales sumaran la semana pasada los cargos de obstrucción a la justicia tras saber que contactó a dos testigos para que mintieran diciendo que sus esfuerzos de lobi a favor de Viktor Yanukovich y su partido se habían limitado a Europa , la jueza Amy Berman Jackson ha decidido enviarle a la cárcel acusándole de haber "violado la confianza" que depositó en él. 

La mayoría de las actividades que han llevado al banquillo a Manafort precedieron a su trabajo para la campaña de Trump, de la que fue encargado entre marzo y agosto de 2016 y de la que dimitió justo cuando empezaron a salir a la luz informaciones sobre su trabajo para Ucrania. Sus abogados argumentan que, por esa razón, no debería haber sido imputado en la investigación que Mueller dirige para determinar si el ahora presidente o su equipo se confabularon con Rusia mientras el Kremlin interfería en las elecciones estdounidenses. Los fiscales, en cambio, justifican que sus conexiones con políticos y empresarios apoyados por Rusia, como Yanukovich, ameritan que se investigue si esos lazos fueron usados en la campaña presidencial para tener contactos secretos con Moscú.

El propio Trump ha intentado minimizar el trabajo que Manafort realizó para él. Ha subrayado en repetidas ocasiones el "breve tiempo" que fue su jefe de campaña y ha vuelto a hacerlo este viernes antes de que se le enviara a prisión preventiva. En unas declaraciones Trump ha dicho que se siente "muy mal" por él y por otros imputados gracias a la investigación de Mueller como el general Michael Flynn, que fue brevemente su asesor de seguridad nacional, y Michael Cohen, que durante años fue su abogado personal. Horas después, con Manafort ya en prisión, el presidente ha usado Twitter para recordar que Manafort es un veterano de Washington que también trabajó con "Ronald Reagan, Bob Dole y muchos otros destacados políticos y campañas".