conflicto enquistado

Máxima tensión en el campamento saharaui de El Aaiún

BEATRIZ MESA
RABAT

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Marruecos y el Frente Polisario deben reanudar hoy las por ahora estériles conversaciones en Nueva York a fin de encontrar una salida al eterno contencioso del Sáhara Occidental. Esta vez, además, la reunión llega en mitad de una crisis sin precedentes en El Aaiún, la capital de la antigua colonia española. Según fuentes saharauis, centenares de camiones antidisturbios acordonaban anoche el campamento de Agdaym Izik, donde más de 20.000 saharauis llevan semanas exigiendo mejores condiciones de vivienda y trabajo, mientras se producían incidentes en distintos barrios de la ciudad.

La creciente tensión, especialmente después de la reciente muerte de un joven saharaui a manos de militares marroquís cuando intentaba acceder al asentamiento, ha hecho que Rabat haya aumentado en la última semana el despliegue de las fuerzas de la seguridad para impedir que nuevos grupos de saharauis se sumen a la protesta social, y también  la entrada al lugar de observadores internacionales.

Así, varios policías marroquís impidieron ayer al eurodiputado de Izquierda Unida (IU), Willy Meyer, y a tres periodistas españoles desembarcar del avión en El Aaiún, donde tenían previsto visitar el campamento.  «Si esto lo hacen con un cargo público, qué no harán a los saharauis», declaró Meyer de regreso a Las Palmas.

Los tres diputados del Parlamento vasco que asistieron el viernes a un juicio contra activistas saharauis y que también querían ir a El Aaiún ya no pasaron del aeropuerto de Casablanca, desde donde fueron devueltos a Madrid.

DISCURSO DE MOHAMED VI / Marruecos ha llamado varias veces a la movilización de la nación contra «los agresores de la integridad territorial». Durante el discurso del sábado, con motivo del 35 aniversario de la Marcha Verde, el rey Mohamed VI volvió a defender la «marroquinidad de las provincias del sur» y acusó al Frente Polisario y a Argelia de «dañar» los avances del proyecto de autonomía que Rabat presenta como única solución posible al litigio.

Asimismo, el monarca expresó su rechazo a que «las libertades de las que disfruta el país se vean vergonzosamente instrumentalizadas», haciendo alusión directa al campamento saharaui.