Investigación

Matthias Kühn, el alemán que vendería Marivent

La Agencia Tributaria y la Fiscalía Anticorrupción investigan al inmobiliario que simboliza la entrega de Mallorca a millonarios alemanes

El empresario germano Matthias Kühn.

El empresario germano Matthias Kühn. / | DM / B.PALAU. PALMA

Matías Vallés

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La frase más famosa de Matthias Kühn es tal vez "Todo está en venta en Mallorca, excepto Marivent". Me la soltó en una entrevista de 1997, años antes de que Urdangarin desmintiera su adagio. Si el exhaustivo informe de la Agencia Tributaria canalizado por la fiscalía Anticorrupción concluyera que la residencia veraniega de los Reyes ha sido vendida por este isleño de Hamburgo, "entiendo a los mallorquines porque los nativos de esa ciudad también somos un poco cerrados y recelosos con los forasteros", me creería el dictamen hacendístico a pies juntillas. Aunque es muy posible que Kühn Kong, el patriarca de la isla reducida a Immobilien, hubiera olvidado la transacción palaciega. Una más, vamos a por la Catedral, una perspectiva irresistible desde el helicóptero que conquistó a su esposa Norma Duval.

No es un vendedor de casas, es el guardián de los secretos. Mallorca estallaría en mil pedazos si el investigado por corrupción contara un diez por ciento de lo que sabe. Verbigracia, Adolfo Suárez quiere comprarse una casa en Son Vida a mediados de los noventa, como la mayoría de nosotros, en una parcela de veinte mil metros cuadrados propiedad de una ciudadana árabe. El expresidente del Gobierno carece de fondos para acometer la empresa, también como la mayoría de nosotros. Es un momento ideal para el ángel financiero Kühn.

El promotor inmobiliario compra la codiciada parcela de son Vida con Bernd Nickel, propietario de una cadena de supermercados alemanes. A continuación, le venden a Suárez una parcela por 137 millones de pesetas donde Toni Obrador diseñará una vivienda de mil metros, a cambio de que el primer presidente democrático sirva de gancho del complejo Los Altos de Son Vida. Pese a la rebaja, de dónde sacó tamaña suma un político de medios harto limitados. Pregunten por Mario Conde, paseando en mangas de camisa junto al fundador de UCD en casa de Cristina Macaya. Ya solo quedaba corroborar:

-Matthias, menudo pelotazo disteis con Suárez.

-En ningún momento nos planteamos hacer un negocio con el expresidente. Para nosotros fue un honor hacerle ese favor. Hay que ayudar a que se instale en Mallorca la gente importante que tiene ganas de vivir aquí. Suárez es un hombre ejemplar, antes de cerrar la compra de la casa comimos en El Pato, y se despidió estrechando la mano de todos los camareros. Es una conducta única, que define una gran personalidad.

Kühn, embajador convencido del ladrillo porque "no existe ninguna alternativa a Mallorca en toda Europa". Fue la primera persona que hace cuarenta años pidió mi cabeza a este periódico, el comienzo de una gran amistad. Habíamos publicado la salida a la venta de una maravillosa finca en Valldemossa, un valle de más de cien hectáreas que el promotor alemán incluía en su catálogo.

Al aparecer la noticia, el todavía propietario y presunto vendedor norteamericano llama a la redacción, para enfatizar que no tiene el menor interés de desprenderse de su paraíso, ni sabe de dónde salen las fotos sobre sus posesiones en Valldemossa. Contraataco señalando a Kühn como supuesto mentiroso, el aludido exige que me echen mientras me señala amenazador a través del cristal del despacho del director.

La convivencia posterior empujó a este clon de Nick Nolte a enseñarme algunos de sus trucos, a explicarme que "todas las propiedades de Mallorca están en venta. Muchas gentes se resisten a vender la casa de la isla donde viven, pero la cosa cambia cuando te multiplican el precio por cinco". También me instruyó sobre la forma de pago. "En Alemania no tienen dinero negro, otra cosa es que en la escritura pongan una cifra inferior". Y sobre la duplicidad de los vendedores, que había ocasionado nuestra disputa iniciática. "Mucha gente dice que te ofrece una casa en exclusividad, y luego la ves en otro catálogo. Hay mucha informalidad, lo cual demuestra lo falso y complicado que es nuestro sector". Nunca sabías si arrancaría en improperios al telefonearle. A cambio, te ofrecía detalles de valor inapreciable sobre la extraña compraventa por un precio desmesurado del chalet con helipuerto de Florentino Pérez en Andratx, a un vendedor suizo.

