Dinamarca deja vía libre a los refugiados para que crucen el país

La policía danesa ha decidido dejar paso libre a cientos de refugiados que permanecían retenidos en centros provisionales y en varias estaciones de tren por su negativa a pedir asilo en Dinamarca y su deseo de seguir a Suecia.

La Policía Nacional lo ha anunciado este jueves en un comunicado en el que se reconocía que "la policía tiene posibilidades limitadas para retener a los extranjeros que llegan al país".

El tráfico ferroviario con Alemania, suspendido desde ayer por seguridad ante la acumulación de refugiados, ha sido reanudado hoy, confirmó la compañía pública Ferrocarriles Estatales Daneses (DSB) y se espera que el tráfico ferroviario se normalice a lo largo del día.

QUIEREN LLEGAR A SUECIA

La decisión ha sido tomada "desde una estimación estrictamente policial" basada en las opciones que ofrecen las leyes danesas.

"Esta es una decisión de la Policía basada en las opciones que nos permite la ley y en nuestras obligaciones", ha explicado el jefe de la Policía Nacional, Jens Henrik Hojberg. "No podemos retener a extranjeros que no solicitan asilo y que no pueden ser expulsados rápidamente de nuevo", ha añadido.

Además, ha explicado que muchos ni siquiera quieren ponerse en contacto con las autoridades, sino simplemente continuar su viaje hacia Suecia u a otros países.

SOLO 400

Jojberg también ha admitido que no es posible registrar a todos los que llegan y alojarlos en centros temporales. "Obviamente no podemos retener a tantas personas de forma indefinida. Por tanto, no hay otra opción que dejarles marchar", ha dicho, precisando que esto implica que "no podemos impedir que vayan donde quieran".

Los refugiados e inmigrantes que quieran solicitar asilo en Dinamarca serán registrados y trasladados a las autoridades de inmigración del país, aunque solo 400 de los alrededor de 3.200 refugiados e inmigrantes que se estima que han llegado a Dinamarca desde el domingo por la tarde han pedido asilo en el país.

EL TRATADO DE DUBLÍN

El primer ministro danés, el liberal Lars Løkke Rasmussen, había asegurado hace dos días que Dinamarca estaba obligada por la normativa de Dublín a registrar a todos los solicitantes de asilo y que no podía dejar que siguieran su camino a Suecia, con una política más favorable a los refugiados y donde muchos decían tener familia.

"Seguimos punto por punto nuestras obligaciones internacionales. Nuestra obligación es tomarles las huellas a quienes piden asilo; a los que no lo solicitan, les pedimos el nombre. Así hemos decidido hacerlo y así seguiremos haciéndolo", dijo hoy en rueda de prensa el director de la Policía Nacional, que negó presiones políticas.

CONCESIONES ESPECIALES

Las más de 3.000 personas que llegaron a partir del domingo a Dinamarca procedían de Alemania, después de que la semana pasada el país autorizara el paso libre en su territorio. La mayoría de ellos han expresado su deseo de ir a Suecia y pedir asilo allí.

Unos 350 refugiados permanecieron el miércoles retenidos en trenes en las estaciones de Rødbyhavn y Padborg, en la península de Jutlandía, al sur del país, pero hacia la medianoche se marcharon sin que la policía se lo impidiera y muchos fueron recogidos en coches particulares, al igual que otro grupo que caminaba por una autopista rumbo a Suecia, relatan medios daneses.

Este jueves por la mañana, según el diario The Local, se ha permitido a los trenes seguir hacia Copenhague. Al parecer, la Policía también ha permitido a particulares trasladar en sus coches a refugiados, algo que no se estaba autorizando estos días y que había llevado a algunos arrestos.

CUMBRE DE PARTIDOS

El Gobierno danés ha mantenido contactos en los últimos días con las autoridades suecas para buscar una solución, aunque Estocolmo ha recordado que la normativa de Dublín, que regula la política de asilo de la Unión Europea, obliga a Dinamarca a hacerse cargo de ellos.

Rasmussen ha convocado hoy a los líderes de todos los partidos políticos a una reunión para tratar la crisis de refugiados.

Dinamarca se ha negado a aceptar las cuotas propuestas por la Comisión Europa, apelando a la excepción en el área judicial, que incluye la política de asilo, que tiene este país desde 1993.