DEBATE ECONÓMICO

Zapatero admite por primera vez que España padece "una crisis"

EL PERIÓDICO
MADRID

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró, por primera vez, que España padece "una crisis", aunque lo hizo al referirse a los que están en mejores condiciones. "Hay quien nunca sufre una crisis", aseguró, en el contexto de la actual situación. Zapatero, en todo caso, mantuvo su tesis de que la calificación del momento actual puede ser opinable, y que lo más importante es tomar medidas para que los más desfavorecidos no la sufran con más intensidad. El jefe del Ejecutivo destacó, de nuevo, los aumentos de las pensiones y del salario mínimo interprofesional para argumentar que está "encima" de la situación para atender a los colectivos que salgan más perjudicados.

En una entrevista televisiva en Antena 3, Zapatero argumentó que la inversión extranjera en España ha aumentado un 50% en los primeros meses del año, en relación con el 2007, y que por ello no podía mostrar "menos confianza que los propios inversores". Y prefirió, como ya hizo en su comparecencia en el Congreso, describir la actual situación como de "dificultad seria". Sin embargo, afirmó que España presentará unas cuentas públicas equilibradas para el próximo año y que difícilmente entrará en déficit, aunque se haya alejado de forma brusca la posibilidad de mantener los superávits.

Preguntado por las resoluciones del 37° congreso del PSOE, sobre la posible reforma de la ley del aborto y la ley de libertad religiosa, Zapatero se mostró cauto, pese a asegurar el pasado lunes que iba a impulsar de forma rápida esas iniciativas desde el Gobierno. Dejó claro que el PSOE "quiere reformar la ley del aborto", para que sea una ley de plazos, pero que dependerá de las mayorías que consiga en el Congreso. "No prefiguro el resultado final", aseguró, en alusión a los acuerdos que deberá establecer con el PP.

Y en la misma línea se pronunció sobre el proyecto laicista, al descartar que los ministros dejen de jurar o de prometer ante un crucifijo, porque eso depende de la Casa Real, en la Zarzuela, y también justificó que no se incluyeran en esa iniciativa los funerales de Estado. "El Gobierno debe garantizar la decisión que tomen las familias", aseguró.

Personalmente, admitió que no señaló la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta, después de afirmar que Hacienda le ha aplicado una retención de 27.000 euros y que cobra 5.000 euros netos mensuales. Entre una pequeña devolución y el pago del impuesto de patrimonio ha equilibrado sus obligaciones.