Turquía envía a EEUU la petición de extradición de Gülen

Turquía envió este martes a Estados Unidos una petición formal de extradición del clérigo musulmán Fetullah Gülen, líder del Hizmet, un movimiento al que Ankara acusa insistentemente de estar detrás del fallido golpe de Estado del pasado viernes.

“No sigáis protegiendo a este traidor, ya que no tiene beneficio alguno ni para vosotros, ni para la humanidad, ni para el islam”, dijo este martes el primer ministro turco, Binali Yildirim, dirigiéndose a Washington, en declaraciones recogidas por la prensa local.

Durante una reunión de su grupo parlamentario en la que hizo público esta solicitud oficial, Yildirim subrayó que Turquía conoce quiénes perpetraron el ataque y aseguró que el Estado tiene pruebas concretas de los crímenes cometidos por Gülen.

A pesar de haber solicitado en repetidas ocasiones conocer los detalles de la petición por parte de la prensa local e internacional, fuentes de presidencia habitualmente accesibles optaron por el silencio.

Según el diario local Daily Sabah, también se ha solicitado a EEUU la detención temporal del predicador.

DE ALIADO A ENEMIGO

Gülen es un antiguo aliado del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y desde diciembre de 2013, su némesis. Erdogan acusó al Hizmet de haber destapado un gran escándalo de corrupción que tocaba a varios miembros del gobierno del entonces primer ministro Erdogan y hasta a uno de sus hijos. Previamente, los miembros que esta cofradía (comparada muchas veces con el Opus Dei) tiene infiltrados en la judicatura y las fuerzas de seguridad habían cooperado en innumerables ocasiones en favor del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista), fundado por Erdogan.

Gülen vive en un exilio autoimpuesto desde 1999 en Pensilvania (noreste de EEUU).

PURGA INTERMINABLE

Mientras tanto, la purga continúa de manera incesante en Turquía, donde las autoridades han anunciado el cese de 15.200 profesores y funcionarios del Ministerio de Educación. Asimismo, el órgano rector de la educación superior ha pedido la salida del cargo a 1.557 decanos de universidades públicas y privadas de todo el país. A esto se suma la suspensión de licencias a 21.000 docentes de centros privados, según la prensa turca. Otros 257 trabajadores de la oficina del Primer Ministro fueron cesados, así como 100 agentes de inteligencia y 492 trabajadores de la Dirección de Asunstos Religiosos.

Precisamente en ese órgano han asegurado que no ofrecerán exequias fúnebres ni rezos para los golpistas, excepto para aquellos que se demuestre que fueron forzados a participar sin saber de qué se trataba.

Además, varios medios de comunicación sospechosos de apoyar o pertenecer al Hizmet fueron cerrados. El número de detenidos es ya de 9.322.

LOS ULTRANACIONALISTAS APOYAN LA PENA DE MUERTE

Por otra parte, el líder del ultranacionalista Partido del Movimiento Nacionalista (MHP, derecha reaccionaria), Devlet Bahçeli, mostró este martes su apoyo a la reintroducción de la pena de muerte. “Se está debatiendo mucho sobre la pena de muerta. Si el AKP está listo, que cuente con nosotros”, ha afirmado Bahçeli. Para el veterano político, los golpistas "no son distintos del Estado Islámico o el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán).

Varias multitudes fieles a Erdogan han reclamado la pena de muerte para los golpistas, y tanto Yildirim como Erdogan se han mostrado dispuestos a debatirlo en el parlamento. La vuelta al uso de esta pena, abolida ahora hace un década con motivo del inicio de las negociaciones de adhesión a la Unión Europea, haría descarrilar este proceso. No obstante, ni el MHP ni amplios sectores del AKP ven con buenos ojos la entrada en el bloque europeo.