AUMENTO DE LA CRISPACIÓN EN LA SOCIEDAD JAPONESA

Las violaciones por militares de EEUU soliviantan a Japón

Decretado el toque de queda para los soldados destinados en Okinawa

MARCO SCHWARTZ / MADRID
GEMMA ROBLES / PALMA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Okinawa vive días de gran tensión provocados por varios casos de abusos sexuales y desórdenes protagonizados por militares estadounidenses. El caso que ha soliviantado esta vez especialmente a los japoneses se conoció la semana pasada con el arresto del sargento Tyron Hadnott, de 38 años, acusado de violar a una niña de 14 años. El militar niega los cargos, aunque admite que forzó a la niña para besarla.

Ayer se supo que otro militar estadounidense se encuentra bajo custodia, acusado de violar este mes a una mujer filipina, de 21 años, en la ciudad de Okinawa. Además, durante el fin de semana, dos soldados más fueron detenidos en la isla, uno por conducir ebrio y el otro, por allanamiento de morada. Todos estos casos han recordado la rabia que se apoderó de los isleños en 1995, cuando se produjo la violación de una niña de 12 años a manos de un soldado americano.

LA MÁS POBRE La provincia de Okinawa, en el archipiélago de las Ryukyu, en el extremo sur de Japón, sirve de base a la mayor parte de los más de 30.000 militares estadounidenses estacionados en Japón. Es la provincia más pobre del país y sus dos principales fuentes de ingresos son las bases y el turismo.

Desde el final de la segunda guerra mundial hasta 1972, estuvo bajo soberanía norteamericana. A las molestias habituales causadas por la presencia de instalaciones militares, como ruidos y accidentes, se añade en estos momentos la inseguridad provocada por los excesos de la milicia norteamericana.

La ira de los okinawenses y las protestas del Gobierno han obligado a las autoridades estadounidenses a decretar un toque de queda parcial indefinido. Por el momento, y se supone que hasta que se calmen los ánimos, los militares norteamericanos y sus familias solo pueden salir de las bases para ir a trabajar, a la escuela, a la iglesia o al hospital.

Además, hoy ha sido declarado Día de Reflexión en las bases para reafirmar los valores militares básicos. "Las fuerzas estadounidenses en Japón consideran seriamente todos los incidentes que afectan la conducta incorrecta de sus miembros. Como miembros responsables de la comunidad japonesa, seguiremos haciendo todo lo posible para prevenir incidentes", declararon las autoridades norteamericanas.

EL AGRADECIMIENTO Por su parte, el Gobierno japonés ha agradecido la reacción americana, al tiempo que trataba de dar una imagen de firmeza para aplacar el descontento de los okinawenses, que tienen que soportar buena parte del precio de la defensa del país. "Aunque damos la bienvenida, hasta cierto punto, se necesitan más medidas concretas para evitar la repetición de incidentes similares", declaró el portavoz del Gobierno nipón, Nobutaka Machimura, tras el toque de queda.

Al ser un país muy densamente poblado, las bases están cerca de áreas urbanas y, por ello, causan numerosos conflictos con los civiles.