GUERRA CIVIL EN SIRIA

Irán escenifica en Damasco su apoyo sin fisuras a Asad

Un rebelde recién herido en una pierna grita de dolor en el barrio de Saladino de Alepo.

Un rebelde recién herido en una pierna grita de dolor en el barrio de Saladino de Alepo.

CARMEN RENGEL
JERUSALÉN

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irán mandó ayer a Siria una alta representación diplomática con un objetivo doble: pelear por la liberación de sus 48 nacionales en manos de rebeldes desde el sábado y reforzar su alianza con el régimen, socio estratégico en la región. Said Jalili, secretario del Consejo Supremo de la Seguridad Nacional iraní y asesor del ayatolá Ali Jamenei, se citó en Damasco con el presidente Bashar el Asad y le garantizó que «no permitirán» que caiga, pues es «esencial» para el «eje de resistencia», triángulo que se completa con los libaneses de Hizbulá. Juntos forman una alianza de chiís (Irán y el Partido de Dios) y alauís (Asad) para contrarrestar a los sunís del Golfo (Arabia Saudí) y con Israel por demonio. Jalili tomó prestado al Gobierno sirio su discurso. «Esto no es un conflicto interno sino una batalla entre el eje de resistencia y los enemigos regionales y globales», fueron sus palabras, según la televisión oficial.

REAPARICIÓN DE ASAD / Asad reapareció, en un intento de superar su imagen de hundimiento de estas dos últimas semanas, tras el descabezamiento de su cúpula de seguridad en un atentado y la deserción de su primer ministro, Riad Farid Hijab.

No se le veía desde el juramento del ministro de Defensa. Entonces, su arenga al Ejército para la «batalla crucial por el destino de Siria» la llevó a cabo a través de una nota. Los rebeldes creen que está «aterrado» por su seguridad, según fuentes de la televisión Al Jazira.

El presidente sirio convocó ayer un Consejo de Ministros para mostrar que ningún miembro más de su gabinete le ha dejado. No hizo declaraciones.

PROMESAS DE AYUDA/ El secretario del Consejo Supremo de la Seguridad Nacional iraní, que prometió al régimen ayuda humanitaria, señaló que el presidente le transmitió su «determinación» de luchar «sin descanso» y «aplastar» a los disidentes, para «purgar el país de terroristas».

Fuentes del Ejército Libre de Siria señalaron a Reuters que no hay duda de la «clara coordinación» entre ambos gobiernos y denunciaron que Irán ofrece «notable asesoramiento técnico y apoyo táctico» a Damasco.

Eso es lo que llevó a la Brigada Al Baraa a secuestrar a 48 iranís en la capital. Siria e Irán sostienen que son peregrinos pero los opositores defienden que son miembros de la Guardia Revolucionaria iraní en «misión de reconocimiento». Tres murieron el lunes en un bombardeo a las afueras de la capital, según sus captores; los demás están siendo sometidos a «interrogatorios».

GESTIONES PARA LA LIBERACIÓN / Teherán sabe que eso puede suponer torturas, como ha denunciado la ONU, por lo que ha decidido guardarse temporalmente su enemistad con Qatar y Arabia Saudí y pedirles, junto a su amigo turco, que faciliten la liberación de los secuestrados, dados sus «fuertes lazos» con el Ejército Libre de Siria. «Estamos preocupados», confesó ayer el canciller iraní Ali Akbar Salehi, de visita en Turquía para solicitar mediación.

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, pidió a Irán que no azuce el fantasma del «sectarismo» y advirtió de que EEUU «no tolerará» más radicalismos, incluyendo los de «combatientes terroristas», que hagan «explotar» Siria. El Ministerio de Exteriores de Irán envió una carta a la embajada de Suiza en su país señalando a Washington como «responsable de la vida» de los rehenes por su «apoyo flagrante» a los «terroristas».