Si desea conocer a una persona que odie a los alemanes nouvinguts, pregunte por Kühn. Su primera estancia en Mallorca data de 1960, cuando contaba dos años y empezó a veranear en Can Pastilla junto a su familia. Lleva cuatro décadas viviendo en la isla, donde en 1992 compró la casa de Sara Montiel en Génova, ahora registrada por la justicia. La artista manchega se presentaba en el nido del águila que ya no le pertenecía sin avisar, como si conservara la propiedad de los parajes. Así surgió otra amistad, que se extiende a Boris Becker o Paris Hilton o Michael Douglas. O puestos a hablar de fortunas auténticas, la cúpula del gigante energético E.ON, con excelentes vínculos con la Zarzuela y colocada por el intermediario en Mardavall. Si tienes dinero y has pasado por Mallorca, has socializado con el King Kühn. "El sábado por la noche se presentó en casa sin avisar el entrenador del Bayern Leverkusen, para ver unos chalés el domingo".

-Matthias, eres el principal enemigo de Mallorca.

-Al contrario, me siento más mallorquín que alemán. Odio a los cabezas cuadradas que solo piensan en alemán, les recomiendo otro lugar.

En efecto, odiaba viajar a Alemania, donde se sentía fuera de sitio. Hemos hablado de Suárez, pero indaguen el papel jugado por Kühn en la Fundación que le regaló el flamante yate Fortuna Juan Carlos I. Creó el casino inmobiliario que ha colocado una vivienda en Mallorca por encima de las posibilidades de los mallorquines. Es capaz de cualquier cosa, de arremeter por ejemplo con cajas destempladas contra los inspectores de Hacienda durante una investigación. Hasta el punto de que su entonces abogado Miquel Capellà asegura que esta desconsideración con el fisco le obligó a divorciarse de su cliente irrefrenable, después de haberlo reorientado al mercado inglés.

-Tus arranques de mal genio son legendarios.

-Tengo carácter, tal vez porque soy Sagitario con ascendiente Leo.

Ha vendido miles de casas, a millones de euros por cada operación, y compatibilizaba este frenesí con una presencia indestructible en la lista de morosos de Hacienda, también por cifras millonarias y por encima de personajes tan distinguidos como el citado Mario Conde. El reto de los tribunales no consiste hoy en declararlo culpable, sino en desenmarañar una madeja que ni su autor lograría desenredar.

En el registro de su domicilio, Kühn alegó que no se acordaba de las claves de sus dispositivos informáticos, puede extender la ignorancia a un laberinto insondable de sociedades superpuestas. Siempre que se asegura que una propiedad pertenece al demiurgo alemán, como Muleta de los cien millones de indemnización, resulta que ya no.

Los aborígenes ingenuos culpan a Kühn por alemán, y está claro que el país centroeuropeo ha expoliado incluso lingüísticamente al paraje que denomina "nuestra isla favorita", donde el énfasis radica en el posesivo. Los germófobos o germanófobos tendrán que explicar a continuación el idilio de Sa Nostra con el promotor, rendida la caja nutricia a la ligereza de escrúpulos de su asociado. Ademas, si desean un perfil de hostilidad a la invasión de los bárbaros, no encontrarán a nadie mejor que este presunto defraudador:

-No te extrañará, Matthias, que los mallorquines odien a los invasores.

-Nunca he notado esa hostilidad, y es más frecuente el rechazo de los alemanes de antiguo a los nuevos. Son muy envidiosos, tener éxito está mal visto y en su país no pueden exhibir la fortuna que han amasado.

Un glotón acusado en firme de gula financiera. Ojalá hable, aunque los poderosos preferirán que no se explaye en demasía . Queda relatada la vocación imperial de Kühn, pero incluso un vendedor de mansiones millonarias es siempre un agente en posición de inferioridad, un subordinado. Ha de reverenciar a compradores a quienes a menudo desprecia, y el hamburgués se tomaba su revancha cuando me describía la frustración que con cierta frecuencia embargaba a sus clientes en la isla. Imaginen su sonrisa que parece un rictus:

-¿Sabes lo aburrido que es cortar el césped todo el día?

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