Mamarazzis

Letizia, estamos contigo

Pobre Letizia

Mamarazzis: Rosa Peral, con pareja desde hace dos años

Las pruebas que la defensa de Dani Alves utilizará para rebajar su condena: un tíquet de consumición y las llamadas a Joana Sanz

La reina Letizia. | JUAN CARLOS HIDALGO / EFE

La reina Letizia. | JUAN CARLOS HIDALGO / EFE / Laura Fa

Lorena Vázquez

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La reina Letizia genera un gran número de titulares muy a su pesar. La mayoría, desgraciadamente para ella, poco o nada tienen que ver con su labor y su profesión. Los publicados en los últimos meses, tanto aquí en España como fuera de nuestras fronteras, nos han provocado rabia y vergüenza ajena a muchos periodistas.

Me refiero a los desencadenados por los famosos mensajes en las redes sociales de su excuñado, y examigo, Jaime del Burgo donde la acusa de haber sido infiel al rey Felipe y, más recientemente, a las vomitivas declaraciones del periodista Jaime Peñafiel, en un programa de Youtube, donde la describe como una “mujer violenta”, entre otras barbaridades, sin fundamento alguno y para las que no aporta ni una sola prueba.

No quiero entrar en detalles, pero llega hasta a cuestionar la maternidad de la reina y a teorizar de manera repugnante sobre el suicidio de la desaparecida hermana de Letizia, Erika Ortiz. El veterano periodista, de 91 años, asegura que tiene "fuentes fiables" y con ese poco creíble argumento bajo el brazo ha traspasado todos los límites de la responsabilidad informativa y el respeto. 

Efecto rebote

La animadversión que Peñafiel siente hacia la reina es de sobras conocida, pero no imaginábamos que llegaría a destruir su propia trayectoria profesional en su empeño en hundir la imagen de Letizia. Con su mala praxis, el periodista está consiguiendo justo lo contrario que se proponía: la reina se ha convertido en “trending tópic” por la gran cantidad de voces solidarias que se han alzado para defenderla

El susodicho ha vertido tales acusaciones que han desatado una auténtica oleada de apoyo sin precedentes a la reina Letizia. Hasta la ministra de defensa, Margarita Robles, le agradeció su labor y “voluntad de servicio” durante su discurso del día de la Pascua Militar.

Las redes sociales se han llenado estos días de mensajes de respaldo a la monarca y son muchos los periodistas, también, que, aun siendo republicanos, vemos un auténtico linchamiento en lo que parece una burda campaña de acoso urdida para desprestigiar a Letizia.

Daño al periodismo

Las Mamarazzis creemos que los miserables y denigrantes ataques que está sufriendo la esposa de Felipe VI deberían tener una respuesta contundente por parte de la Casa del Rey. El artífice de los bulos misóginos contra la experiodista asturiana, Jaime Peñafiel, debería disculparse cuanto antes, al menos, y retirarse discretamente de la escena pública, ya que sus lamentables actuaciones están provocando un daño terrible a la profesión periodística.

Durante demasiados años, informar sobre la vida que llevaba la familia real española fuera del circuito oficial no era nada fácil. No existía la libertad de la que disfrutamos ahora los periodistas. No nos engañemos, había cierto miedo a publicar informaciones que pudieran disgustar a alguno de sus miembros. Pertenecer a la familia Borbón les confería una serie de privilegios que las correrías del rey emérito y la entrada en prisión de Urdangarin cambiaron por completo.

La autocensura que existía en los medios de comunicación no ha desaparecido por completo, pero ya es algo residual que suele confundirse con respeto. La libertad de expresión, Don Jaime, es otra cosa. Letizia, estamos contigo.