Para minimizar el consumo

Excepcional sequía en parques y playas metropolitanos: estas son las restricciones del agua

Los zonas verdes paran el riego por aspersión; en las playas, las duchas permanecen sin servicio y se rectifican los protocolos de limpieza

Según el Área Metropolitana de BCN, el consumo de agua en la conurbación barcelonesa son 106 litros por persona, menos que en Catalunya y España

El Parc Fluvial del Besòs, en Santa Coloma de Gramenet.

El Parc Fluvial del Besòs, en Santa Coloma de Gramenet. / Laura Guerrero

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El Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la administración pública que agrupa a 36 municipios de la conurbación de Barcelona, ha intensificado las restricciones de agua en los parques y playas metropolitanos tras la entrada en vigor, el pasado 2 de marzo, de la fase de excepcionalidad de la sequía, dictada por la Generalitat de Catalunya.

Con el objeto de minimizar el consumo de agua, los parques metropolitanos paran el riego por aspersión y reducen el de goteo; anulan las tareas de resiembra y puesta a punto de céspedes; y eliminan las tareas de limpieza de pavimentos y mobiliario urbano, que se realizarán "sólo en caso de que exista un riesgo para la salud", según fuentes del AMB.

En cuanto a las playas del área metropolitana, las duchas permanecen fuera de servicio y se han rectificado los protocolos de limpieza de equipamientos, instalaciones y mobiliario de las playas "hasta reducir al mínimo los consumos imprescindibles para su óptimo funcionamiento".

Plan estratégico del ciclo del agua

Coincidiendo con el agravamiento de los efectos de la sequía, el AMB aprobó el 28 de febrero el Plan estratégico del ciclo integral del agua (PECIA). Este plan tiene por objetivo garantizar el agua en todo el territorio metropolitano a 30 años vista.

Con un conjunto de actuaciones que supondrán un coste de entre 2.100 y 2.400 millones de euros, el Plan prevé reducir el déficit hídrico de la metrópolis de Barcelona en el horizonte del 2050, que se ha cifrado en 130 hm3 /año.

Los cinco retos que se propone el PECIA son: aumentar la garantía de abastecimiento y potenciar la eficiencia de los sistemas; aumentar la resiliencia del ciclo del agua; contribuir a la mejora de la calidad de las masas de agua; adecuar los sistemas actuales a los futuros requerimientos; y mejorar la gobernanza, la gestión, el conocimiento y la transparencia.

Algunos de los proyectos planteados en el citado PECIA ya están en marcha, como la aportación adicional de agua regenerada en el río Llobregat para que sea captada por la estación de tratamiento de Sant Joan Despí y refuerce el abastecimiento urbano o la aportación al tramo final del río para mantener el caudal ecológico, y la inyección en el acuífero profundo.

De cara al futuro, el nuevo Plan prevé aprovechar mejor el agua del río Besòs de Santa Coloma de Gramenet con la construcción de una nueva planta potabilizadora (ETAP) en el Besòs, que permita captar recursos de este río. También prevé la construcción de una nueva estación de regeneración de agua (ERA) en el Besòs, similar a la que ya funciona en el ámbito de la depuradora de El Prat de Llobregat.

Importante reducción del consumo metropolitano

A raíz de la sequía de la primera década del siglo XXI, el AMB asegura que la población metropolitana ha hecho una "demostración de conciencia y responsabilidad ciudadanas reduciendo el consumo de agua": desde 128 litros por persona y día en 2003 a 113,7 litros/persona /día en 2007, hasta llegar a los actuales 106 litros diarios por persona.

Esta cifra está por debajo de las medias actuales de Catalunya (117 litros/persona/día) y de España (133 litros/persona/día), y se sitúa muy cerca de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el mínimo imprescindible: 100 litros por persona y día.